viernes, 8 de octubre de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO CAPÍTULO 27 (2ª parte)





La mañana estaba resultando un infierno pues sus pensamientos no le dejaban vivir y habían influido de manera desastrosa en sus quehaceres y en su relación con su gente, hicieron que el entrenamiento resultase un desastre, sus gritos y sus estallidos de cólera no solo no insuflaron ánimo en sus hombres sino que los hizo perder el ritmo, mas tarde discutió con su padre sobre una nimiedad, estuvo a punto de golpear al joven herrero por el simple hecho de que lo miró sonriendo y para más desconcierto y  para desestabilizarle aún más la preocupación había arraigado en él, aquella terca llevaba horas fuera de la seguridad del castillo.

En un vano intento de aquietarse decidió sentarse en el patio para sacar filo a su espada. Levantaba de vez en cuando la cabeza hacia el horizonte, mas el tiempo avanzaba y ella no aparecía. Exasperado pasó con más fuerza la piedra por la hoja, las risas de unas muchachas que regresaban con sus cestos de ropa del río le hizo ralentizar el movimiento, con un suspiro las examinó ¿por qué Liana no podía ser como aquellas mujeres que sabían cual era su sitio? ¿Tan difícil era obedecer al esposo y darle hijos sanos y fuertes? cualquiera de esas jóvenes serían felices al enterarse que esperaban un niño, pero Liana no sólo no lo obedecía, como muestra el hecho de que había vuelto a montar sola a pesar de su mandato, sino que además estaba dispuesta a poner en riesgo su salud tomando aquella pestilente pócima con tal de no quedarse preñada. Maldita la broma de los hados que le hicieron enamorarse de esa enojosa dama.
Respiró aliviado al verla aparecer por el portón, pero rápidamente continuó con su tarea, si pensaba que iba a correr como un corderito a su lado estaba muy equivocada, hasta ese día se había comportado como un necio acatando todos sus caprichos, pero ya era hora que aprendiera quien era el Laird, su Señor al que debía total y absoluta obediencia.

Liana dejó la yegua al cuidado del mozo y abandonó los establos, había visto a Aldair afilando concienzudamente su arma. Viendo que ese sería el momento perfecto para conversar, se sacudió los pantalones y fue a su encuentro.

Levantó la vista cuando Liana le tapó la luz del sol, gruñó y le hizo una señal para que se apartara. Ella chasqueó la lengua y se sentó con las piernas cruzadas a su lado.

—Aldair —miró al frente un poco dolida ante su indiferencia—, ¿podemos hablar ahora?
—Os escucho mi señora —otorgó haciendo saltar chispas con el pase del pedrusco contra el metal.
—¿Vas a seguir llamándome señora todo el tiempo? —preguntó mirándolo de soslayo.
—¿Acaso no lo sois? —contestó aplicando más fuerza a su tarea.
—Veo que sigues enfadado y así es inútil mantener una conversación
—¿Vos no lo estaríais si la mujer que amarais os mintiera descaradamente? —demandó con sarcasmo.
—No te mentí ¿acaso no te conté para que era lo que había en la bolsita?
—Oh si, para vuestros dolores de cabeza.
—Justo el que se me está levantando ahora mismo —susurró llevándose los dedos a las sienes—. Necesito tiempo, Aldair.
—¿Para planear más embustes? —interrogó elevando una ceja.
—¿Cómo los tuyos? —demandó a su vez.
—Jamás os he mentido —bufó soltando el arma—, ni una sola vez.
—Por eso cuando te pregunté si podríamos regresar a mi época cambiaste de tema.

Le vio recoger su espada y levantarla en alto deslizando el índice por el canto.

—¿De donde habéis sacado esa absurda idea?
—No todo el mundo me quiere aquí —respondió clavando la vista en sus rodillas—, algunos se han esforzado mucho en hacerme ver que no pertenezco a este lugar.
—¿Quien os ha molestado? —inquirió soltando el arma bruscamente y tomándola por los hombros la giró hacia él.
—Eso no importa —añadió sacudiéndose de su contacto—, y no cambies de tema.

Aldair la contempló largamente buscando las palabras adecuadas, un tic se instaló en su mandíbula y el corazón comenzó a bombearle frenéticamente.

