viernes, 12 de febrero de 2010

AHORA Y SIEMPRE (CAPÍTULO 6)


Tumbado sobre la cama con un pie sobre otro, Colt no dejaba de darle vueltas a lo sucedido esa tarde, por una parte estaba molesto con la forma en que lo trató Megan, un saludo educado como si fuera un desconocido con el que va a compartir viaje en un autobús y por otra trataba de asimilar la información conseguida en aquellos minutos de conversación con Nicky, la chica había catalogado a Megan como aburrida, sosa, desapasionada…, y esa no era esa precisamente la imagen que él tenía, tal vez fuese un poco tímida y demasiado educada…, pero ¿desapasionada?... ¡Dios Santo! Recordaba a cada momento como se retorció entre sus brazos, los destellos de ardor y deseo brillando en sus ojos, sus labios hinchados por sus besos, sus piernas y brazos alrededor de su cuerpo, sus uñas clavadas en su espalda,… jadeó y su miembro palpitó bajo sus pantalones, había pasión y fuego en la señorita Tilman, un fuego que él apagó como un idiota y que deseaba volver encender. Rememoró el sonido de su cantarina risa y sus labios se curvaron automáticamente, se puso en pie comenzó a ponerse la camisa. Sus dedos se detuvieron cuando las palabras de Nicky al hablarle del tal Bob invadieron su mente, quería convertirla en su esposa. Sacudió la cabeza y continúo abotonándose lentamente, ¿estaba ella enamorada de ese tipo? Y a él que más le daba. ¿Estuvo dispuesta a tener sexo con él mientras salía con otro hombre?, no creía a Megan ese tipo de mujer, pero apenas la conocía quizá lo fuese. Sonrió para sus adentros, y terminó de vestirse. Buscó su cartera y salió a la calle en dirección a su moto. Subió a la Harley y se imaginó la cara de aquel hombre si se enteraba lo que estuvo a punto de suceder entre su novia y él días atrás, sí debería ser todo un poema. Soltó una carcajada al darse cuenta de la desacertada opinión que tenían acerca de la casta y pura Megan, se llevó la mano al hombro, aún conservaba la huella de sus uñas. ¿tendría su novio aquellas marcas en su espalda después de hacer el amor? Crispó los dedos sobre el depósito de gasolina al presumir cual sería la respuesta, no le gustó pensar en Megan arañando otra piel que fuese la suya, no le gustó la idea de que estuviera con otro hombre que no fuera él. Dejó escapar una palabrota al ver los derroteros tan estúpidos que estaban tomando sus pensamientos, ¿qué mierda le importaba lo que hiciera o dejara de hacer aquella pueblerina? Nada. Iba a olvidarse de aquellas tonterías y no perder el tiempo pensando en aquella chica, cuando una mujer cañón lo esperaba más que dispuesta a que ambos se divirtieran un buen rato. Arrancó la moto y condujo sonriendo, sí sin duda no tendría que hacer mucho esfuerzo para tener a Nicky esa misma noche entre sus brazos.

Aunque la idea de salir le parecía tediosa, aceptó la invitación de Robert de todas maneras, tengo que continuar mi vida pensó Megan mientras se anudaba la camisa de cuadros rojos y negros sin mangas a su cintura, no podía pasarse el resto de sus días avergonzándose por lanzarse como una fulana a brazos de un extraño, se colocó los zapatos planos y se recogió el pelo en una cola alta, frente al espejo se maquilló suavemente, observó el resultado final y se encogió de hombros, no estaba mal. Se bebería un par de cervezas, bailaría, se lo pasaría bien y regresaría a su casa. Tomó su bolso, apagó la luz y se dirigió hasta el Lloyd’s con paso tranquilo.

