martes, 9 de febrero de 2010

AHORA Y SIEMPRE (CAPÍTULO 5 )



Colt observó la cabaña, ahora sí que podía llamarla hogar, el suelo estaba completamente reparado al igual que el tejado, no tenía muchos muebles pero para él eran más que suficientes, la mesa de madera con las cuatro sillas alrededor, la pequeña estantería, el sofá, la televisión , la pequeña y acogedora cocina, el baño, el dormitorio principal, el de invitados…. Sí, por fin un hogar, tan sólo faltaba reparar un par de cristales de la ventana que según el señor Rob, tardarían todavía algunos días en llegar, se sirvió una taza de café satisfecho con su obra y se sentó en una mecedora en el porche, necesitaba un descanso, un merecido descanso después de días de duro trabajo.

Con el canto de los pájaros de fondo y el murmullo del agua que le llegaba desde el río, Colt respiró profundamente y se embriagó del ambiente, adoraba esa paz, esa tranquilidad, tras muchos años rodeado de gritos y multitudes estaba contento con aquella soledad que había elegido. Como guiado por una mano invisible se levantó y caminó hasta el borde de la ladera, fijó la vista en la diminuta playa que se formaba bajo sus ojos, Megan no volvió por allí, y la verdad era que en aquellos días, para su propio asombro, la echó de menos, se sorprendió a si mismo varias veces en el mismo lugar donde se encontraba ahora, buscándola, escudriñando el sendero para verla aparecer. Se acordaba de la primera vez que la vio, de la comida compartida, con sus bromas…, pero sobre todo, no lograba apartar de su mente su cuerpo temblando entre sus brazos. Megan no era el tipo de mujer que le hacía perder la cabeza, él prefería las mujeres escandalosamente bellas, de cuerpos esculturales, y piernas kilométricas, chicas sexys, con chispa, abiertas y decididas, que disfrutaban con su femineidad y la utilizaban en su provecho, algo así como Nicky Preston y sin embargo, la señorita Tilman, una muchacha atractiva sí, pero corriente, con aquella sonrisa y con aquellos ojos de mirada franca e inocente, era la que ocupaba sus pensamientos casi constantemente, la que lo detuvo varias veces de su trabajo para acercarse a mirar al río, la que lo despertó en la madrugada sudoroso y excitado. Megan. Bebió un sorbo de su café clavando sus negros ojos en el agua, le gustaría mucho volver a verla, mas estaba completamente seguro que con su estúpido comportamiento la había avergonzado. Se maldijo por idiota, acabó de un trago su café y sonrió. Quizá iba siendo hora de conocer a sus vecinos.

Megan terminó de ordenar por enésima vez los armarios de la cocina, sus provisiones habían ido desapareciendo poco a poco durante los días que permaneció sin salir de su casa, apenas le quedaba un paquete de galletas saladas y algunas latas de atún, o hacia la compra o se moriría de hambre. Se duchó rápidamente y se vistió, no podía seguir encerrada en su casa lamentándose por algo que ya no tenía remedio, se dejó cegar por el deseo ¿y qué?, mucha gente lo sucumbía a sus pasiones y no por eso se detenía el mundo. Llevaba un montón de días encerrada en su casa como una ostra entre sus conchas, avergonzada por su actitud desinhibida y dolida por la humillación sufrida, pero no continuaría así. Apenas quedaban un par de semanas para que sus vacaciones se esfumaran y en vez de disfrutarlas, se escondía como una delincuente lamiéndose las heridas provocadas por su descaro. "¡Tienes 27 años!", se dijo, "o vives la vida o en unos pocos años más serás una vieja amargada y cascarrabias", soltó una carcajada al imaginarse con el cabello blanco y refunfuñando. Tomó su bolso y todavía sonriendo salió de su casa.

Colt se duchó, se puso unos vaqueros y una camisa limpia, arrancó la Harley, necesitaba conducir, sentir el aire fresco y puro de las montañas en la cara. Aunque no era su primera intención 15 minutos después aparcaba frente a la tienda de Rob, aún sobre la moto dirigió la vista a la mujer que estaba sentada despreocupadamente en las escaleras de la casa de enfrente, Nicky Preston, inclinó la cabeza a modo de saludo y ella le sonrió antes de ponerse en pie y dirigirse hacia él. Llevaba con un vaporoso y fresco vestido blanco de tirantes, que dejaba a la vista sus morenos hombros y una buena porción de sus largas y bronceadas piernas, Colt se percató de cada curva de aquel cuerpo de diosa, que se entreveían a través de la translucida tela, el corazón se le aceleró cuando pudo ver desde la silueta de las diminutas braguitas, hasta el encaje del sujetador mientras caminaba con pasos lentos y estudiados balanceando las caderas con sensualidad, esa mujer era puro sexo en movimiento. Colt no pudo hacer nada más que tragar saliva y quedarse clavado en el suelo, deseando aquel cuerpo y fijando la vista en aquellos felinos ojos que brillaban sin dejar de mirarlo.