—Solo os oculté esa información —musitó quedamente.
—¿Y por qué? —demandó abriendo los ojos como platos.
—Temí... —carraspeó ruidosamente—, temí que hicierais uso de ella si os cansabais de mi.
—¿Entonces es verdad?
—Lo es —confesó abrumado-, aunque no es tan sencillo como creéis —tras un momento de vacilación continuó—, sólo puede hacerse dos veces al año, durante los solsticios y...
—¿Por qué no confiaste en mi?
—Ya os dije tuve temor a...
—No eres un objeto Aldair, eres el hombre con el que decidí pasar el resto de mi vida —musitó depositando la palma sobre su muslo.
—Y vos la mujer que elegí para que alumbrara mis oscuras noches —susurró atrapando su mano entre la suya.
—¿Y por qué no hacemos las paces? No me gusta estar peleada contigo.
—No sabéis lo feliz que me hacéis con vuestras palabras —le pasó los nudillos por la mejilla—, recé para que rechazarais la absurda idea de no tener bebés.
—Yo no he dicho eso —se apartó de su caricia y lo miró fijamente.
—¡Demonios! Me habéis hecho concebir falsas esperanzas.
—Tú solito has imaginado lo que no era.
—Eso quiere decir que estáis decidida a continuar ingiriendo esa repelente porquería —rugió cerrando los puños al verla asentir.
—No estoy preparada para ser madre Aldair —espetó con igual furia— aún no.
—Todas las hembras nacéis preparadas para engendrar —afirmó casi sin aliento—, esa es vuestra tarea al fin y al cabo.

La cabeza le empezó a dar vueltas al escuchar semejante comentario, aunque comprendía que estando donde estaba era un pensamiento de lo más normal, para ella resultaba extremadamente ofensivo. Tomó aire dispuesta a plantarle cara y decirle unas cuantas verdades pero cerró la boca al ver a la joven que se acercaba con una jarra de peltre en una mano, mientras la otra descansaba apoyada en la cadera, que contorneaba de tal forma que Liana pensó que se le dislocaría de un momento a otro y se caería de bruces o al menos eso fue lo que deseó que sucediera al ver el repaso que le estaba dando a su hombre.
La chica, que apenas debía tener 19 años y no debía medir más de 1'55 llevaba el dorado cabello sujeto en una gruesa trenza que caía por su hombro casi hasta la estrecha cintura, sin poder evitarlo tocó el suyo haciendo una mueca ante su escasa longitud a la vez que se percataba como los enormes ojos azules brillaban con lascivia devorando al guerrero sentado a su lado y sus carnosos labios se curvaban hacia arriba coquetamente resaltando las sonrosadas mejillas. Con disimulo echó una ojeada a sus gastados vaqueros y se arrepintió de llevarlos, pues seguro no lucían tan bien como esa falda de lana marrón pegándose a esas torneadas piernas
A pesar de ser menuda tenía que reconocer que la mujer poseía cierta gracia,  bueno la realidad era que la mozuela era hermosa y exuberante cosa que quedó patente cuando se detuvo frente a ellos dejando una amplia porción de sus generosos senos a la vista, al tiempo que estiraba el brazo y le ofrecía la vasija a Aldair. Desde luego esa niñata la estaba arruinando físicamente, pues nunca antes se había quejado del tamaño de los suyos, pero al ver aquellos deseó que fuesen un poco más grandes.

—Os he traído un poco de cerveza mi señor —dijo la chica pestañeando sin cesar al llegar junto a ellos.
—Os lo agradezco Fiona —declaró él tomando la jarra que le tendían y dando un largo trago.
—He visto que habéis pasado varias horas bajo el sol y pensé que debíais estar sofocado— añadió la chica inclinándose ligeramente dejando a la altura de los ojos su busto casi desnudo.
—Sois una hembra como Dios manda —sonrió Aldair paseando las retinas por aquellos dos lechosos montículos que se agitaban frente a él por la respiración exagerada de la descarada.
—Estoy para serviros mi señor —contestó enderezándose mirando irreverentemente Liana que la escudriñaba irritada—, a cualquier hora del día o de la noche —recalcó sin ningún pudor.
—Tendré en cuenta vuestro ofrecimiento -respondió divertido al percatarse del semblante enfurecido de su dama -ahora regresad a vuestros quehaceres.

