viernes, 5 de marzo de 2010

AHORA Y SIEMPRE (CAPÍTULO 12)



Un mes de vino y rosas pensó Megan cuando llegó del trabajo, abrió la puerta de la casa y un agradable olor a manzanas asadas le llenó la nariz, se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero, un mes en el que su vida era simplemente perfecta. Se dirigió a la cocina donde escuchaba a Colt canturrear y se apoyó despreocupadamente en el marco de la puerta observándolo remover algo en una cacerola, la camisa de cuadros rojos no disimulaba amplia espalda cuyos músculos se contraían con sus movimientos y los vaqueros se pegaban a ese trasero apretado que la volvía loca.

Él se giró y le sonrió de esa forma tan sensual que hacían que sus rodillas se doblaran, la miró con ese fuego negro brillando en sus ojos que hacía que su cuerpo comenzara a arder de inmediato, llevaba un delantal verde con grandes letras rojas impresas “el señor de los hornillos” leyó y no pudo evitar reír. Se acercó y lo rodeó por la cintura metiendo las manos en los bolsillos traseros de sus pantalones. Colt levantó el cazo para no quemarla y le rozó suavemente los labios.

-Eres todo un amo de casa –dijo mordisqueando su barbilla –un amo de casa muy sexy.
-Vas a hacer que me sonroje – contestó alargando la cuchara de madera hasta los labios de su mujer que jugueteaban sobre su pecho-. Prueba esto.
-Está riquísima -dijo ella cerrando los ojos deleitándose con el sabor especiado de la salsa, sintió los labios de él sobre los suyos.
-Sí, deliciosa –susurró dejando la cacerola sobre la encimera antes abrazarla y profundizar el beso-. En su punto justo.
-Ummm..... –se pegó un poco más a él, para que continuara besándola.
-Ve a ponerte cómoda, la cena estará enseguida.-le sugirió soltándola.
-Bésame un poco más -se puso de puntillas y se agarró a sus hombros-, te eché de menos.
-Vete a duchar -después de volver a besarla le dio la vuelta y le palmeó el trasero-, o te juro que este amo de casa se enfadará si se enfría la cena.
-Aguafiestas –exclamó saliendo de la estancia.

Megan abandonó la cocina con desgana, fue hasta el baño y se dio una ducha rápida, se puso uno de sus cómodos vestidos, se sujetó el pelo con un pasador y regresó junto a Colt, este ya había puesto la mesa, le sonrió cuando la vio entrar, sacó una fuente de espaguetis y la colocó en el centro, junto a una botella de vino.

-¿Qué tal te fue el día? -preguntó él mientras le servía.
-Bien, ¿y a ti?
-Como siempre, estuve en el rancho con los muchachos, todo avanza a buen ritmo, en un par de meses podremos mudarnos allí -dijo sirviéndose él.
-¿Y cuando me dejarás ir a mi? -preguntó vertiendo salsa por encima de la pasta-, tengo ganas de ver las obras.
-En unos días, ahora está todo manga por hombro, te prometo que te llevaré para que des ordenes con total libertad y vuelvas locos a los chicos con tus exigencias en cuanto pueda –sonrió al verla fruncir el ceño-, pero antes, quiero estar seguro que no corres ningún peligro entre tablones y herramientas.
-¿Seguro? –lo vio asentir, enrolló la pasta en el tenedor y continuó comiendo en silencio.

Colt contempló a su mujer sentada frente a él, estaba deliciosamente hermosa con los mechones sueltos cayendo por su rostro, el suave aroma del jabón que utilizó para el baño le llegaba sutilmente, la vio cerrar los labios sobre el tenedor y masticar lentamente, luego tomar su copa y beber un sorbo de vino y se encendió de deseo, ya no tenía apetito o al menos no de alimentos, ella lo miró por encima de la copa y parpadeó al verla observarla tan fijamente con los ojos cargados de promesas lujuriosas.

Colt emitió un extraño sonido al ver el amor y las ganas de él que se reflejaban en sus iris castaños. Estuvo a punto de levantarse, echársela al hombro y llevarla al dormitorio, pero era mejor que la dejara cenar, tenían toda la noche, toda una vida para dar rienda suelta a su pasión. Arrugó la frente y dejó de mirarla.