Casi todos se volvieron cuando entró dedicándole miradas de asombro, de indiferencia e incluso de disgusto. El Lloyd’s era un bar de pueblo, un lugar de encuentro al finalizar la jornada; las paredes de madera rebosaban de cuadros de las montañas, fotos de lugareños con una buena pieza de caza y algunas cabezas de osos y ciervos disecadas, unas pocas mesas diseminadas alrededor de una pequeña e improvisada pista de baile donde algunas parejas se movían a ritmo de una lenta y cansina canción. Colt observó todo y a todos con detenimiento, con calma movió sus largas piernas hasta la barra donde un hombre de pelo blanco y una barriga prominente envuelta en un blanco delantal lleno de manchas servía cerveza sin parar.

-Un whisky.
-¿Eres nuevo por aquí? - preguntó el camarero.
-Si, soy Colt Elliot –contestó alargando la mano-, vivo en las montañas.
-Fred Lloyd’s –aceptó el saludo-, que te diviertas amigo.

Colt se apoyó en la madera bebió un sorbo, y recorrió con la mirada a los presentes, un par de tipos seguían mirándolo con gesto adusto, el resto lo ignoraban inmersos en sus cervezas y sus conversaciones, se fijó en la pareja que compartían confidencias al fondo de la barra, el hombre sujetaba por la cintura a la chica, y esta descansaba sus manos en los fuertes brazos masculinos, entrecerró los ojos y los reconoció al instante, Robert Spencer y Megan Tilman, un extraño desasosiego le recorrió las entrañas cuando vio como el hombre le acariciaba la mejilla, apretó el vaso con tanta fuerza que se le pusieron los nudillos blancos. ¿Qué mierda le estaba pasando? Una mano suave le rozó el antebrazo, él se volvió de repente.

-Hola forastero -saludó Nicky con una sonrisa sensual.
-Hola -Colt deslizó su mirada hasta la escotada camiseta rosa que dejaba ver más que tapaba, descendió un poco más para ver el vientre plano y desnudo, y la escueta falda negra que dejaba al aire las piernas perfectas de la chica -¿Qué tal?
-¿Tú que crees? –preguntó satisfecha al ver el deseo brillar en sus ojos -, aunque por tu mirada creo que bien ¿no?
-Si -sonrió ante el descaro de la chica-, interesante vista.
-¿Me invitas a una copa?
-Claro –se giró para llamar la atención del camarero.

Aunque no lo creyó posible se estaba divirtiendo, rió ante un mal chiste de Bob, y se sonrojó cuando él apartó un mechón de su cara y lo colocó detrás de la oreja, notó los dedos de Spencer en su oreja y en su mejilla acariciándola sutilmente, pero no sintió absolutamente nada, no era ni parecido a cuando Colt…. ¡Maldita fuera! ¿por qué no dejaba de pensar en él?, se dio la vuelta para terminar el contacto y se encontró con sus profundos ojos negros clavados en ella, por un instante se dejó envolver por aquella mirada, hasta que se percató de quien lo acompañaba. Se volvió de forma brusca sonriendo a su acompañante, tratando de entender que le estaba diciendo, pero había perdido el hilo de la conversación, su corazón latía acelerado, su respiración era pesada y su cabeza estaba llena de Colt Elliot. Tenía que salir de allí, se puso en pie, era hora de volver a casa, lo último que deseaba era ver a la parejita feliz hacerse carantoñas delante de sus narices. Observó a Bob que la miraba extrañado. Tal vez debiera darle más licencia, pero no, Spencer le caía bien y no iba a jugar con los sentimientos de un hombre que la trataba con respeto.

-Me marcho. –exclamó de pronto.
-¿Ya? -le tomó la cara entre las manos, rozándole suavemente las mejillas-, apenas son las 10.
-Lo sé, pero estoy cansada -Bob se acercó un poco, bajó el rostro y acercó los labios a los suyos, apenas fue un roce sin importancia que ella detuvo dando un paso atrás.
-Algún día me pedirás que no deje de besarte –susurró.
-Seguramente, ahora será mejor me vaya.
-Te acompañaré –apuró el resto de su cerveza. –vamos.
-No, de verdad no hace falta –aseguró -, quédate y disfruta con tus amigos.
-¿Estás segura? –al verla asentir, depositó un cariñoso beso en su mejilla-, como quieras.

