martes, 27 de abril de 2010

AHORA Y SIEMPRE. CAPÍTULO 26

Tiró el bolso sobre la cama y se dejó caer exhausta. Llevaba una semana de perros, el caluroso verano ya golpeaba con ganas y con las vacaciones escolares a la vuelta de la esquina, eran muchos los que devolvían libros y unos pocos los que los pedían en préstamo para leerlos durante los días de asueto. Así que pasó casi media mañana rellenando fichas y toda la tarde de pie colocando los ejemplares en sus respectivas estanterías, le dolían los pies, la espalda y el cuello, menos mal que ya era viernes y tenía todo el fin de semana por delante. Llevó una mano hacia sus quejumbrosas cervicales y las masajeó, ¿tendría Colt dolores?

Tratando de no pensar en ello, se puso en pie y fue hacia el baño, una ducha templada la relajaría y la calmaría. Abrió el agua hasta que alcanzó la temperatura que deseaba, se desnudó y se metió bajo el chorro, suspiró de alivio cuando la sintió resbalar por su piel. Pero no podía apartar de la cabeza la idea de que Colt estuviera sufriendo. Había llamado a Sarah un par de días antes y le comunicó que todo iba bien, aún así y aunque pareciera una pesada, en cuanto acabara el baño volvería a telefonearla.

Una hora después mientras ponía agua a hervir para prepararse una ensalada de pasta, descolgó el aparato que tenía en la cocina, miró el reloj dubitativa, las 21:00, calculó mentalmente que serían las 18:00 en Nueva York, comenzó a marcar el número de la oficina de su amiga, con un poco de suerte la encontraría todavía allí, lo cierto es que no le gustaba llamarla a su hogar, aunque le había reiterado que no suponía ningún problema, sabía que esas horas libres las dedicaba a disfrutar de sus mellizos y de su esposo y desde luego lo último que quería era importunarla. Oyó un tono, dos, tres…


Sarah discutía acaloradamente con Colt, la pequeña reunión de presupuestos había acabado una hora antes, pero como una leona a su presa lo acorraló y volvió a lo mismo de siempre.

—Eres un maldito imbécil —espetó la mujer—, terco, idiota.
—Vale —respondió cruzándose de brazos—, de verdad estoy cansado de este tema.
—Pues te aguantas —lo increpó—, te juro que no te entiendo, la amas y ella te corresponde ¿por qué diablos no vas a buscarla?
—Te lo he explicado por activa y por pasiva —suspiró poniendo los ojos en blanco.
—Pues lo siento, pero tu discurso de víctima no me convence, creo…—se detuvo al oír el timbre del teléfono.
— ¿No piensas cogerlo? —señaló el aparato aliviado por la interrupción.
—No te muevas de ahí, no he acabado contigo —ordenó, al ver que se batía en retirada, antes de descolgar—. Sarah Parker al habla.

Colt sonrió ante el tono autoritario de su amiga, le encantaba su gesto cuando se ponía en plan sargento. Se puso en pie decidido a abandonar el despacho a pesar de la dictatorial advertencia, al escuchar el nombre de quien estaba al otro lado volvió a sentarse.

—¡Megan! —Dijo Sarah con entusiasmo—, cariño ¿cómo estás?
—Bien —jugueteó con el cable entre los dedos—, ¿y vosotros?
—Muy bien —aseguró—, los mellizos creciendo a marchas forzadas y Tom como siempre.
—¿Y Colt?

Sarah miró de soslayo a su amigo y no pudo dejar de sonreír al ver el interés que mostraba por enterarse de la conversación, puede que fuera un tipo listo, pero desde luego el disimulo no estaba entre sus cualidades.

—Oh, aquí también hace muy buen tiempo —no estaba dispuesta a darle ninguna pista a aquel tonto—, Hyde Park está espectacular, deberías verlo.