Tenía que darle una noticia que tal vez no le iba a gustar, debía dejar el pueblo por unos días, a pesar que sabía que estaría bien no quería dejarla sola, en realidad no pensó en ella sino en él, en las noches que pasaría lejos sin su calido cuerpo pegado al suyo en una fría e impersonal habitación de hotel, así que sin consultárselo había hecho una tontería.

-Megan -dijo de pronto-, hay algo que me gustaría decirte.
-Te escucho –dejó los cubiertos sobre el plato y le prestó toda su atención.
-Tengo viajar en unos días –alargó la mano y la posó sobre la de ella.
-Oh –bajó la vista para ocultar la tristeza que comenzó a embargarla – ¿Cuánto tiempo estarás fuera?
-Cariño –presionó su mano al ver sus ojos húmedos sé que debí preguntarte primero, pero la verdad es que hice la reservas para los dos.
-¿Quieres que vaya contigo? –preguntó asombrada.
-Tengo que ir por negocios a Nueva York y puesto que no tuvimos viaje de novios, creí que era una buena idea – habló rápidamente –puedes pedirte unos días en el trabajo y conocer la ciudad, el asunto que me reclama no me ocupará mucho así que podría ser tu guía, podríamos ir al teatro o de compras.
-Colt…
-Entiendo que si no puedes o no te apetece… –la interrumpió –sé que es precipitado, que debí avisarte antes…-contuvo la respiración –bueno ¿Qué dices?

Megan no podía dejar de sonreír como una boba, había pasado de la tristeza al saber que se iba a la alegría por que quería que fuera con él. Sí, se pediría esos días, no creía tener problemas, no era de las que se tomaban bajas o permisos, pero si le ponían alguna pega le daba igual, que la despidieran, pero por nada del mundo iba a dejar de irse con aquel hombre que amaba más que a su propia vida. Arrastró la silla y se puso en pie.

-Te quiero -gritó lanzándose a sus brazos.
-¿Eso es un sí? -contestó acomodándola sobre su regazo.
-Sí –se abrazó a su cuello -¿Cuándo nos vamos?
-El domingo por la mañana –, explicó rodeándole la cintura con un brazo- el sábado tomaré parte en el espectáculo de monta y el domingo temprano partiremos hacia Nueva York.
-¿Vas a participar? -se revolvió buscando su mirada.
-Bob me pidió el favor y no me pude negar -le tomó el rostro entre las manos-, serán un par de vueltas nada más, además me pareció buena idea nunca me has visto montar así podrás ver como me ganaba la vida, al menos en parte, no voy a competir en la doma, sólo exhibición.
-Está bien.-su voz sonó algo preocupada.
-Quiero que te sientas orgullosa de mi, Megan. – musitó acunando su cara entre sus manos.
-Yo ya estoy orgullosa de ti, vaquero –susurró sobre sus labios-, muy orgullosa.
-¿Tanto como para perderte la cena? -preguntó con burla.
-¿Qué cena? –deslizó la mano hasta su endurecida entrepierna para dejarle claro donde estaba centrado su apetito en esos momentos.

Soltando una carcajada que retumbó por toda la cocina, Colt se incorporó con ella en brazos, olvidándose de las horas que había pasado cocinando, al diablo con los espaguetis, con las manzanas asadas y con los cacharros que quedaban por fregar ya lo haría por la mañana, ahora iba a darse un festín de aquella mujer que llevaba asida a su cuerpo.

La semana pasó volando, entre el trabajo y la frenética actividad del pueblo, el sábado llegó en un suspiro. La pequeña feria era todo un acontecimiento en la localidad, acudían gentes de todas las poblaciones y ciudades cercanas, era un buen modo de comprar y vender, de hacer tratos de ganado y al mismo tiempo divertirse, así que todos se volcaban para que las cosas salieran a la perfección. Las mujeres preparaban tartas y comida para alimentar a un regimiento, los hombres sacaban pecho luciendo sus Stetson y los niños lo pasaban en grande correteando por entre los puestos de algodón de azúcar, dulces y palomitas.