Como si algo lo llamara, Colt no podía apartar los ojos de Megan durante más de dos segundos seguidos, estudió su espalda, su cintura y se detuvo en aquellos ajustados vaqueros negros que le sentaban de maravilla, pegándose a su trasero de forma provocadora, la observó reír y tontear con Bob y cuando él la besó estuvo a punto de ir hasta ellos y contarle a aquel baboso quien era realmente aquella mujer. Llevaba un buen rato ignorando a Nicky, por culpa de aquellos dos. La vio levantarse, despedirse de aquel tipo, pasar por su lado como si no existiera y abandonar el local. Dejó su copa a medio consumir, junto a la de de su acompañante, la chica se disculpó unos minutos antes para ir al baño, contó mentalmente 20 segundos y tras dejar unos cuantos dólares en la pulida superficie salió sin esperar que regresara.

Megan paseaba sin prisas, necesitaba estar sola unos instantes para despejarse, para tratar de poner en orden sus ideas. Los celos le royeron el alma y le dolió ver a Nicky y Colt juntos, sabía que no tenía ningún derecho a sentirse así, Colt era libre, Nicky era libre, pero no pudo evitar que la tristeza se apoderara de ella.

Las calles del pueblo estaban pobremente iluminadas, se detuvo y miró por encima del hombro al creer oír algo, pero no vio nada, el silencio y la oscuridad envolvía todo, comenzó a caminar de nuevo, sólo oía el retumbar de sus zapatos sobre la acera, cuando alguien agarró su brazo y tiró de ella hacia las sombras, quiso chillar pero una mano grande sobre su boca se lo impedía. Se retorció defendiéndose, queriendo escapar, pero era inútil, un cuerpo duro pegado al suyo la empujaba contra el muro. Alzó los ojos asustada y se encontró con otros tan negros como el mismo cielo en aquellos momentos.

-No grites –dijo él apartando la mano.
-¿Señor Elliot?
-¿Señor Elliot…? -preguntó con sorna-. ¿Ahora soy señor Elliot Megan?
-Me asustaste Colt -murmuró con voz entrecortada.
-Lo siento. –contestó deslizando un dedo por su pómulo.
-Suéltame, por favor –quiso apartarse, pero no logró separarse ni un milímetro.
-No -murmuró, tirando de la goma que sujetaba su cola y dejándolo que el cabello cayera sobre los hombros, enrolló un mechón en uno de sus dedos- Me gusta que lleves el pelo suelto
-¿Qué quieres?
- No has vuelto por el río.
-He estado muy ocupada –apartó los ojos para que no viera la mentira en ellos.
-¿En serio? –demandó acunando su rostro entre sus manos -te eché de menos.
-Que tontería –rió sin ganas -. ¿Por qué ibas a echarme de menos?
-No lo sé, pero lo hice -pasó los pulgares por sus labios y ella gimió sin poder evitarlo-, he pensado mucho en ti, en lo que sucedió entre nosotros.
-No ocurrió absolutamente nada –exclamó con voz chillona, sintiendo como la piel se le ponía de gallina por sus caricias – un beso, un estúpido beso, tu mismo lo dijiste.
-Me deseabas Megan –sonrió al oírla devolverle sus propias palabras-, te rompiste entre mis brazos.
-Yo... –se sonrojó de pies a cabeza por la vergüenza -, te hice caso y lo olvidé.
-¿De verdad? -ella asintió-, yo no he podido olvidarlo, de hecho no hago otra maldita cosa que pensar en ello.
-Ya está bien -le empujó para apartarlo, pero era como si chocara contra una pared.


Apartó la cara cuando lo vio bajar la cabeza, sintió la boca de él sobre la oreja, deslizándose a lo largo de su mandíbula hasta que le giró el rostro para capturar la suya.

