martes, 16 de febrero de 2010

AHORA Y SIEMPRE (CAPÍTULO 7)




El día amaneció nublado y aunque el sol luchaba por abrirse paso entre las nubes no parecía tener mucho éxito, Colt observó el cielo plomizo y frunció el ceño, le hubiese gustado un día espléndido, lleno de luz y calor para disfrutarlo con Megan, miró su reloj, era casi la 1, esperaba que no tardara mucho en llegar, llevaba toda la mañana cocinando, nada especial, un asado de carne sazonando con hierbas, que ya estaba casi listo. Observó el avance de las nubes grises, al menos la temperatura era buena y con un poco de suerte no llovería, aunque estaba empezando a dolerle la rodilla.

Megan se colocó uno de sus vestidos de flores encima de su bikini, fue al espejo y no le gustó lo que este reflejaba, encima de la cama había unos vaqueros que alguna vez fueron largos, pero que ella en un arrebato un día de locura cortó, se despojó del vestido y se los puso, demasiado cortos pensó al ver que le quedaban justo por las ingles, se le pasó un pelin la mano con la tijeras, por eso los había guardado en el fondo de su armario olvidándose de ellos hasta esa mañana, sacó una camisa blanca sin mangas y se la abotonó, delante del espejo decidió que mejor se la anudaba a la cintura y desabrochaba un par de botones de la parte superior, se sujetó el cabello en una especie de coleta y asintió, no estaba mal, se calzó sus lonas blancas, agarró su bolsa con su toalla, su bicicleta y partió camino de su cita.

Pedaleó sin prisas, no deseaba llegar muy temprano, así que se detuvo un par de veces para admirar el paisaje que se iba abriendo ante sus ojos, la montaña virgen, inhóspita y bella se alzaba imponente ante ella, Megan adoraba aquel sitio, donde el hombre aún no había impuesto su ley de asfalto y cemento, recorrió el curso del río, con sus rápidos, y sus pequeños saltos, ella sabía que un poco más allá, aquella increíble fuerza de las aguas se volvía un remanso de paz en su playa. Se desvió por un sendero que llevaba a la cabaña de Colt, los árboles crecían hacia los cielos altivos como gigantes silenciosos, iba tan embelesada que estuvo a punto de caer cuando un conejo se le atravesó en el camino, se reprendió a si misma y siguió pedaleando está vez con más ganas, no quería llegar pronto, pero tampoco demasiado tarde, un rato después, su pequeño paraíso se hallaba frente a ella. Colocó la bici con cuidado junto al tronco de un árbol, y caminó hasta la ribera del río, sonrió al ver el pequeño mantel de cuadros extendido sobre el suelo, la botella de vino, los vasos de plástico y las servilletas de papel sujetas con piedras para que no se volaran con la brisa, su sonrisa se ensanchó al ver el pequeño centro de margaritas silvestres, le gustó ese pequeño detalle. Quizá debería avisar a Colt que ya estaba allí, pero se decantó por esperar a que él apareciera, se sentó sobre una roca, se quitó las zapatillas y dejó que el agua lamiera sus pies. Oyó perfectamente cuando bajó la ladera, levantó la vista y lo estudió mientras se acercaba, llevaba unos vaqueros descoloridos cortos y los músculos de sus muslos se contraían con cada paso, no llevaba camisa, así que pudo examinar a placer sus abdominales duros, y su ancho pecho, el pelo le caía como una cascada por los hombros y brazos, abrió la boca ensimismada, Colt era perfecto, como sacado de una revista de moda masculina, no le extrañaba en absoluto que se hubiese convertido en el protagonista de sus sueños más eróticos, en el dueño y señor de sus fantasías sexuales más salvajes, apartó la vista, con mucho esfuerzo, cuando sintió el calor inundar su vientre y el rubor cubrir su rostro.

-Hola.-saludó posando las manos sobre sus hombros desnudos, cuando estuvo a su lado.
-Hola.
-Creí que no ibas a venir - dijo él deslizando las manos por sus brazos.
-Te dije que vendría- se agachó a recoger su calzado rompiendo el contacto-, y aquí estoy.

Colt contuvo la respiración cuando se puso en pie y se alejó de él camino a la improvisada mesa, observó cada curva de su cuerpo, la piel blanca de su espalda, que la camisa no cubría, el trasero apretado contra los diminutos pantalones, el balanceo suave y sensual de sus caderas, las piernas torneadas y esbeltas, bajó la vista hasta su entrepierna, se estaba excitando, aquello no era buena idea y menos con aquellos pantalones, y Megan le estaba dejando muy claro que su deseo de que no la tocara iba completamente en serio, lanzando un suspiro de frustración fue tras ella.