Megan nunca asistía al evento, pero ese año tenía una poderosa razón para hacerlo. Mezclándose entre la gente se dejó embriagar por el jubilo y la algarabía a pesar de los nervios que le atenazaban el estomago.
Buscó un lugar tranquilo donde poder ver el espectáculo, cosa harta difícil por la cantidad de personas reunidas allí, al final encontró un sitio menos concurrido donde acababan las gradas, se apoyó en la valla y buscó a Colt con la mirada, lo encontró hablando animadamente con otros participantes, él alzó la cabeza y levantó una mano para saludarla, automáticamente le devolvió el saludo.

Las fanfarrias anunciaron el comienzo del evento, un locutor con voz grave expuso el programa, lo primero era un concurso para los más pequeños, luego la exhibición y al final la doma y el rodeo. Megan agradeció en silencio que Colt no participara en esa última parte. Rió con ganas al ver a los niños tratar de sujetar a los terneros, que pese a tener pocas semanas se mostraban bastante esquivos y poco predispuestos a colaborar a pesar del interés y las ganas de los pequeños que acaban rebozados en la tierra como albóndigas.


Bob se acercó a ella cuando comenzó la parte de exhibición, ella le sonrió amablemente pero no apartó la vista de su marido, que esperaba junto a otros su turno.

-Hola Megan.
-Hola Bob -saludó-. ¿Qué tal estás?
-Bien –se colocó a su lado y se agarró a la cerca-. Megan, quería pedirte disculpas.
-¿Disculpas? –lo miró un momento asombrada.
-Me porté como un cerdo cuando te abordé en la calle aquel día, tenías razón, no podía obligarte a casarte conmigo -la miró y bajó la vista. –no debí insultar a Colt, no tenía ningún derecho.
-No importa Robert –contestó girándose hacia él –ya está olvidado, sé que no lo hiciste con intención de hacerme daño.
-Nunca podría hacerte daño, -alzó la cabeza rápidamente para mirarla –me di cuenta que siempre te he querido como a una hermana, y te he protegido como a tal, me ofusqué pensando que era otro tipo de sentimientos y me enfadé cuando apareció Elliot por que vi un rival –se detuvo un momento y se rió antes de continuar- en realidad él nunca tuvo rival ¿verdad?
-No, no lo tuvo.
-Me di cuenta el primer día que os vi juntos- añadió sonriente –pero estaba confuso y no quería que nadie te hiciera sufrir.
-Lo sé –posó su mano sobre la del hombre- y te agradezco que estuvieras a mi lado todos estos años y que fueras mi padrino de bodas.
-Siempre estaré ahí cuando me necesites, y seré el padrino de tus hijos si es necesario –le aseguró sonriendo –y tengo que decirte que me equivoqué con Colt, es un buen hombre y se desvive por hacerte feliz, hiciste una buena elección.
-Gracias, tú también encontrarás a alguien -le sonrió cálidamente-, estoy segura.
-Bueno -lo vio sonrojarse-, en realidad creo que ya la encontré, desde hace unos días salgo con alguien, siempre ha estado ahí pero no me di cuenta y ahora que lo he hecho puedo asegurarte que es la mujer perfecta, creo que me estoy enamorando.
-Me alegro mucho por ti -Bob la abrazó y ella le devolvió el abrazo.-¿Quién es?
-Todo a su debido tiempo –dijo besando sus mejillas –no quiero gafarlo.
-Sea quien sea, será muy afortunada –contestó sinceramente.

Colt vio a Robert acercarse a su mujer, hablar con ella y abrazarla, no dudaba del amor de Megan, pero no pudo dejar de sentir una punzada de celos al verla en los brazos de otro, aunque no significara nada. Bob y él se habían hecho buenos amigos, pero no se le había olvidado que ese hombre, que ahora sonreía a su esposa, quiso casarse con ella. Soltó un bufido y fue hasta el caballo que lo esperaba en uno de los cajones de salida.