-Megan –murmuró sobre sus boca - déjame besarte.

Repasó con la lengua los labios que mantenía apretados, oyó el extraño sonido que escapó de su interior, aprisionó entre sus dientes su labio inferior y tironeó, ella jadeó y abrió la boca para que la besara a placer, Colt volvió a capturar sus labios está vez de forma posesiva, la saboreó, la paladeó, la buscó esperando su respuesta, cuando por fin salió a su encuentro y se abrazó a él , se estremeció desde el mismo centro de su ser, deslizando las manos por su espalda y agarrándola por las nalgas la apretó todo lo que pudo, queriendo fundirla con su cuerpo, mostrándole lo excitado que estaba, gimió sin dejar de besarla y profundizó aun más el beso que ahora era salvaje y apasionado. Megan enredaba los dedos en su cabello y lo atraía hacia ella de forma avariciosa, la alzó del suelo y la pegó contra la pared, frotando sus caderas contra las suyas, buscando su piel bajo la camisa, abrió el botón de sus pantalones para sentir su calida humedad en los dedos, ella gimió cuando sintió como deslizaba la mano por debajo del encaje de sus braguitas, estaba tan excitada y deseosa de aquel hombre que no podía pensar en nada que no fuera agarrarse con todas sus fuerzas a él. Terminó el beso al darse cuenta de que estaba a punto de bajarle los vaqueros y tomarla allí mismo. Megan lo miró fijamente, apenas podía respirar y aún seguía aferrada a sus hombros, tenía los labios entre abiertos y sus ojos estaban opacados por el deseo. Y nuevamente, temblaba entre sus brazos.

-Ahora está bien –murmuró colocándole la ropa.
-¿Qué crees que estás haciendo? –gritó furiosa por el nuevo rechazo y se apartó de él.
-Me deseas Megan –susurró con voz ronca.
-Yo no…
- Y yo te deseo a ti –la interrumpió-. Te juro que ahora mismo estoy a 100, pero este no es el lugar idóneo, vamos a otra parte.
-¿Qué quieres de mi?- preguntó aún sofocada.
-Quiero terminar lo que dejamos a medias el otro día, quiero hacerte mía.
-¡No! –dio unos pasos atrás, aquel despliegue de poder machista le molestó -¿Quién te crees que eres? ¿Quién crees que soy yo? ¿Acaso piensas que con chasquear los dedos me voy a arrancar la ropa y a estar dispuesta para ti?
-Lo cierto es que la ropa he estado a punto de arrancártela yo hace unos minutos, no sé que me detuvo –respondió muy serio- y parecías bastante dispuesta a que lo hiciera.

Sin saber que replicar, por que era cierto lo que decía, comenzó a caminar dejándolo en medio de la calle, sentía sus ojos ardientes clavados en ella, aceleró el paso nerviosa, con el corazón latiéndole a mil por hora. Ese hombre era peligroso para su paz mental, apenas unos días antes no dudó en humillarla y como si nada allí estaba diciéndole que la deseaba, y eso no era lo peor, lo más triste es que se derritió bajó sus labios sin mostrar un ápice de orgullo, se aborreció por ello. Iba a echar a correr, cuando una mano la aferró y le dio la vuelta.