Megan soltó una carcajada al oír aquello, Sarah había decidido que llamaría a su marido por el nombre del famoso parque si estaba cerca, así que Colt debía estar en el despacho de la fisioterapeuta. Apoyando el auricular entre el hombro y la oreja, tomó el paquete de espirales y las vertió en el agua hirviendo, sin dejar de hablar. Al ir a removerla golpeó sin querer el rabo del cazo y lo volcó. Soltó un chillido de dolor cuando el agua se derramó y la salpicó, soltó el teléfono, corrió hacia el fregadero y metió la mano bajo el chorro de agua fría para refrescar la dolorida piel.

-¿Megan? —la llamó Sarah al oír el golpe sordo de algo al caer—, ¿estás ahí?

Más aliviada, tomó el aparato que descansaba en el suelo y lo llevó a la oreja.

—Disculpa.
—Megan, ¿qué ocurre? —preguntó Sarah alarmada.
—No es nada, me cayó un poco de agua caliente en la mano —explicó tomando un paño para secarse—, unas pocas gotas, pero duele.
—Oh, Dios mío —exclamó asustada—, ¿te has hecho mucho daño?
—No, tranquila estoy bien.

Colt se puso en pie al oír la voz de preocupación de Sarah, se inclinó sobre el escritorio inquieto, frunciendo el ceño interrogante.

— ¿Qué sucede? —vio que Sarah acercaba un dedo a los labios para que se callara.
—Cariño, tienes que avisar a alguien que te ayude —apremió cada vez más nerviosa.
—No me escuchaste, estoy bien, ha sido el susto más que otra cosa.
—Llama a una ambulancia, sal a la calle y pide auxilio —se incorporó con el inalámbrico en la mano y dio unos pasos apurada—, date prisa.
— ¿Te volviste loca? —demandó sorprendida por el histerismo de su amiga.
—Megan, Megan… —chilló al auricular, mientras pulsaba la tecla de colgado— ¿Megan sigues ahí? Contesta.
—Sarah por Dios cálmate, ¿Sarah? —soltó un bufido al ver que se había cortado la comunicación.

Colt se moría de los nervios y de la incertidumbre por saber ¿qué habría pasado para que actuara de ese modo?

—Dime que pasa —exigió frenético golpeando la mesa con un puño.
—Es Megan —se giró hacia él con los ojos cuajados de lágrimas y el teléfono aún en la mano.
— ¿Qué le ocurre a Megan? —Al ver que lloraba y guardaba silencio, dio un nuevo golpe urgiéndola a hablar—, maldita sea, ¿qué pasó con Megan?
—Ha tenido un accidente mientras hablábamos —se sorbió la nariz—. Estaba cocinando y se clavó el cuchillo de las verduras y está sola. Oh Colt, creo que se desmayó.
—¿Dónde? —Demandó lleno de temor, él conocía las grandes dimensiones de aquel utensilio—, Sarah ¿dónde se clavó el cuchillo?
—No lo sé —bramó enloquecida a la vez que tecleaba sin cesar—, sólo dijo que le dolía, que había mucha sangre, luego oí un golpe y se cortó—, soltó una palabrota—. Comunica.
—Mierda —rebuscó con dedos temblorosos en su cartera hasta encontrar un papel doblado que le tendió—, ten, llama a este número y pregunta por Robert Spencer, cuéntale lo que ha pasado y dile que vaya a casa de Megan.
—Está bien —agarró la nota y lo vio dirigirse a la puerta—. ¿Dónde vas?
—A Rothstone —contestó desde el umbral, antes de salir y cerrar de un portazo—, mí mujer me necesita.

Tan pronto se hubo ido se sacudió las lágrimas y colgó el auricular, sin duda Megan pensaría que había perdido la cabeza y seguro que estaba intentando volver a localizarla, por eso mantuvo el teléfono inactivo mientras realizaba su gran actuación. En cuanto este descansó sobre su base comenzó a sonar de nuevo.


Megan se estaba poniendo nerviosa por momentos, era la sexta vez que marcaba el número de la residencia y siempre salía ocupado. Tal vez Sarah la estuviese llamando y se cruzaban las llamadas, suspiró cuando por fin oyó el tono y la chica le contestó.

