martes, 3 de noviembre de 2009

CONQUISTADO POR LA PASIÓN (CAPÍTULO4)


Dos largas e interminables semanas llevaba viviendo en aquella fortaleza.
Durante aquel tiempo libró varias guerras y ganó algunas batallas. Aunque apenas bajaba a cenar, las veces que lo había hecho los hombres se levantaban cuando entraba y moderaban sus modales, ella lo agradecía en silencio y con una sonrisa en los labios. Pasaba parte de su tiempo con Margaret en la cocina, esta le presentó a varias mujeres y con su ayuda consiguieron limpiar el castillo, los muebles fueron pulidos, los podridos juncos del suelo fueron reemplazados por unos nuevos y frescos, las paredes se fregaron hasta casi lograr que las piedras brillasen, los grandes tapices se retiraron con la ayuda de unos cuantos hombres y en el exterior fueron sacudidos hasta que no quedo una sola mota de polvo sobre ellos, ahora lucían de nuevo en su lugar de siempre, pero con la diferencia de que se podían distinguir claramente las figuras que en ellos aparecían. Dà Teintean se veía distinto, igual que ella, por que poco a poco la gente fue cediendo ante la presencia de una desconocida y la fueron aceptando. Sí estaban empezando a reconocerla como a una de ellos, sonrió feliz porque se iba ganando a su pueblo.

Le gustaba esa gente sencilla y desconfiada, disfrutaba mezclándose con ellos en las tareas cotidianas, después de todo la habían educado libre, su padre y su hermano se preocuparon que aprendiera todo lo que una dama debía saber, así que a regañadientes consiguió aprender a tejer, a bordar, a permanecer en silencio cuando los hombres hablaban…, pero no le cortaron las alas, ellos la conocían bien, sabían de su espíritu libre y le consintieron montar a caballo a horcajadas, a bañarse en el río desnuda bajo la brillante luna, a corretear riendo y con el viento enredando sus cabellos, por las suaves colinas que rodeaban su hogar.
Cerró los ojos, su hogar, aquel lugar que ahora le resultaba tan lejano. Sacudió la cabeza, no se iba a poner triste por algo que ya no tenía remedio, ahora pertenecía a aquel sitio y trataría por todos los medios de adaptarse a él. Después de todo debía estar contenta con sus progresos, por fin estaba siendo aceptada como uno más, tal vez le costara un poco más de esfuerzo, aquella gente no estaba acostumbrada a que su señora realizara tareas tan serviles como hacer pan o mermelada, o que les ayudara a recoger la cosecha de manzanas como iba a hacer aquel día, aquella gente aún seguía sorprendiéndose cuando les daba las gracias después de servirle la cena o cuando realizaban alguna tarea que ella les había pedido, abrían los ojos, se sonrojaban y después asentían levemente. Sí, se estaba ganando el corazón de su pueblo y se sentía gratamente satisfecha. Tan sólo Niall, Muriel y su corte de seguidores parecían ignorarla por completo, a ella no le importaba, sabía porqué estaba allí, una alianza, algo que era bastante común, su matrimonio con el Laird McInroy aseguraba a este y a su hermano Duncan, -ya que su anciano y enfermo padre delegó en su único hijo-, una tregua, evitaban invasiones de unos por parte de otros, así como la ayuda inmediata si alguno de ellos se encontraba amenazado.
Así era la vida en aquellas tierras inhóspitas, una tierra de hombres y para hombres donde las mujeres eran poco más que nada. Puede que eso fuera así, pero no estaba dispuesta a consentirlo, ella encontraría el modo de seguir siendo libre a su manera, las circunstancias la tenían atada a un hombre que la detestaba, pero no iba a consentir que ello le afectara, la vida estaba llena de pequeñas cosas que merecían la pena, jamás amaría o sería amada, si su destino era ese lo aceptaría, pero mantendría su orgullo y su dignidad intactos.
Si Niall McInroy pretendía anularla, que se rindiera a sus pies estaba muy equivocado.