-Hola –saludó con voz sedosa cuando estuvo a su lado-, soy Nicky Preston.
-Hola –la repasó lentamente una vez más-, soy Colt Elliot.
-Sí, ya sé quien eres -contestó ella paseando la mirada por el cuerpo de él, tan despacio que Colt se sintió arder-, muchos hablan del indio que se instaló en las montañas y te he visto un par de veces, aunque no vienes mucho por el pueblo.
-No.
-Deberías hacer más vida social –le dedicó una ensayada mirada-, conocer a tus vecinos y… vecinas.
-Puede que tengas razón -contestó divertido-, aunque no sé si ellos querrían conocerme a mi.
-¿Por qué no? –curvó sus labios en una tentadora sonrisa -¿Por qué eres un indio?
-Quizá –se sorprendió cuando ella posó la mano sobre su pecho –aunque tal vez debería intentar relacionarme más con la gente, sobre todo cuando son personas encantadoras y bonitas.
-Seguro que sí -Nicky le guiñó un ojo y deslizó una de sus largas uñas pintadas de rojo por la camisa de él, Colt se estremeció-, la gente aquí es un poco suya, tal vez al principio puedan parecer hurañas…, no les gustan los extraños, pero en cuanto te conozcan mejor, te aceptarán como un miembro más de la comunidad.

Colt la miró detenidamente, esa chica era muy guapa, lo sabía y se vanagloriaba de ello, estaba acostumbrada a salirse con la suya, a llevar a los hombres tras de sí, dudaba que alguno de los habitantes masculinos de aquel pueblo hubiese podido resistirse a sus encantos, y tampoco dudada que la señorita Preston hubiese vacilado en utilizar sus armas con cualquiera de ellos, y al parecer ahora le tocaba a él, bueno, no iba a quejarse de su suerte, esa mujer era la fantasía de cualquiera, así que si quería compartir su cama un par de noches, estaba más que dispuesto a complacerla. Nicky Preston no era precisamente un alma cándida y por la forma en que lo miraba y lo tocaba, tampoco una inocente virgen. Una risa cantarina le hizo volver la cabeza, apartando la mirada de aquellos lujuriosos ojos verdes. Megan Tilman vestida con uno de aquellos vestidos de flores, caminaba resueltamente hacia ellos, acompañada por un hombre alto, rubio y fornido que la abrazaba por la cintura mientras decía algo cerca de la oreja, ella soltó una carcajada y a Colt le sonó a música celestial.

Megan observó a Nicky y a Colt hablar en la puerta de la tienda de Rob, ella le acariciaba el torso y él la miraba con devoción, la tensión sexual entre ellos hacía saltar chispas a su alrededor que se veían a kilómetros a la redonda. Nicky nunca desaprovechaba la oportunidad, y él demostró su interés por ella desde el primer día, así que estaba cantado que terminarían siendo amantes, si acaso no lo eran ya. Pues que les aprovechara. Respiró hondo, tragándose la rabia y se concentró en lo que le estaba contando su acompañante, se encontró con Robert Spencer, al salir de su casa y tras una breve charla se ofreció para ir con ella hasta la tienda y ayudarla con la compra. Bob era un hombre muy guapo, alto, rubio, de bonitos ojos azules, de sensuales labios carnosos y con un cuerpo espectacular, a sus 36 años era uno de los hombres más ricos del pueblo, sino el que más, propietario del “Golden River”, el rancho más grande de toda la zona. Robert era amable, educado y simpático con todo el mundo. Megan soltó una carcajada, como casi cada día en los últimos 3 meses estaba de nuevo insistiéndole en que se convirtiera en su esposa. En esos precisos instantes le enumeraba divertido los beneficios que obtendría siendo la dueña y señora de su vida y de su rancho. A Megan le caía bien Bob, era muy atractivo y un buen hombre, pero no sentía más que una buena amistad por él, nada más, y aunque se lo repetía una y otra vez tratando de hacerlo entender, él con una cálida sonrisa en su boca, le recomendaba que lo pensara bien. Megan con pesar, reconocía que su ego femenino se veía altamente satisfecho por su insistencia, ella no era precisamente una deslumbrante belleza y tener a un hombre como Spencer adulándola, la hacía sentirse especial.