—Oh Megan, intentaba comunicarme contigo, al parecer hubo un problema con las líneas —explicó rápidamente.
—Yo también estaba llamándote, pero fue imposible —contestó—, me quedé preocupada al oírte gritar y quería asegurarte que estoy bien.
—Perdona mi histeria —dijo tras un momento—, es que desde que tengo a los niños estas cosas me alteran mucho. Pensarías que me había vuelto loca.
—Desde luego que no —respondió rápidamente—, sólo me extrañó eso es todo.

Tras unas breves explicaciones por parte de ambas, se despidieron prometiéndose que se llamarían en breve.

Apenas acabó su conversación con Megan, comenzó a marcar el número que aparecía en el trozo de papel, la voz grave de un hombre le respondió al otro lado.

—Me gustaría hablar con el señor Spencer, Robert Spencer
—Al habla.
—Hola, soy Sarah Parker y le llamo desde Nueva York —explicó—, me dio su número el señor Elliot.

Robert se extrañó de aquella llamada y no pudo evitar lanzar una maldición al oír el nombre de aquel bastardo.

—Disculpe mi vocabulario señora —murmuró Bob tras su palabrota.
—No se preocupe, lo entiendo —rió con ganas—. Verá, le llamo porque creo que he hecho algo terrible, pero con buena intención desde luego, en fin será mejor que le cuente.

Media hora más tarde y tras poner a aquel hombre en antecedentes, no sin unas cuantas carcajadas y unas pocas maldiciones al decirle que casi había asesinado a Megan y con la promesa que él se encargaría de recoger a Colt a su llegada, se reclinó en su sillón y colocó las piernas encima de su atestado escritorio. Fijó la vista en la punta de su caro zapato de piel negra y luego en la puerta cerrada, por donde un rato antes había salido aquel terco a toda velocidad. Deseó que aquella farsa que había montado en un momento de inspiración tuviera éxito, porque sino no sólo perdería a un amigo, sino a dos. Bajó las piernas y fue hacia el perchero donde colgaba su bolso. Si París bien valía una misa para aquel rey francés, pensó mientras tomaba sus cosas, una pequeña mentira también valdría si con ello conseguía unir a dos seres que se amaban y debían estar juntos.


Colt introdujo frenéticamente ropa en su maleta sin pararse a pensar en lo que metía en ella, ya que su mente estaba ocupada por entero en Megan. Esperaba que Sarah hubiese podido localizar a Bob.

—Dios por favor —suplicó alzando los ojos al techo y con el corazón martilleándole en el pecho enfebrecidamente—, nunca te he pedido nada, te ruego que la salves, que lleguen a tiempo.

El sonido de alguien golpeando a la puerta antes de abrirla, lo hizo moverse y cerrar la valija, mientras el rostro sonriente de Tom aparecía ante él.

—Te conseguí un pasaje para esta noche —le comentó acercándose—, tendrás que hacer trasbordo y perderás unas cuantas horas, pero mañana por la tarde o como mucho a primera hora de la noche estarás allí. No pude lograr nada mejor, el próximo vuelo no sale hasta dentro de dos días.
—Te lo agradezco —agarró el equipaje con fuerza.
—Aún es pronto, en un par de horas te llevaré al aeropuerto —le arrebató la maleta y la dejó en el suelo—, no te preocupes.
—Si le llegara a pasar algo —murmuró con voz ausente—, yo…
—Estará bien —aseguró Tom dándole una palmada en la espalda—. Vamos a cenar, necesitarás fuerzas.

Comer, ¿cómo iba a comer cuando tenía el estómago encogido por la preocupación?


Cuando acabó de limpiar el desastre en que se convirtió la cocina no tenía ganas de cocinar, se preparó un bocadillo de atún, una pequeña ensalada y llevó la bandeja al salón, se sentó frente al televisor y zapeó devorando la improvisada cena. Se entretuvo un rato viendo un documental sobre hipocampos y otros seres marinos. Al primer bostezo apretó el mando y apagó, se incorporó y no se molestó en retirar los restos, ya lo haría mañana antes de salir.