El sonido del metal contra metal la apartó de sus pensamientos, se acercó a la muralla y miró hacia abajo donde los hombres estaban entrenándose con las espadas, ahora era tiempo de paz, pero cada día durante varias horas, aquellos fornidos hombres luchaban entre ellos. Recorrió con la mirada la escena, deteniéndose justo en el centro de aquel polvoriento patio, con la espada en la mano girando despacio estaba su esposo, sin poder evitarlo deslizó lentamente los ojos por aquel cuerpo poderoso, observó como flexionaba sus piernas dejando ver sus fuertes pantorrillas, los músculos de la espalda se tensaban, los sólidos brazos se movían ágilmente, abrió la boca tomando aire, por unos instantes un extraño calor se había ido apoderando de su cuerpo sofocándola. Niall se dio la vuelta y Brianna pudo contemplar su torso brillante por el sudor que lo recubría debido al calor y al esfuerzo, el pelo negro le caía sobre los hombros y la cara, su rostro estaba tenso por la concentración, ella siguió mirándolo completamente embelesada, imaginándoselo en el fragor de una batalla, parecía un animal, un bello animal salvaje, suspiró levemente, su esposo era un hombre hermoso, muy hermoso. Él fue hasta uno de los barriles llenos de agua, tomó un poco y vertió el resto por la cabeza, Brianna reparó como el agua corría en pequeños ríos por su piel bronceada, como las minúsculas gotas se enredaban en el oscuro vello de su pecho. Él levantó la vista y sus miradas se encontraron por unos segundos, sus fríos ojos azules estaban clavados en ella, sus rodillas se debilitaron, se agarró al muro temiendo caer. Él rompió el contacto cuando alguien lo llamó por su nombre, sus labios carnosos se estiraron en una sonrisa, lo vio abrir los brazos y cerrarlos en torno a Muriel, que se había acercado corriendo tan pronto terminó el entrenamiento. Brianna se apartó de la muralla, cogió cesta de mimbre del suelo y echó a correr para reunirse con las otras mujeres que ya se alejaban del castillo.

Era tiempo de paz, una paz tan frágil como una tela de araña, cualquier escaramuza, cualquier excusa por pequeña que fuera podía ser el detonante para provocar una guerra entre clanes, y eran muchos los Lairds sedientos de batalla, él lo sabía y no podía permitir que sus hombres o él mismo se volvieran débiles como mujeres, con músculos atrofiados, así que les imponía a todos, y a si mismo, a ejercitarse cada día en el arte de la espada, daba igual que lloviera, nevara o hiciera un calor bochornoso como esa mañana, era su deber y por su vida y su honor mantendría a los hombres del clan listos y preparados para la lucha.
Estaba sofocado por el calor y el esfuerzo, aquello no era sólo un simple entrenamiento, utilizaban sus armas, nada de estoques de madera, así lograba que los hombres mantuvieran la atención. Durante más de dos horas permanecieron bajo el sol. Como por aquel día ya era suficiente, se dirigió al barril de agua y con la vasija la vertió sobre su cabeza después de beber un poco, el agua fría le refrescó y le destensó los músculos, fue sosegándose lentamente, pero la sensación de estar siendo observado le hizo alzar la vista hasta la muralla, y se encontró con los ojos verdes de su esposa clavados en él, dos lagunas profundas que lo miraban sin pestañear, su cabello parecía arder bañado por el sol, no podía apartar los ojos de ella, por un instante imaginó esa melena enredada entre sus dedos, esos labios rosados y entreabiertos sobre su cuerpo. No, Brianna era su esposa, pero era a Muriel, la mujer que lo llamaba y corría hacía él a la que amaba, su corazón le pertenecía por entero, siempre lo había hecho desde el instante en que la vio llegar sobre la grupa de su yegua para casarse con su hermano. Sonrió, abrió los brazos y sujetó con fuerza a Muriel entre ellos, bajó la cabeza y la besó con toda la pasión del mundo.

Brianna ya casi estaba a las puertas del castillo cuando un pequeño revuelo la detuvo en seco, se volvió y vio espantada como Liam McInroy arrastraba a un muchacho asido por la oreja, anduvo sobre sus pasos y se detuvo frente a él con los brazos en jarras.

- ¡Soltadlo inmediatamente! –gritó enfurecida.
- No os metáis en esto, señora -contestó el hombre apartándola de su camino-. No es asunto vuestro.
- Por supuesto que es asunto mío, por algo soy vuestra señora –replicó indignada ante la falta de respeto-. Le estáis haciendo daño, es sólo un niño.
- ¿Qué está sucediendo aquí? -la voz grave de Niall recortó el aire sobresaltándolos.
CONTINUARÁ...

14 comentarios:

Sabry Sandal dijo...

Ahh, no, chiquitas!! Cómo me dejan la historia así!?

Bri cada vez está mejor, se está bancando los desplantes del cavernícola como toda una señora, bien por ella!

Por otro lado... por qué conformarse con que nunca va a ser amada?? Por qué no hace exactamente lo qeu su esposo? Qué se busque un amante, carajo!!

Estoy esperando ansiosa el momento en que este tardado de confunda de nombre y en lugar de Muriel, diga "Brianna", jajajaj, por qué tarde o temprano, sucederá, verdad??

Gran capi, nenus, beshitos, lkm!!

J.P. Alexander dijo...

Cada vez me gusta más el personaje de Brianna.

Espero que Niall entre en razón y se le quite algo de lo cavernicola que es.

Maria dijo...

Bravo por Brianna!!!!!!!

ahhhhh ainssss ya poquito a poco el NENADERTHAL,ya esta "viendo" a Brianna.........ay chicas,pero ¡¡¡porfavor!!!no hagan q Brianna caiga rendida ya en su atractivo ni el la sensulaidad de ese cuerpo......joder q tengo q pensar q lo odio...pero leñe se me hace muy dificil con ese fisico impresionante.....
Venga Brianna q tu puedes!!! jajajja

Un beso a las dos

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ithaisa: Sabryyyy toy contigoo tamb kero ver ese momento de error de nombresss pero k sea k diga Brianna a Muriel no al reves ehh!! xDDD

Besossss

Ade dijo...