-Volveré en unos minutos –comentó sin detenerse –voy a por la comida.

Lo vio alejarse y subir por la ladera con grandes zancadas, mientras esperaba fijó los ojos en el río, arrepintiéndose de estar allí. No debió aceptar aquella tonta cita, ¿Cómo iba a tratarlo como a un amigo si con su sola presencia ya ardía de deseo?, se puso en pie, aún estaba a tiempo de tomar sus cosas y largarse antes de que regresara.

-Ya estoy de vuelta -se sobresaltó al oír su voz grave tras ella, él se agachó y dejó una bandeja cubierta con un paño y los tenedores sobre el mantel- Te aviso que no soy buen cocinero, pero puse mucho empeño.
-No te preocupes –sonrió sin ganas –seguro que está bueno.
-Ya veremos –contestó tendiéndole unos platos desechables.
Megan sirvió para los dos, pinchó un poco de carne y se deleitó al sentirla deshacerse en su boca. Colt no apartaba la vista de ella, de su boca cerrándose sobre el tenedor, de su garganta al tragar, de sus manos de dedos largos y elegantes, obligándose a dejar su escrutinio se acomodó y se puso a comer, sonrió agradecido cuando ella alabó el asado y le divirtió ver como se avergonzaba cuando hizo el intento de repetir, como si por ser mujer no estuviera permitido comer mucho. Él inclinó la cabeza y la instó a que comiera todo lo que quisiera. Fue la única vez en la que sus ojos se encontraron y fue tan breve que casi no le dio tiempo a parpadear. Megan estaba muy incomoda, se daba cuenta por su posición rígida, por la tensión de sus hombros, apostaba la vida que tan pronto terminaran de comer saldría corriendo. Apenas le dirigió la palabra y cuando lo hacia era por pura cortesía, se mantenía cabizbaja. Aquello no era lo que él planeaba, no iba a tocarla, no iba a besarla, aunque se moría de ganas, estaba decidido a ir despacio, a que fueran buenos amigos… Un trueno cortó el silencio, ambos miraron al cielo.

-Parece que va a llover y pronto -dijo él masajeándose la pierna-, me duele la rodilla.
-Vaya –por primera vez se dio cuenta de la fea cicatriz que cruzaba su rodilla-, debió dolerte mucho.
-Un poco –se encogió de hombros-, lo bueno es que siempre me avisa cuando va a llover, nunca falla.
-Por lo visto, no son las únicas que tienes - señaló otra que le cruzaba el muslo izquierdo. ¿Cómo era posible que no se hubiese percatado antes de ellas?
-No, tengo varias más, son como medallas de guerra -soltó una carcajada-, si quieres puedo mostrártelas.
-Otro día -se puso en pie-, tal vez debería irme.
-¿Por qué? -él también se puso en pie, dejó de sonreír y se acercó a ella.
-Con un poco de suerte llegaré a casa antes de que estalle la tormenta –no terminó de hablar cuando las primeras gotas comenzaron a caer.
-Eres una chica sin suerte -se agachó y comenzó a amontonar las cosas-, ayúdame y te invito a un café.

Ambos se pusieron a recoger, él juntó las puntas del mantel e hizo un atillo a toda prisa, pero el cielo no esperó y se abrió sobre sus cabezas, Colt soltó todo, la agarró del brazo y echaron a correr, riendo y empapados llegaron hasta la cabaña. Ya a resguardo Colt fue hasta el baño y tomó dos toallas, le tendió una y con la otra comenzó a secarse el pelo, los brazos y el torso. Ella lo imitó, Colt se paró en seco de lo que estaba haciendo al ver las gotas deslizarse por sus piernas, automáticamente se fijó en la blusa mojada que se había vuelto casi transparente pegándose a sus senos cubiertos por un bikini azul, se le aceleró la respiración al percatarse como sus pezones empujaban erguidos contra la fina tela, al ver su inmovilidad Megan lo miró al ver lo que ocurría, colorada como un tomate, cruzo los brazos sobre su pecho.

-Deberías quitarte esa ropa - dijo él con voz ronca, -, te dejaré una camisa mía para que te la pongas.
-No es necesario, se secará enseguida -contestó.
-No seas tonta, no puedes quedarte así, estas helada, además, parece que la tormenta va a durar bastante –le tendió una camisa y unos boxers-, al menos estarás seca. Puedes cambiarte en el baño, yo mientras haré café.

