Mi
mirada se clavó en ti una tarde invernal y bajo un templado techado decidí que
serías mío, que absorbería tu alma y deleitaría mi paladar con tu acuoso vigor.
Floté
al primer contacto de mi lengua con tu esencia y mis cuerdas vocales explotaron
delirantes con un prodigioso gemido ante tu intenso sabor.
El
placer me recorrió las entrañas con celeridad y se instaló en mi vientre, provocándome
un voraz cosquilleo. Quise más y más de ti, aspiré sin descanso hasta que
quedaste vacío y yo saciada.
Me
marcaste para siempre, mi batido de cerezas con pepitas de chocolate negro.
genial , les mando un beso buen fin de semana
ResponderEliminarEstais de nuevo por aquiiiiii!!!!!!!
ResponderEliminarAdeeeee, no me recuerdas niña!?
Como siempre tus escritos me dejan cn ganas de mas jejejeje....
Voy a seguir leyendolas...jooo q alegriaaaa...
Un besote a las dos!
-Citu, muchas gracias.
ResponderEliminarFeliz semana, guapa
-Marili ¿cómo no me voy a acordar de ti? Que gusto verte de nuevo.
Un beso enorme
A eso yo lo llamo "Orgasmo de lengua"
ResponderEliminarBesos..
Firiel