Revisó puertas y ventanas, otra costumbre adquirida durante la convivencia con Colt, y fue a la alcoba. Se quitó la bata depositándola de cualquier manera sobre la silla y se metió en la cama, cerró los ojos dispuesta a disfrutar de una reparadora noche de sueño.


Llegó al aeropuerto con más de una hora de antelación, sin hacer caso a las protestas de Tom que insistió para que esperara, llamó un taxi y se marchó. La terminal estaba atestada, pero encontró un sitio donde sentarse. Nervioso, tamborileó los dedos sobre su rodilla sin dejar de mirar el reloj una y otra vez. El tiempo parecía haberse detenido, dio unos golpecitos a la esfera como si con ello pudiera hacerlo avanzar. Desquiciado se levantó y fue hacia las cabinas telefónicas, introdujo un par de monedas en la ranura y marcó el número de Bob, tras esperar tono tras tono, colgó de un golpe cuando nadie le contestó. Debía comprarse uno de aquellos malditos móviles, se dijo a si mismo.

Su cabeza era un bullicio de imágenes y cada cual peor, se imaginó a Megan tirada en la cocina desangrándose, o arrastrándose hacia la calle, o…, sacudió la cabeza e insistió en localizar a Robert con vanos resultados. Cuando anunciaron su número de vuelo, dejó caer el auricular que se balanceó en el aire y casi corrió empujando a la gente hacia la puerta de embarque. Unas horas más pensó, unas pocas horas y estaría a su lado.


Aunque estaba agotada o tal vez por ello, era incapaz de conciliar el sueño. Daba vueltas y más vueltas tratando de lograr la postura adecuada, pero era imposible. Encendió la luz y bebió un poco de agua del vaso que reposaba sobre la mesita, tumbada boca arriba apretó los ojos con fuerza obligándose a dormir, aquello era inútil, al entrelazar las manos sobre su regazo por encima de la sábana notó el metal, muy despacio acarició la alianza que volvía a estar en su dedo desde que regresara a casa, levantó la mano y observó el anillo que emitió un destello dorado al exponerlo a la luz, el pequeño aro que la unía a un hombre que siempre consideraría suyo. Porque a pesar que en unos pocos meses estarían divorciados, continuaría siendo su esposo en su corazón.

Parpadeando para evitar llorar apagó la luz y se abrazó a la almohada imaginando que era el cuerpo de su marido el que aferraba en la oscuridad. ¿Pensaría alguna vez en ella?—se preguntó pasando la mejilla por la suave tela— ¿recordaría las noches de besos y pasión que habían compartido en esa misma cama? Sí, se contestó a si misma, por que esa era la respuesta que necesitaba escuchar.

—Colt —murmuró a la noche—, te echo tanto de menos.

Sin oponer más resistencia al llanto que pugnaba por salir de su interior, dejó que las lágrimas humedecieran el almohadón mientras lo apretaba más contra ella.

—Vuelve a mi por favor —sollozó sabiendo que nadie la escuchaba—, te amo tanto que mi vida no tiene sentido sin ti.

Envuelta en el abrazo de las sombras creyó oírlo susurrarle palabras de amor, casi pudo percibir sus dedos acariciar su cabello, la piel de sus hombros desnudos, casi pudo sentir el calor de su cuerpo amoldado al suyo. Y sólo entonces consiguió dormir.

Continuará...

15 comentarios:

Ade dijo...

And the Oscar goes to... ¡¡Sarah!!

Además de convertirse en una buena amiga de Megan, es una actriz consumada, yo no hubiese podido hacerlo, ya con sólo ver la cara de terror que debió de poner Colt me hubiese resultado imposible guardarme la carcajada dentro y ni te cuento imaginar la cara de alucinada de Megan.
Pero que bien le salió la jugada, ahí que va el maridito cagando leches.
Bravo Sarah, bravo.

Estoy deseando leer ese reencuentro, ¿qué pasará? Uuuuuu.