¿Habrá o no habrá confusión de nombres?
¿Caerá Brianna rendida en los fuertes brazos de Niall? ¿O por el contrario será Niall el que caiga en los de ella?
¿Lograremos que todas acabéis adorando a ese bruto (pero impresionante) escocés?
Que de preguntas ¿verdad?
Ya veremos si hay respuestas.

Gracias por comentar y hacerlo de esa manera tan graciosa.
Me gusta que lo vivais.

Mariola dijo...

Que razón tienes Ade, cuantas preguntas y nosotras sin respuestas jajajaja.

En fin, trataremos de encontralas, y por cierto yo ya adoro al escocés, me da igual que sea bruto, tiene un no sé que que me encanta, (babeando), no sé por que le tienen tanta manía al pobre, de verdad que no me lo explico.

Besos y el jueves más.

Maribel dijo...

Muriel es como la mosca cojonera que no te deja dormir la siesta en verano...
¿No habeis pensado en aplastarla?
¿Solo un poquito??

Brianna es toda una mujer... pero que no ceda a la debilidad de la carne...

Ade, deja de hacer tantas preguntas y cuenta massssss....

Mariola, eres un peligro con los escoceses... Me tienes que contar tu viaje...

besos nenas...

mara quien si no .... dijo...

J AJ AJA JA JA Maribel tiene razón Muriel es una mosca cojonera.Tengo mata moscas un día de estos la rocio con el ja ja ja .

Los hombres tienen una neurona ¿No lo sabiais? .....Y a Niall se le a muerto media.No ve la joya que tiene en casa.A ver si entra en razón y espanta a la mosca.

¿¿Así que esta historia es para divertirse?? ¬¬ Bueno pues cuando vea a Niall mordiendo el polvo me divertiré ^_^

Sois las mejores y la historia me encanta......Si es que soy una sufridora ja ja ja ja XOXO

Ade dijo...

Maribel, ¿aplastar a Muriel? ¿por qué? con lo dulce es.
Ande luego...

De siempre se me dio muy bien preguntar, pero el responder me cuesta mucho, así que perdona que te deje con la incógnita, y de verdad que no es maldad, pq recuerda que soy Santa Adela Martir, y soy buena, muyyy buena, y no te rías que te estoy oyendo a pesar de la distancia.

Mara, te voy a mandar un correo donde se demuestra que los hombres son capaces de hacer 2 cosas a la vez, lo cual significa que tienen algo más de una neurona.
Ya verás lo que te vas a reir.

Por cierto, no sé si morderá el polvo, pero te aseguro que esto último, si que habrá ;-)

Mariola, tú ya sabes que yo tampoco entiendo pq le quieren linchar, si es pensar en él, y ya estoy manchando el teclado con las babas, menos mal que soy previsora y siempre tengo un trapo al lado, que sino...
Pero no me quejo de que le odien, así tocamos a más ¿verdad?

Mariola dijo...

Jajajaja, me parto con vosotras, sois la leche, Santa Adela Martir, si pobrecita, esta la dejas sola en el cielo y lo cierran por quiebra del negocio.

Mara mujer Muriel es una mujer dulce sensible y enamorada de Niall y al parecer correspondida, es que le tomais mania a todo el mundo.

Cierto Ade, cuanto más lo odien a más tocamos, y desde luego no voy a ser yo la que se queje.

Maribel mi viaje a Escocia fue muy bien, versión oficial, Edimburgo precioso, las Highlands una maravilla, el lago Ness mágico...la gente amable y simpatica y los escoceses...hasta ahí puedo contar.

Besos.

Andy dijo...

Bueno chicas no me pueden dejar la historia así!!!por suerte mañana es jueves!!!Excelente y muchisimas gracias por la bienvenida!
Ya se ganaron una seguidora fiel y es por la capacidad que tienen de crear una historia divertida, atrapadora ,con personajes que toman vida propia y por demas les digo Niall es un bonbonaso y Bri es una idola!
Bueno les dejo un saludo enorme y espero con ansias la publicacón del proximo capitulo!

virtualmar dijo...

Me encanta el personaje de Brianna!Tiene mucha fortaleza.
Espero que primero caiga Niall en los brazos de ella y no al revés.

Gran capítulo!!! Besotes

Ade dijo...

Andy, es un placer tenerte por aquí de nuevo y que seas una reconocida y confesa seguidora nuestra.
No sabes cuanto me alegra saber que te esté gustando tanto, espero que con los siguientes capítulos disfrutes, tanto o más, que con los que llevas ya leídos.

Virtual, ya veremos si tu deseo se hace realidad.

Gracias a todas por seguirnos.

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