-Megan –parpadeó al ver la angustia en su rostro- no huyas de lo que sientes.
-Nada –gritó- no siento nada.
-Mentirosa –se encogió de hombros y la soltó-, te he sentido vibrar hace unos segundos cuando te besaba, cuando te pegabas a mi cuerpo. ¿A quien quieres engañar?
-¡Déjame en paz! -le señaló con el dedo furiosa-, no vuelvas a besarme ni a tocarme nunca más.
-De acuerdo, no volveré a besarte, pero al menos seamos amigos. –añadió de pronto.
-¿Por qué?-preguntó recelosa por su repentino cambio de actitud.
-Fuiste la primera persona que conocí cuando llegué, nos llevamos bien, te prometo que no volveré a molestarte si es lo que quieres – tendió una mano hacia ella – pero seamos amigos, por favor.
-Está bien –con dudas aceptó la mano-, amigos.
-Cena conmigo mañana -dijo él sin soltarla.
-Lo siento, pero no. Tengo que irme -continuó andando, él se puso a su lado.
-¿Por qué?
-Tengo cosas que hacer.
-Pues te invito a comer, si temes encontrarte conmigo de noche.
-No te temo –se detuvo para enfrentarlo -, no entiendes que no me apetece cenar o comer contigo.
-Tienes miedo, pero no de mí, sino de ti. –la desafió a que lo contradijera -¿es eso verdad?
-¿De mí? –si antes estaba enfadada ahora estaba furiosa -¿de que hablas?
-Sabes que no te besaré, ni te tocaré –bajó la cabeza hasta que sus labios quedaron a un milimetro –pero te aterra que lo haga y no seas capaz de decirme que pare.
-De acuerdo señor sabiondo –sentenció rabiosa por que él pudiera ver tan claro en ella -, comeré contigo, mañana en la playa del río.
-Gracias –contestó satisfecho. –te acompañaré a casa.

Iba a contestar que no era necesario, pero se mantuvo callada, andando con él su lado hasta llegar a la puerta de la casita azul.

-Ya hemos llegado –abrió el bolso y rebuscó la llave.
-¿No me ofreces un café? –preguntó divertido, al ver el enfado en su cara –no, creo que no.
-Buenas noches. –tendió la mano para despedirse.
-Buenas noches Megan- ignoró su gesto, la tomó por los hombros y le dio un beso en la mejilla –que duermas bien y sueña conmigo.
-Seguro -contestó antes de entrar a su casa y cerrar de un portazo.

Megan se quitó la ropa y se puso el camisón, suspiró aliviada, santo cielo que poco había faltado, si Colt hubiese presionado un poco más, sino se hubiese detenido. Recordó el beso de un rato antes y se estremeció, se metió en la cama, apagó la luz y cerró los ojos dispuesta a dormir, cuando varias preguntas la asaltaron de repente. ¿Por qué la besó?, ¿por qué fue tras ella si tenía a Nicky a su lado? Tal vez esta le dio calabazas en el último momento y él pensaría que después de lo del río y unas cuantas frases bonitas, estaría más que dispuesta a ocupar su lugar. Pues estaba equivocado, ella no iba a ser su segundo plato ni el de nadie, si necesitaba desahogarse que se fuese al bar de carreteras o se apañara solo. Ahora iba a dormir, quería estar fresca para el día siguiente. Encendió la luz y se sentó en la cama, maldiciendo golpeó la almohada con rabia, al darse cuenta que Colt había tocado su orgullo, retándola a aceptar esa cita sonrió a su pesar, había picado como una colegiala. Bueno, una comida no era nada del otro mundo y además él prometió que no volvería a besarla ¿sería cierto?. Apagó la luz y se estiró entre las sábanas dejándose envolver por el sueño y soñando como cada noche desde que lo conociera con ese indio que le estaba robando el corazón.

Colt no regresó al Lloyd’s, no le apetecía ver a nadie, ya en la cabaña se desnudó y se metió en la cama, había acudido al bar para seducir a Nicky Preston, pero al ver a Megan su primera intención desapareció, con quien quería acostarse era con la señorita Tilman. Los celos lo agarraron como puños por el estómago cuando la vio con Bob, pero no amaba a Spencer, sus ojos no lo miraban como una mujer enamorada, no brillaban como cuando era él quien la besaba. Sí, Megan lo deseaba tanto como él a ella. Pasó la lengua por los labios, su dulce sabor permanecía indeleble en ellos, volvía a estar duro, nunca antes una mujer consiguió tenerlo en ese estado permanente de excitación con sólo pensar en su nombre, tenía que hacerla suya y pronto.


Continuará...

11 comentarios:

Mariola dijo...

Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo de la historia, ya me diran que les parece. Besos y gracias de antemano por leerlo.

Ahhhh JM, claro que Nicky es para tí, toda tuya jajaja, para un chico que nos visita y se anima a hablar como no iba a aceptar tu sugerencia, eso sí yo no perdono, luego no quiero excusas que si esto o si lo otro jajaja.

Besos guapo.

Enamorada de las letras dijo...

Cada vez me gusta Colt es tan lindo que babeo, sigue esta muy interesate.

Ade dijo...

¡SÍ, SÍ, SÍ!
Dejó a Nicky tirada como una colilla (hubiese pagado por ver si cara cuando salió del baño y no le vió) y se fue tras Megan.
Disfruté muchísimo con eso, y con los celos que sintió la verla con Colt, y con el pedazo beso (babas, muchísimas babas) y con todo ¡qué leches!

¿Qué pasará en esa comida?

Me dejas en ascuas hasta el martes.

P.D.: No me "amenaces" a JM, mira que le vas a acojonar y no entrará más al blog y yo me rio mucho con él.
¿Viste como te defendí JM?, luego te doy mi dirección para que me mandes el cheque en blanco, jajaja.

Ade dijo...

Aquí vengo yo rectificando una cosa que puse antes y me equivoqué, sí, ya sé que eso es raro en mí, jeje.

Quise decir: y con los celos que sintió la verla con Bob.
Ahora sí.

Sabry Sandal dijo...

... Pero

... Asi que Colt se ha "encaprichado" con tirarse a Megan?
Mmmmhhh, pobres hombres que no distinguen las emociones, lo cierto es que YA está loco por ella!!

Quiero que mi colega, Megan, lo haga sufrir y mucho (Risa macabra, muajajajaja!!)

También presiento que le señorita Preston se convertirá en la piedrita de nuestros zapatos...

Veremos, veremos, me dejas pensadno tod el finde....

Genial capi :D

Cariñitos a todas!!

Maribel dijo...

Ainssss, este chico necesita ser un poco mas sutil... Esta que se sale de los pantalones por Megan pero, calmaaaaate y no digas esas cosas... Megan tiene que ponerle las cosas un poco dificil para que baile un poco...

Esperando masssss...


Besos...

Andy dijo...

Excelente!!! yo tambien quisiera ver la cara de Nicky cuando volvió y no lo encontro!!! jajajaja
espectacular el capitulo !!!

Lea dijo...

Omg!!!!!! me encantó que dejara a la zorrona mayor plantada! jajajajjaja

y la escena en el callejon osucro fue....ufff.

Parece que Colt esta empezando a tenr algo de4 sentido común y ya no le hace muycho caso a Nicky, espero que siga siendo así!

Ahora esperare ansiosa a ver que pase en esa comida en el rio...

¡Quiero chocolate! ¡Quiero chocolate! (Imaginame con una pancarta en la puerta de tu casa)jajajajja

Mariola dijo...

Primero como siempre, GRACIAS por sus divertidos comentarios.

Veamos no sé por que esa manía a la pobre Nicky, le gusta Colt y él como dice Megan es libre. Aunque veo que les gustó que la dejara plantado.

Es cierto Maribel, tal vez si hubiera sido un poco más delicado, pero fue directo y sin frenos, en fin los hombres ya se sabe.

Jajaja, Dios Lea no digas eso, ya te imagino con la pancarta y me parto ya veremos que pasa en el río, aunque no sé veo a Megan muy decidida a mantenerse en sus trece.

Ade, para ti va sermón especial, primero me alegro que te guste el capi, hasta ahí bien. Y segundo, yo no "amenazo" advierto jajajaja, y dudo que se acojone a estas alturas si va por libre.

El martes más. Un besazo a todas.

Iris Martinaya dijo...

Me encanta. Que mas te puedo decir, que no te hayan dicho ya.


Besos

Ani dijo...

verderamente genial...
estan loquitos el uno por el otro
:)

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