Muy bien Mariola, me hiciste reír y estremecerme al imaginarla con el cuchillo de las verduras clavado en alguna parte de su anatomía. Joder, anda que te buscate uno pequeño.

Bouganvilla dijo...

¡Uau, fantástico! un hilo argumental estupendísmo. Me gusta mucho. Os visitaré a menudo. Saludos.

Iris Martinaya dijo...

Bien por Sarah, ya la quiero. Me ha encantado el teatro que ha hecho, y Colt, me ha sabido a poco, esta el allí y ha escuchado las palabras de Megam?, realmente la estaba acariciando, o era un sueño.
Arrrr, habrá que esperar al viernes.

Espero el siguiente con muchasssssss ganas.

BESOS

Mariola (presidenta del Club Colt forever. ¡Arriba ese machote! dijo...

Hola chicas aquí tienen el capítulo de hoy.

Quiero dar la bienvenida a Itzel y a Boungavilla a esta casita de locos, espero que se diviertan con nuestras cosas.

Ade jejeje tu ya sabes lo que siempre digo, Burro grande ande o no ande jajajaja.

Iris tu siempre con tus dudas, ya lo sabrás ya.

Gracias a todas por leer y comentar. Un beso.

Perséfoneluz dijo...

Adoreee este capitulooo jajaj

Voy a estar ansiando el próximo, quiero leer ese reencuentro, que emoción.

Besitos chicas muaaaks muaaaaks

Sabry Sandal (Más te vale que no aflojes cuando sepas la verdad, mirá que estoy a una lagrimita de arrojarme rendida a tus brazos!) dijo...

Ja!!! Hoy estoy de mejor ánimo y me voy súper eufórica, maldición!

Es que se ve que el tipo al fin recuperó el buen juicio, la razón, el cerebro, la materia gris... bueh, todo! Y salió corriendo por su mujer...

Así que hoy me tomo el atrevimiento de cruzar un par de palabritas con el señor (Tos para aclarar la garganta): La siguiente amenaza es para vos, Colt, sí, para vos, no mires para otro lado, que a vos te hablo: Más vale que no arrugues una vez que descubras la blanca mentirita de Sarah, me oíste? Te quedo claro? (Ojos vidriosos)Y algo más, que más necesitas para darte cuenta de tu lugar es junto a ella, por dios, me has hecho sufrir mucho! Te juro q de verdad no sé que iba a hacer si se terminaba nuestra tregua y no hacías algo para cambiar las cosas (Llanto hitérico)

Chicas, estamos en problemas, cuando empiezo a charlar con los personajes directamente... mmmhhh, es grave.

Grande Sarah, uhu!!

María, María, (bueno, vos hace rato que flaqueaste, me saliste balndita) esta bien que aflojemos ahora!?

Besos chicas!

J.P. Alexander dijo...

Ay que dulces, me sacaron un suspiro.

ana dijo...

yo quiero una amiga como esa en parte alguna vez e echo de celestina pero nunca hize una actuaccion tan buena viva por ti mariola este capi esta muy currado un beso

Sandra dijo...

Menudo capitulo, lo que me he reido con la actuación de Sarah, la cara de preocupación de Colt y como ha salido directo al aeropuerto. Solo espero que cuando se entere de la mentirijilla no la cague y se marche directamente (espero que Bob ayude un poco a que no se valla). Os habeis fijado en que Colt no se ha quejado en ningún momento de su enfermedad? (que estarán tramando ade y mariola ummm).

Esperaré con ansias ese reencuentro, con muchas pero que muchas muchas muchas ansias el capi del viernes.

Maria dijo...

Estoy aqui,Sabry y demas compis comentaristas,estoy ya aqui....

Despues de leer el ca.atrasado q tenia,y que me dejo pensando(si,si estamos mal,lo se)q Colt es q ya no tenia por donde cogerlo¿por el pescuezo y zarandearlo?¿o por sus partes nobles y que su voz se conviertiera en un pitito?.

Asi que con rabia asesina por el idiota e imbecil del llamado Colt,me refugie inmediamtamente en el cap, de hoy....y solo puedo decir¡¡¡Bravo,Bravo por Sarah!!!