-Nicky, señor Elliot -saludó cuando estuvo a su lado.
-Señorita Tilman -Colt hizo una leve inclinación con la cabeza, Nicky le dirigió una torcida mueca.
-Creo que no conoce al señor Spencer -continuó Megan haciendo la presentaciones-. Bob, este es el señor Colt Elliot, nuestro nuevo vecino.
-Bienvenido a nuestro pequeño pueblo -dijo Bob extendiendo la mano sin dejar de sonreír.
-Gracias –aceptó el saludo..
-Nicky.
-Hola Robert.
-Vamos cariño –enlazó la cintura de Megan –un placer señor Elliot, nos veremos por ahí.

Colt los vio adentrarse en la oscura tienda, se quedó mirando unos segundos más la puerta cerrada y cerró los puños. Le molestó que ella no lo mirara ni una sola vez de frente, que lo saludará como a un completo desconocido después de lo del río y le enfureció que ese hombre la aferrara como si le perteneciera, soltó un bufido y frunció el ceño. Cuando su acompañante posó la mano en su brazo, compuso su gesto y se giró hacia ella con una sonrisa tan falsa como una moneda de madera.

Megan saludó a Colt por educación, le hubiese gustado pasar de largo sin dirigirle la palabra, o incluso darse la vuelta y desaparecer sin que la viera, pero no podía hacer eso con Robert a su lado. Trató de parecer indiferente, pero aún le temblaban las rodillas de los nervios, el corazón le latía a todo ritmo y el cuerpo le ardía de deseo. Gracias a Dios Bob enlazó su cintura o hubiese caído como un trapo al suelo cuando él la abrasó con aquellos profundos ojos negros. Se maldijo en silencio por ser tan idiota, allí estaba él con otra mujer por la que se sentía totalmente atraído y ella escondiéndose como una tonta. Colt Elliot no era hombre para ella, estaba tan claro como el agua y era consciente de ello, pero a pesar de ello no podía evitar que le afectara y le doliera verlo coquetear con esa mujerzuela.

Nicky agarró el brazo de Colt, para obtener su atención ahora le daba la espalda y parecía haberse olvidado de ella, ya estaba bastante furiosa con aquellos dos estirados, como para permitirle a ese tipo, por muy bueno que estuviera, o precisamente por eso, que la ignorara. Él se volvió y le sonrió.

-No sabía que conocías a Megan Tilman.
-No la conozco -mintió-, nos encontramos por casualidad la primera vez que vine aquí, en realidad sólo sé su nombre.
-Bueno -se encogió de hombros-, es un poco rara.
-¿Rara? -levantó una ceja intrigado.
-Ya sabes -volvió a pasar la uña por la tela de la camisa-, la típica chica de campo, amable, sosa, discreta, siempre dispuesta a hacer un favor a sus vecinos, a sacrificarse por el bien….
-Entiendo -interrumpió-, parece buena chica.
-Por supuesto –se burló Nicky-, Megan no parece una buena chica, es una buena chica, la perfección absoluta, no molesta, no alza la voz, no haría nada que estuviera fuera de la ley o que fuera pecado, vive para su trabajo, que le viene como anillo al dedo, es bibliotecaria en el pueblo de al lado, una ocupación tediosa para una chica aburrida hasta la saciedad.
-Ya veo, un muermo de mujer –asintió él poniendo cara de circunstancias –debe tener una vida muy gris.
-Pues al parecer es feliz con ese trabajo y viviendo sola en la casa que le dejó su tía –soltó una carcajada -, la verdad, no se que le ve Bob
-¿Bob? –demandó encogiendo los hombros, no quería preguntar pero estaba deseoso de que siguiera hablando.
-Ajá –dio un paso hacia él -, el hombre que la acompañaba, lleva meses tras ella, se le ha metido en la cabeza en convertirla en su esposa, yo creo que es un error.
-¿Su esposa? -a Colt no le gustó oír eso, un amago de furia le recorrió el cuerpo, pero se esforzó en continuar sonriendo.
-Bob es un hombre apasionado, lleno de fuerza, y ella –apartó los ojos de él-, ella no es lo que él necesita.
-Pareces conocerlo muy bien.
-Este es un pueblo pequeño, nos conocemos todos –dijo mirándolo fijamente- y dejemos de hablar de esos dos ¿no te parece?
-Por mi estupendo –le acarició la mejilla suavemente –no tengo ningún interés en conocer la vida de una aburrida chica de pueblo, seguro que la tuya es mucho más interesante.
-No lo dudes -murmuró con voz sensual-, yo sé muy bien como divertirme, quizá podamos quedar algún día y pasarlo bien juntos.
-Mmm... –deslizó los dedos por su esbelto cuello-, suena realmente bien.
-¿Por qué no vienes esta noche al Lloyd’s? -señaló el bar que había un poco más allá-, podríamos tomar una copa y bailar.
-Tal vez -contestó él y le dio un beso en la mejilla-, ahora tengo que irme, un placer conocerte Nicky.
-Lo mismo digo Colt –se giró y le lanzó un beso al aire-. Y recuerda, si te apetece estaré en el Lloyd’s hasta la madrugada.