El baño era pequeño, pero Colt había aprovechado bien el espacio, las piezas de porcelana eran blancas y estaban limpias, un pequeño espejo colgaba de una de las paredes pintadas de beige, algunos utensilios masculinos descansaban sobre una repisa junto al lavabo, un pequeño mueble sin puertas, donde estaban las toallas perfectamente apiladas, colgado junto a la puerta, debajo un cesto de mimbre, que supuso era para la ropa sucia, fue a echar el cerrojo, pero no había, sin dejar de mirar a la puerta se fue desnudando, luego se puso los boxers que le venían grandes, así que se hizo un nudo a un lado y la camisa, tuvo que dar varias vueltas a las mangas para que le quedaran las manos fuera, sintió el aroma de él impregnado en la prenda, llevó la manga a la nariz y aspiró profundamente, después, con un suspiro de resignación, colgó su ropa sobre el riel de la mampara de la ducha, para que se secara.

Cuando salió, le llegó el inconfundible olor del café, caminó descalza observando todo con ojos asombrados, las paredes de madera en las que colgaban algunas fotos de él sobre un caballo, sobre un toro…, la mesa, las sillas, la chimenea en cuya repisa descansaban algunas figurillas talladas en madera, una en particular, un puma a punto de atacar le recordó a Colt, con su aura salvaje, pasó un dedo por ella y luego fue a sentarse al sofá oscuro, el suelo estaba frío, le faltaban algunas alfombras para su gusto, sobre todo en invierno vendrían de perlas, se puso en pie cuando la puerta se abrió y él apareció calado hasta los huesos. Tan pronto posó los ojos en ella, el deseo se apoderó de él, parecía tan pequeña con aquella camisa tan grande que le tapaba hasta las rodillas, le estaba tan ancha que no se marcaban ni una sola de sus curvas, mas al mismo tiempo era lo más erótico que había visto en su vida, bajó la vista hasta sus pies descalzos y la vio encoger los dedos, ascendió lentamente por sus piernas desnudas y ahogó el gemido que pugnaba por salir de su garganta al imaginar como sería meter las manos debajo de la tela a cuadros que la cubría, acariciar la tibia piel de sus costados, acunar sus senos entre sus palmas y enterrarse entre aquellas preciosas piernas, carraspeó para aclararse la mente, que se le disparaba llenándose de fantasías con aquella mujer.

-He subido tu bicicleta, está detrás junto a mi moto, sabes estás muy guapa con mi ropa.
-Te agradezco que me la hayas prestado –tironeó de la camisa, y se percató del charco que estaba formándose a los pies de Colt-deberías cambiarte, estas chorreando.
- Sí tienes razón, dame unos minutos, me pongo algo seco y tomamos ese café.
-De acuerdo -asintió-. Si me dices donde está todo puedo ir sirviéndolo mientras.
-Rebusca por la cocina –exclamó antes de encerrarse en su habitación.

Megan buscó en los armarios de madera de la coqueta y completa cocina hasta que encontró lo que necesitaba, para estar en la montaña, Colt había conseguido una nevera ultimo modelo, un horno, la cafetera era eléctrica y hasta tenía un microondas, funcionarían a base de un generador, pero incluso así no era fácil proveerse de esos lujos en aquella zona. Encontró una bandeja sobre la encimera, las tazas y el azucarero en un armario, servilletas de papel, lo colocó todo junto con la jarra de café lo llevó al salón.

Desde el umbral Colt la observó moverse con facilidad el salón, disponer las tazas para ambos, estirar el mantel y repasarlo con la mano hasta que la pequeña arruga que le molestaba desapareció por completo, aquella escena le estaba llegando al alma. Desde muy joven soñó con que algún día se casaría, formaría una familia por quien luchar, y a quien amar y sin duda alguna esa escena era de lo más familiar que había vivido nunca, era la imagen misma de una adorable esposa preparando la mesa para su marido. Como presintiendo su presencia Megan se volvió y le sonrió, durante un segundo se quedó paralizado, sacudió la cabeza y se sentó frente a ella, sin decir una sola palabra. Ambos tomaron el café solo, con un par de cucharadas de azúcar, se miraron un par de veces y permanecieron en silencio Colt no quería romper el encanto y Megan sencillamente no sabía que decir, se quedó muda al verlo allí de pie, descalzo, con sus vaqueros y sin camiseta, con el cabello húmedo pegándose a sus anchos hombros. El rugido de un trueno la sobresaltó derramando el café sobre sus manos.