Me hizo reir,la imaginacion que le dio al pequeño accidente q tuvo Megan,fue suficientemente acertada pa' q el idiota(lease Colt)se le despertara la unica neurona q tiene en la cabeza.

Me encanto!!En que momento dije q odiaba a esa chica,a Sarah?? Pues nada,nada,no me hagan caso,me encanta.....

De Colt???Espero q en el proximo cap.nazca el Colt q me enamoro en los primeros episodios y que este idiota e imbecil que tomo su lugar,desaparezca......y mas concretamnete q desaparezca su enfermedad,es q no vivo q el pobr...digo el idiota sufra de ese modo.


Ufff ahora hasta el viernes,leñe!!

laqua dijo...

Ayayayayyayayayyyyyyyyyy...
¿Falta mucho para el final?????
¡¡Estoy en ascuas!!

pepis dijo...

oh pero bueno a sarah hay q darle un papel melodramatico en Broadway y le queda cerca de donde ella vive jiji eso estuvo genial me rei a mares, con su ocurrencia. ojala que Bob coopere con la **** operacion RECONCILIACION Megan-Colt...**** y si este indiecito hermoso de Colt no reacciona ,lo mando a azotar ,aunque ya hice las pases con el. OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOh my God !!! que fue eso ultimo yessssssss ya llego a la casa de Megan y ella piensa que esta sonando OMG !!!!! cuando se de cuenta OMG!!!! ,no puedo esperar al viernes por Dios que voy ha sufriiiiiiiir estos dias jiji .gracias.

Vero (mex) dijo...

Hola chicas intentando pasar lista para que se me haga costumbre jajajaja.....espero con ansias el viernes
Besos, se cuidan

Mariola (presidenta del Club Colt forever. ¡Arriba ese machote! dijo...

Hola chicas, gracias como siempre por comentar, espero que les haya gustado este capi.

Ay Sabry yo que creí que eras más fuerte y a las primeras de cambio te rindes, por que muchas amenazas y todo lo que quieras pero ya te veo a sus pies jajajaja. Un beso.

Citu otra que tal, que si era remenso y mirala suspirando.

Mucha gracias Ana, me alegro que te gustara, besos.

María ay como me reí con lo de las partes nobles, pero te aclararé algo, Mi adoradisimo Colt no tiene partes nobles son todas regias y divinas jajajaja. Y no te cortes, no tienes que seguir insultándolo ya vi entre lineas que te tiene loca jajaja.

Hola Laqua, pues no no falta mucho para el final así que un poco de paciencia. besos.

Ay pepis, y luego dicen de mi imaginación la tuya es desbordante jajajaja, veremos que pasa el viernes lo mismo Colt no reacciona como esperamos, besitos.

Hola Vero(mex), que alegría ver que te animaste a comentar, en cuanto le cojas el gustillo veras como no hay quien te pare. Un besazo enorme para ti también.

Bueno mis lindas comentaristas gracias por vuestro apoyo y vuestras palabras aunque sea para machacar a mi guapísimo Colt. El viernes un poco más de esta historia. Besos.

Sammet dijo...

Bravísimo por Sarah!! es la gran actriz y le daré -al igual que Ade-, un oscar por ser tan excelentísma actriz.

Colt: aún sigo enojada contigo. ¿Por qué tienes que reaccionar sólo en un momento taaaan dramático? Joder! que de verdad que te doy unos buenos golpes!! Eso sí, como se te suba la mierda a la cabeza de nuevo esta vez si que te voy a dar una buena madriza, que de verdad que eres muy pero muy bruto...

Ay dios!! Marioly como logras que me sulfure con este tipejo... voy a por el siguiente capítulo, a ver que pasa por ahí...

Esa parte final, uff! me ha dejado suspirando.

Megan: has sido muy blandita con Colt, y que tú no lo perdonaba tan pronto, o al menos hasta después de haberle dado unos cuantos golpes, pero bueno... te perdono por ser tan débil querida, sólo por que me caes muy pero muy bien eh?

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