Faltó el canto de una moneda para que no se levantara y agarrara de los pelos a aquella furcia que coqueteaba con toda la naturalidad del mundo con Aldair sin importarle que ella estuviera presente, iba a decirle a esa zorra cuatro cosas bien dichas cuando se dio cuenta como babeaba el muy idiota cuando le puso las tetas en la cara y esta se transformaba por la lujuria y  sus dedos se crisparon sobre la jarra mientras se relamía los labios observando aquellos dos exagerados globos balancearse en sus narices. Herida giró el cuello para no seguir viendo la desagradable escena, aunque al oír el procaz ofrecimiento se volteó rápido y casi se muere del golpe de calor al escuchar la respuesta de él.

—Voy a cambiarme —dijo observando como Aldair contemplaba embelesado la marcha de la en-breve-serás-una-difunta-muchacha.
—¿Ya no queréis conversar?
—No, más tarde quizá, ahora tengo la garganta seca.
—Oh, ¿queréis darle un sorbo? —le ofreció poniéndole delante la cerveza reprimiendo las ganas de reír.
—No, gracias, me sentaría mal —dijo entre dientes, <<así te atragantes con ella, gilipollas>> pensó aguantándose las ganas de darle un coscorrón—. Tengo cosas que hacer, adi...
—Que amable ha sido Fiona ¿no creéis? —la interrumpió disfrutando de esa nueva faceta suya.
—Sí mucho —se puso en pie—, encantadora.
—Y hermosa.
—En efecto muy guapa —se mordió la lengua para no decir lo que realmente pensaba de esa buscona, con cuerpazo, pero de tres al cuarto.
—Sin duda una chica espléndida que sabe cual es el lugar que ocupa y lo que se espera de ella —tomó un trago para ocultar la sonrisa que curvó sus labios cuando la vio cerrar los puños—, una autentica McRea que no le haría ascos a una camada de hijos revoloteando a su alrededor.

Si lo que pretendía era humillarla y hacerla sentir como una autentica basura al dejarle bien claro que no era una del clan, ya que sus valores morales distaban mucho de los que regían por aquel entonces lo estaba consiguiendo  pensó tragándose las lágrimas. Apretó los puños con más ahínco hasta sentir como las uñas se clavaban en sus palmas. No le daría el placer al hijo de puta, que no cejaba de lanzarle puyas, verla llorar.
Los celos que le corroyeron el corazón con el coqueteo de Aldair y la sirvienta habían pasado dejando en su lugar un dolor que le estrujaba el alma ver como el hombre que amaba no perdía ocasión en agraviarla.
Con denuedo se tragó el nudo que le comprimía la garganta, lo sentía mucho por él, pero ella no era una mujer dócil, ni se sometía a la voluntad de un machista engreído y sin seso por mucho que lo quisiera.

—Pues aun estás a tiempo —espetó sorprendiéndose por la serenidad de su voz cuando se sentía temblar por dentro—, tal vez sea ella la mujer que te conviene y no yo.

Aldair estuvo a punto de atragantarse con la bebida al  oír la inesperada sentencia. Buscó sus ojos y vio un destello de pesar relucir entre la humedad contenida.

—Quizá esa Fiona o cualquier otra sea lo que necesites Aldair McRea —escupió las palabras tragándose un sollozo— estoy segura que estará encantada de parir a todos los hijos que quieras darle.
—Escuchadme —se incorporó para agarrarla arrepentido de su tonto juego, pero ella se apartó antes que pudiera tocarla volcándole con el rápido gesto la bebida encima.
—Sí estoy convencida de ello —continuó haciendo caso omiso de la maldición que brotó de la boca del hombre al sentir el dorado líquido chorrear por su torso—. Quizá lo mejor es que regrese a Edimburgo, a mi casa, a mi tiempo, con la gente que sí me quiere, con Carlos.
—¡Liana!

Pero ella ignoró su reclamo echando a correr hacia el interior del castillo. ¿Cómo podía ser tan petulante creyendo que esa mujer terca como una mula reaccionaría como una temerosa damisela y acataría sus órdenes rindiéndose a sus necesidades? Liana era Liana, orgullosa, quisquillosa y mordaz defectos que le desesperaban y que a la vez le hacían amarla como jamás amó a ninguna otra. Si esa insolente hembra pensaba que iba a escapar de él para regresar a los brazos de aquel gañan de su amigo es que había perdido el juicio.
Era tanta la rabia que lo poseía al ver la necedad que acababa de hacer que sin pensarlo lanzó un puñetazo contra el cercano muro, soltando un exabrupto al ver la sangre manar de sus nudillos, recogió la espada del suelo y con grandes zancadas se encaminó en su busca.