Megan no se perdió detalle de la actuación de Colt, estaba majestuoso sobre el caballo manchado que le había tocado en suerte, toda la magia de su raza se desplegó a su alrededor y no tuvo ningún problema en imaginarlo por las praderas, vestido con un taparrabos, con la larga cabellera ondulando al viento mientras galopaba detrás de los búfalos. De pronto el animal se alzó sobre sus patas traseras con un violento relincho, ella se agarró con tanta fuerza a la valla que sus nudillos se le pusieron blancos, el corazón le latía a mil por hora y respiraba con dificultad aterrada, a pesar de que Bob la tranquilizó explicándole que todo eso formaba parte del numero, luego lanzó el caballo al galope deteniéndose a escasos centímetros del público, hizo algunas cabriolas y terminó con el animal inclinándose sobre sus patas delanteras a modo de saludo, la gente se levantó de sus asientos aplaudiendo y silbando como loca. A ella le dolían las manos de aplaudirle también.

Colt bajó del caballo saludando alegremente, esperaba que a Megan le hubiese gustado la representación, le hubiera gustado ver su cara mientras montaba, pero no podía perder la concentración, observó a su mujer que charlaba despreocupadamente con Robert con la espalda apoyada en la cerca, frunció el ceño molesto se imaginó que lo estaría mirando con los ojos cuajados de emoción, pero al parecer se equivocó, no estaba muy interesada en su trabajo. Emitió un bufido cuando Spencer le acarició el hombro y ella le devolvió la caricia, tal vez necesitaba algo más fuerte para obtener su atención, se giró y anduvo sobre sus pasos hacia el estrado.

Megan estaba deseando que Colt fuera a recogerla, iba a comenzar el rodeo en sí y no le gustaba, lo pasaba fatal viendo a aquellos hombres dar botes sobre los toros y los caballos. Se volvió para no verlo y continuó hablando animadamente con Bob, tratando de sonsacarle el nombre de la misteriosa dama que lo tenía tan embelesado, Nicky se unió a ellos, hizo un mohín de disgusto, pero al ver las miradas que se lanzaban sospechó que tal vez fuera ella, así que a pesar de la molesta presencia de la chica se aguantó y trató de ser lo más amable posible, olvidándose de lo que ocurría a sus espaldas. Casi se cae de bruces, al tropezar con sus propios pies, cuando por megáfono anunciaron el nombre de Colt.

A Megan dejó de latirle el corazón cuando el enorme toro salió al recinto dando saltos como un poseso con su marido encima, aferrándose precariamente a un trozo de cuerda para no caerse, no quería mirar, pero al mismo tiempo era incapaz de apartar los ojos del cuerpo que se agitaba de un lado a otro, gritó aterrorizada cuando lo vio salir despedido y caer al suelo. Soltó el aire que había estado conteniendo, al verlo incorporarse y sacudirse con el sombrero el polvo de los pantalones. Alguien le hablaba, pero un extraño zumbido le llenaba los oídos. Se volvió y vio que Robert y Nicky le decían algo. Movió la cabeza para sacudirse el miedo que hasta ese momento la mantenía inmóvil.

-Ha ganado –gritó lleno de jubilo su amigo –más de 8 segundos, es el mejor sin duda.

Megan sonrió ¿8 segundos? A ella le había parecido una eternidad, que el tiempo se paraba mientras él seguía vapuleándose sobre aquel inmenso animal, sollozó y se tapó la cara con las manos incapaz de controlar las lágrimas.

Colt recogió el pequeño trofeo y fue en busca de su esposa, continuaba donde la había visto, Bob estaba a su lado y le pasaba las manos por los brazos mientras le decía algo, Nicky Preston también estaba con ellos y parecían muy divertidos.

-Bob, Nicky –saludó secamente al llegar.
-Colt -Nicky le sonrió-, una actuación magnifica.
-Sí, ha sido espectacular -dijo Bob tocándose el ala de su sombrero a modo de saludo-, aunque Megan lo ha pasado un poco mal, sobretodo en esta última parte.

Colt se volvió hacia su esposa que lo miraba fijamente, una inquietante palidez le cubría la cara y las lágrimas humedecían sus mejillas, soltó el pequeño galardón, pasó las manos por entre los tablones de la valla y la atrajo hacia él, sujetándola por las caderas.