-Vaya, lo siento –tomó un puñado de servilletas y limpió la mancha-. Espero que amaine pronto.
-¿Te asustan las tormentas? –preguntó alargando la mano hacia ella.
-No –se sirvió más café para que no la tocara -, pero no quiero ser un incordio, tendrás cosas que hacer.
-No me molestas, me gusta que estés aquí –añadió sinceramente, buscando sus ojos pero nuevamente no los encontró.

La tormenta parecía fortalecerse con el paso de las horas, Megan se paseaba inquieta por el salón incapaz de disimular sus nervios, Colt llevaba un rato sentado en el sillón tallando algo con su navaja en un gran trozo de madera, de vez en cuando alzaba la cabeza la observaba y continuaba con su labor, parecía tan tranquilo que la desesperaba.

-Megan para de una vez –murmuró.
-No puedo –respondió.
-¿Tienes hambre?
-No
-¿Frío?
-No
-¿Por qué estas tan agitada? -clavó la navaja en la madera y la dejó sobre la mesa. -¿Qué te preocupa?
-Este estúpido tiempo -se detuvo un momento dándose la vuelta-, no para de llover y en menos de una hora habrá anochecido.
-¿Y?
-No puedo ir en bici por la noche por estas carreteras, y quiero volver a casa –gritó angustiada.
-Puedes quedarte aquí. –dijo con toda la calma del mundo.
-¿Aquí? -abrió los ojos sorprendida-, no…
-Tengo un sofá muy cómodo, una habitación de invitados y mi dormitorio… -sonrió con picardía antes de levantarse y acercarse a su lado -, pero supongo que lo de dormir conmigo está descartado, aunque te jure que no te pondré una mano encima.
-No me hace gracia -le lanzó una mirada furibunda al ver la burla en sus ojos-. Mira, estoy cansada, aburrida…
-Bueno hay muchas formas de pasar el tiempo –la agarró de la mano, la guió al sofá y se sentó, la instó a que lo acompañara Megan negó y se mantuvo de pie mirándolo desde lo alto -, podemos pelear, jugar a las cartas, hablar o...…
-No quiero pelear contigo, no sé jugar a las cartas, no me apetece hablar así que ¿Cuál es tu siguiente propuesta?- los ojos de Colt adquirieron un brillo peligroso antes de que tirara de su brazo bruscamente para hacerla caer sobre él.
-Besuquearnos en el sofá –musitó acomodándola en su regazo.
-Los amigos no se besuquean –exclamó intentado incorporarse.
-Algunos sí –la agarró por la cintura para que dejara de moverse.
-Colt, no creo que… - protestó débilmente mientras el corazón comenzó a latirle con más fuerza, y sus ojos se detenían en aquella sensual boca -, no creo que… sea una buena idea.
-Megan –exclamó sobre sus labios sonrosados, mientras deslizaba una mano por su espalda hasta alcanzar su nuca-, yo creo que es una excelente idea. La mejor que se me ha ocurrido en años.


Continuará...

10 comentarios:

Johan dijo...

-Johan agarra al par de sokaly por el cogote y les da un abrazo de oso- Mis niñas yo tambien las extrañe un chorrron!!, no se imaginan como echaba de menos mi dosis de novelas hirvientes todos los martes-viernes, ya estaba que me tiraba de un decimo piso jaja XDD, no me tendran la ley del hielo preparada verdad?! Les prometo que no fue mi culpa el abandonarlas, si no de los tontos provedores de internet, que no me venian a instalar nunca en bendito router, a ellos cortenlos en pedacitos!! jeje buen tambien del hecho que me cambie de casa XDD. En fin mi opinion sobre este y los demas caps - JA! me lei todo todito lo que me perdi durante mis dias de agonia :3-
Brujillas!!!!, por que siempre lo dejan en la mitad de TODO lo bueno!!!, porsupuesto!!! como no son ustedes las que tienen luego que torear a las hormonas para que se tranquilicen ¬¬!!
Bueno bueno, que decir, el capi simplemente me encanto!, el mejor hasta el momento, luego del besuqueo del lago ya saben, pero en este, con megan de "te quiero a quinientas millas de mi", esta perfecto!!!, por fin alguien para los truenos al macho macho!, en los primeros caps por poco ya agarraba a esta niña y la sarandeaba contra la pared para que le entratara razon!, y no babeara tanto por este tonto!, pero lo perdono porque en estos ultimos caps se a estado comportando como un principe, me encanta ver arrastrandose por la que rechazo, JA! -soy malefica XDDD-
Me uno al club de torturemos a Nicky, nadie se mete con el hombre de otra en novelas, por muy facilon que este sea!, yo aporto mis maquinas superultraespeciales, y mi sed de sangre!
Mil gracias por los tres premios, porsupuesto ya estan guardados bajo siete llaves en mi baul Sokaly Wanted, no vaya a ser que los vean mi olivier y andreu y se forme la grande! XD
Esperando el proximo!!! porfa prontito prontito, que lo dejaron en lo mejor!, que hara megan?!, lo tirara por la ventana para que se vuelve un iceberg?!, o usara la teletransportacion para llegar en menos de un segundo a la habitacion? ya quiero saber O.O

