martes, 5 de noviembre de 2013
PELIGROSA PASIÓN (Por Mariola)
Siento la punta del puñal ahí donde mi pulso palpita, un
segundo eterno y comienza su lento descenso.
Una voz apagada, temor, jadeos, deseo.
Serpentinas de acero van dibujando mi cuerpo, tatuando a
fuego mi piel que arde con cada una de las frías caricias, haciendo que el
calor que me consume vaya empapándome de lava ardiente, derritiendo el mundo
tras mis párpados cerrados.
Confianza, anhelo, placer.
Y cuando el universo estalla haciéndome pedazos, abro los
ojos y observo tu boca curvada de satisfacción, clavo mi mirada en tus iris
incandescentes de pasión y aun sintiendo el filo del estilete recorrer mi
pecho, elevo el cuerpo y con el susurro silencioso de quien se abrasa en la
hoguera del éxtasis suplico. Más.
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1 comentarios:
Percibí esa daga deslizándose por mi cuerpo, se me electrificó la piel y sentí envidia de ti.
Si, puedes visualizarme enfurruñada. Jajaja.
Ya sabes que me gustó la intensidad que pusiste en esas palabras.
Bravo primi.
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