-¿En serio lo pasaste mal? -dijo preocupado.
-No vuelvas a hacerme esto nunca más –sollozó empujándole para que se apartara.
-Opih –la agarró con más fuerza – no llores.
-¿Cómo pudiste? –lo miró sin dejar de llorar –podías haberte matado.
-Es mi trabajo cariño –sonrió para tranquilizarla- no hay peligro, estaba todo controlado.
-¿De verdad?
-¿Pasaste miedo? –preguntó enjugando sus lagrimas –lo siento.
-Un poco -contestó subiéndose al primer tablón para estar a su altura, amarrándose a sus hombros-, pero ha sido increíble verte sobre el caballo.
-¿Me viste?
-De principio a fin –respondió reposando la frente sobre su barbilla-y en mi vida me he sentido más orgullosa de alguien.

Colt la atrajo un poco más y buscó su boca para fundirse en un largo beso, Megan le respondió al instante, olvidándose de Bob, de Nicky y del resto del mundo, cuando acabaron de besarse, se dio cuenta que estaban solos, Colt saltó ágilmente la valla, recogió el plateado trofeo del suelo, pasó el brazo por los hombros de Megan que se agarró a su cintura y caminaron rumbo a su casa.



Continuará...

10 comentarios:

Ade dijo...

Comprendí perfectamente como se sintió Megan cuando le vio dentro de la plaza, sobre todo con ese toro.
Fue terrorífico.

¿Y que me dices de la caída? ¿De verdad no se hizo daño? Porque yo sólo de imaginármelo, me dolieron todos los huesos del cuerpo. Si voy a tener que darme una larga ducha caliente para ver si me relajo.

Como me reí con lo de: “el señor de los hornillos”

Ya me dejaste intrigada con lo de Bob y su misteriosa pareja.

Maribel dijo...

Tanta felicidad me encanta pero a la vez me preocupa...
Yo tampoco podria quedarme tranquila con esos espectaculos, la verdad, me ponen nerviosa asi que ver a alguien querido... hummm...
Por cierto... ¿Qué tal el trasero de Colt??? Con tantas sacudidas... ya se sabe... me ofrezco voluntaria para la cura, un masaje... lo que sea necesario, ya sabes que soy muy "apañaaa"...

jajajaj... besos gamberras.

Sabry Sandal dijo...

Ay, que susto!! Menos mal que nada le pasó a nuestro vaquero. Aunque en caso de emergencia, enfermeras hubiesen sobrado.

Wiiii, Bob anda en algo raro, me muero por saber quien será la misteriosa novia, mmmmhhhhh.

Buen capi, nena, ahora espero ansiosa saber que pasará en el viaje NY.

Buen finde, besitos a todas!

Enamorada de las letras dijo...

Pobre Megan se debe haber muerto del susto , que bueno que Colt por lo menos gano el premio y ellos estan tan bien juntos.

ana dijo...

dios se que e estado perdida pido perdon pero tenia el ordenata roto y an tardado casi un mes en areglarmelo asi que ya estoy aki y me e puesto al dia es simplemente super tierno me a encantado un beso y seguir asi

Ade dijo...

Con razón no te veíamos, Ana, creo que fue ayer, cuando te nombramos Mariola y yo en el msm.

¿Y como has llevado eso de estar sin ordenador tanto tiempo?
Yo no me imagino ahora la vida sin él.
Toco madera para que no se me rompa nunca.

Bienvenida de nuevo, guapa.

Besos.

ana dijo...

gracias a sido orrible casi mato a mi amigo que fue el que me lo areglo por tardar tanto un beso y me alegro de aber sido estrañada eso dice mucho bueno de vosotras

Maria dijo...

uffff,q caida....diosss,pense q se habia partido algo MI Colt..pero no,fue solo un susto.

No se pq me parece a mi q la pareja de Bob es Nicky...leñe,con lo mal q me caia....bueno a seguir leyendo.

Sammet dijo...

Por dios Marioly, me hiciste sufrir junto con Megan con esa caída...

Síi, yo también quiero que Nicky y Bob estén juntos...

Besos

Ani dijo...

si la verdad es q menudo susto se debio de llevar megan eh!!jijii
pobre...
lo de el señor de los hornillos fue muy bueno jajaja

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