Continuará...







 Feliz fin de semana

14 comentarios:

AKASHA BOWMAN. dijo...

Diosss Diosss qué bueno.... aunque debo admitir que una de mis uñas ha sufrido un grave percance durante esta lectura jajajjajajaja
Me encantó "ver" a ese Aldair que, pese a estar disgustado con ella, no cesaba de alzar la mirada en busca de esa joven impertinente y mordaz que osaba desobedecerlo saliendo a cabalgar sola. Si llega a saber de cierta conversación jejeje

Me gustó que Liana cediera un poquito y se acercara dispuesta a dialogar y hacer las paces.

¡No me gustó el descaro de esa "pechugona" de Fiona, mostrándose toda ufana delante de su Laird (poniéndole los pechos delante como si lo fuera a amamantar) y sin respetar ni lo más mínimo a Liana! Tampoco me agradó que esta se sintiera inferior a las demás mujeres del clan (y a esta en concreto) por su apariencia, por la escasa longitud de su cabellera y su vestimenta diferente. ¡Cuantas veces yo misma me habré mirado con resignación comparándome con otras damas a mi alrededor? ¿Cuantas veces me habré tocado el pelo y pensado: "vaya, estás hecha un cromo"- perdón, estampita-?

En fin, mal hecho que Aldair usara esta pequeña muestra de inseguridad para darle celos a su mujer.

Ahora paso a relataros el por qué del percance de mi uña jejeejej: estaba leyendo esa parte en que Liana se levanta furiosa y dolida escpiéndole en la cara que lo mejor sería que regresara a Edimburgo, a su época, con la gente que sí la quiere y la acepta como es ¡¡¡¡Carlos!!!! Al ver a Aldair intentando refrenarla yo estaba deseando que no lo consiguiera y que ella se marchara corriendo al interior del castillo (como hizo) y se encerrara en la alcoba, trancando la puerta. jajajajjjaaj ¿seré ruín? Quería que sufriera un poquito-mucho, y espero que Liana se mantenga firme y haga claro ademán de reunir sus petates y marcharse (que no lo haga eh, que sea solo el gusto de ver a Aldair sufriendo un poquito... jejejje)

Besos queriditas, como siempre un capítulo sublime, hoy me he ido con un muy buen sabor de boca.

Ana Catalina dijo...

Hola, hola... excelente capitulo!!! y si yo hubiera fuera Liana pondria en su lugar a esa Fiona porque mira que descaro el suyo y mugre Aldair que acepta el juego para enojar a Liana... haber si Liana no cumple su promesa!!! :)

Sabry Sandal dijo...

Qué hijo de puta!!!

Se me cayó un ídolo, chicas... una cosa son unos celitos inocentes, y otra muy distinta es el coqueteo descarado con las zorras arrastradas que acechan por doquier, jum! Fea, la actitud, fea la actitud!!

Es lógico que Liana quiera huir de esa época y de su lado, si el bastardo se porta así, así que Liana, amiga, yo te propongo una noche de copas a tu regreso, =)

Me voy sumamente decepcionada, Sr. McRea... piense en alguna original manera de resarcirse, eh?

Espero que todo este bien, chikis, un beso enorme y buen finde!!

Sabry Sandal

...Mara... dijo...

Oooooooohhh!! dioss!!! que excelente capitulo! casi me pongo a llorar por lo malo que fue Aldair! no me parecee!! la hirio mucho.... yo no lo perdonaria tan facil!! hay que estar conciente de aunque sea un juego termina mal y lastima!! Aldair muy RATAAAA!!! y la gafa esaaa!! pechugonaa!! ... -.- jummm descarada!! pero buenisimo cap! creo que estoy repitiendo mucho lo mismo!! jajajaja!!

bueno sigan asi!! un besoteee! y espero con ansias el proximo cap!! love u!!

veronik dijo...

Ni que decir otro capitulo de 100....haaaa esos celos por andar dando celos le salio todo al reves je...mis niñas siempre aflorando mis lagrimitas (maldicion y yo sin pañuelos a la mano) ahora hasta el martes otra vez fin de semana largo y sin ninguna fiesta para aligerar la espera jajaja en fin tendre q repasar la historia de principio tratando de desifrar esas sorpresas q tienen mis niñas (cosa q no creo poder...no hay quien pueda con esas 2 cabecitas).....besos

PD. pasando lista y disfruten este fin de semana¡¡¡

KaRoL ScAnDiu dijo...