CONTINUARÁ...

12 comentarios:

firiel dijo...

celos, eso me gusta... me encanta

jajajajajaja

bueno ya hizo su aparicion la bruja número uno de la historia..

ese bob está bn... será correcto? con ustedes todo se puede Xd

jajajja...
gracias por este capítulo, nos estamos leyendooo

Enamorada de las letras dijo...

Me cayo bien bob, y su historia cada vez esta mejor. Crean unas brujas bien buenas me cae pesimo esta tarantula con aires sensuales.

ana dijo...

los hombres son todos iguales primero piensan con la poll. y luego con la parte primitiva del cerebro creo que habeis echo un personaje real a mas no poder por que describe a todos los hombres al cien por cien es eso de yo toco de todo pero que nadie toque lo mio son de lo que no ay una especie subdesarrollada y se consideran el sexo fuerte ja ja ja (sarcasmo).
a estado muy bien chicas un beso

Lea dijo...

argh! ya hizo su primera acercamiento la zorra mayor! pero me encantó que megan apareciera con bob y le diera en las narices a colt! solo espero que el muy tanto tenga el tan mal gusto de acostarse con ese facilona!

Espero el proximo cap!!!

lea dijo...

queria decir, que espero que NO tenga el mal gusto de acostarse con la zorrona.

Maribel dijo...

Hombres, hombres, hombres... Una chica le guiña el ojo y ya van corriendo... Y esa Nikky lo guiña muy bien. Espero que Colt sea sensato y entre en la tienda y se lleve a Megan a hombros... jejejej...


Maaaassss...

Besos

Ade dijo...

Que a Megan le gustaba Colt estaba clarísimo, ya dije desde un principio que esa chica se la vé lista, pero saber que él no puede quitársela de la cabeza y se enfermó al verla con Bob, eso, me encantó, aplaudí como loca.

Disfruto como una enana cuando hay celillos. ¡Sí!

Bob me cayó bien, y por la descripción tiene buena pinta, pero donde se ponga un moreno y encima con el pelo largo y liso, que se quiten todos los demás.

Esa lagartona de Nicky, como no se comporte en Lloyd´s, la pego.

Por cierto ¿¿¿qué es eso de señor Rob??? Es el señor gilipollas, que todavía me acuerdo lo mal que trató a Colt, con lo adorable que es ese indio, ayyssss.

Sammet dijo...

Marioly por dios! Este capítulo me encantó, ya era hora de que esa Zorra saliera de su escondite, PERO lo que no me gustó fue ver lo facilote que anda Colt....

Megan, mi vida, que bueno que hizo eso. La felicito!!!

Por favor! no me hagas sufrir leyendo que Colt se tira a la Zorra, que me da algo, lo golpeo!

Ya sabes lo sádica que me puedo volver eh cielo?

Besitos

Yrex (para que no pierdan la costumbre)

Sabry Sandal dijo...

Mmmhhh... Dos capitulos en contra de este señor Elliot, muy fea la actitud, no-no...

Como no podía faltar Nicky es la maldita zorra arrastrada de esta historia, ya me cae mal, pero no solo por ser una resbalosa, si no por prejuiciosa... La bibliotecarias sabemos divertirnos, doy fe, jajajaja!!!

Muy buen capi, muchos cariñitos a todas!

Jm dijo...

digo que si les molesta esa chica que se ve tan sexy me la podrian regalar, es una sugerencia.

Besos mi niña.

Iris Martinaya dijo...

Ahhhhhhh, empieza a aparecer el monstruo de los ojos verdes.

Besos

Ani dijo...

Menudos estos dos eh!!! que tontos. Pero que quieres que te diga, me gustó que Colt viera a Megan con Bob, no se valla a pensar que Megan es tonta...me gustó que se pusiera celosillo... xD

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