Cariños lindas!

Lea dijo...

omg! omg! y más omg! ?Besuqueranos en el sofa????????????????????'' me muero!!!! yo tambien quiero besuquearme con Colt en un sofa!!!!!!

Me encantá esta forma de ser suya entre cariñoso y chico malo! es demasiado sexy!!!!!!!!!!!!!!!!

espero que esa escena de besuqueos les lleve a algo más!


quiero mas!!! porfa!!!

Anónimo dijo...

Sabia Madre Naturaleza!! (Por algo es mujer, jaja)

Ahora... por que Meg se esta haciendo tanto de rogar... que aproveche el besuqueo, el sillón, la noche, la tormenta y después, si te he visto no me acuerdo!!!

Y ahora la confesión personal!
Me encanta como Colt coquetea con ella!!

Ese es el tipo de chicos que me atraen, uhu!! Malditos descaraos...

Besitos, nenas, que llegue pronto el viernes!! :D

Sabry Sandal dijo...

Demonios!! La del comentario anterior soy Yooo!!!

Ahora si besitos!!

Ade dijo...

-¡¡¡¡Johan!!!! Dichosos los ojos. De verdad que se te echó mucho de menos, así que bienvenida de nuevo, y que bueno que tus problemas con internet estén resueltos.

¿Baúl de Sokaly Wanted? Jajajaja.
Imagino que Olivier y Andreu, están felices, porque no me cabe ninguna duda que los cuidas bien.

¿Verdad que esta historia está muy bien? Yo estoy que ando loquita por el indio, pero esta Mariola es una acaparadora, y sólo porque lo creó ella..., ayssss, ten amigas para esto, jeje.

-Sabry me parto contigo, jajajaja, siempre te pasa lo mismo cuando comentas.

-Mariola, pensé que ese momento sofá no llegaría nunca, lo bueno es que veo a Colt muy, pero que muy decidido, así que esta vez dudo que se le escape, el siguiente capi no tendrá desperdicio.

Megan mucha timidez, pero fíjate como se vistió la niña para acudir a la comida, vaya vaya.

Por cierto, todavía guardo muy buenos recuerdos de ese asado, jeje.
No hay nada como un hombre que sepa cocinar, eso es la caña.
¿Sabes? Esto me recuerda el pollo al curry de hace un tiempo, hmmm, creo que ya toca meterle entre fogones, si, si.

Enamorada de las letras dijo...

ay Colt si saca suspiros esta historia esta muy buena sigan muchachas.

Sammet dijo...

Marioly esta novela me encanta!!

Pero eso ya lo sabías, pues desde el principio te dije que sería estupenda...

Por fin te has apiadado de nosotras y comienza un poco la acción, ya necesito leer que esos dos hagan algo más que besuquearse... aunque, para besos que estos dos se dan, yo quiero uno que me bese así XD

Megan: ¡no lo dejes ir! Sí chiquita, aprovéchalo bien, total, al otro día puedes decirle adiós... aunque yo que tú, le diría bienvenido a mi vida...

Apoyo a Sabry, esos son los hombres que me matan!!

Excelente capítulo!

Besos

Sandra dijo...

Me encantó el capitulo, estoy deseando que llegue el besuqueo... y con Colt menudo, besuqueo

Quien pudiera tener a un Colt en carne y hueso ahora mismo, verdad? jajajaja

Iris Martinaya dijo...

Esto se pone hot, tendrán que pasar la noche juntos.

Besos

Ani dijo...

huy yo tb kiero besuquearme con el!!!no hay derecho sigo con el proximo jejejeje

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