Que conste que es la primera vez que diré eso: ALDAIR ES GILIPOLLAS.
Dicho eso, que nadie me lo quite que es mio;MD

¿Como ha podido hacerle eso? Las cosas que le dijo... te juro que me sentí en la piel de Lianna. Oyendo las burradas que soltaba el muy tonto...

El capítulo ha estadomaravilloso, se me hizo cooorto, quería mas, mucho mas. Ahora toca esperar, porque lo que viene a continuación será... ¡no tardéis demasiado!

kisses mis queridas;D

Irene Comendador dijo...

Dios me dolieron al igual que a ella cada una de sus palabras a favor de la puta esa, y que el pensara que solo era un juego, quenecio, y como vosotras almejillas mias, me dejais asi, como os atreveis, no puede ser, pobrecilla mi Liana, ella no se merece tamaño dolor, el ver que su hombre la deja a la altura del suelo, haciandola ver que no es parte de ese mundo y esa tierra
No se si podre soportar el tiempo que tardeis en publicar el siguiente cpitulo chicas, pero bueno lo intentare, maldita Irene que nacio sin paciencia, como me hace sufrir eso siempre

jajajajajajajaj
besos mis chias os adoro ya lo sabeis

αṉģÿÿ dijo...

Ay regalos en mi otro blog,espero q te gusta-besos-y feliz finde......

http://checktheseblueskiesout.blogspot.com/2010/10/regalos-de-fin-de-semana.html

Unknown dijo...

Hola Chicas, ya me lei los capitulos de esta semana, esta cada vez mas buena la historia..

y me da rabia ese viejo gruñon, es ke de verdad necesita un nuevo pasatiempo o una mujer para ke le kite esa amargura ke tienen..

kien es el salvador de Liana, yo todavia estoy perdida hay ajjajaja..

y esa babosa de fiona lo ke le falto es lanzarsele y listo, ke descarada jajaja... boba esa. y Aldair se paso con esa brama, con eso no se juega, que malo ¬.¬

Bueno chicas me tocara esperar para leer mas =D.
Les deseos un Feliz Fin de semana y lo pasen bien, Besos a las dos

INFECTADA X dijo...

Dios mio, que hasta yo he sentido los celos. ¿Pero que se cree Aldair? que la Liana iba a ceder así como así? Ay que cojo a la otra y le arranco la trenza allí mísmo. Que esto no quede así, almejas. A esa Fiona hay que darle un escarmiento (por no decir una de ostias). Quiero una revancha yaaaaaaaaaa. Al Aldair se le hizo el culo pepsicola cuando le dijo que regresaba al futuro (espero que Liana no lo haga).
Jolín, me ha encantado y se me hizo cortito. Cada vez los capítulos están mas enriquecidos de vocabulario (utilizáis palabras que hasta estoy copiando en mi blog de sinónimos). Sois unas cracks llenas de talento. Por cierto, Ade, que lo de tu mamá no sea nada, que me pareció leer algo. Besitos a las dos de vuestra chirli que os adora y admira.

J.P. Alexander dijo...

Holas chicas que genial capitulo quiero dejar sin pelo a Fiona me cae mal y es una tarada y perdida al buca aldair.
Ojala ya esa parejita hable y se entienda.
Perdon por no haber aparecido antes pero se subio la azucar y he andado media rara.
Un beso y se me cuidan

La Biblioteca Encantada dijo...

Chicas, ¡¡¡pero qué buen capítulo!! Me ha mantenido enganchada de principio a fin, ¡y qué risas con lo de "la marcha de la en-breve-serás-una-difunta-muchacha"! Jajajajaja, buenísimo. Ay chicas, lo digo en serio, las editoriales están tardando en firmar con vosotras, lo hacéis genial.

Un besote,

Lana.

krlitalabeba dijo...

chicas ame este capitulo hahah dios Aldair aun no conoce a liana va a tener que hace rmucho para contentarla y mas con lo que hizo diosss de verdad que me dio risa cuando aldair coquetea con fiona y liana pensando en matarla pero se contuvo asii esssss por ella team iana xD

Silvia dijo...

Esta pelea esta durando más de lo habitual y cada vez va a peor, como no hablen sin nada de celos de por medio no sé como lo van a arreglar.
Esta vez Aldair no hizo bien.
Gracias por este capitulo.

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