martes, 6 de julio de 2010

~CONQUISTADO POR UN SUEÑO — CAPÍTULO 11~




Llevaba largo rato despierta disfrutando de la estampa de aquel magnífico hombre dormido, era increíble que después de la conversación y la discusión de días atrás continuara en su casa, pero después de hacerle el amor de aquella forma tan salvaje y sensual la convenció que no le mentía, al menos en lo que al deseo se refería. Esa misma noche se despertó entre sus brazos y como él se encontraba reposando igual que ahora se mantuvo ajeno a los pensamientos que rondaron su cabeza, por una parte fue consciente que debía ponerlo en la calle, pero por otra se mortificó con la idea de haberlo juzgado mal. Así que como siempre su parte más sensible se impuso a la más dura y decidió darle una oportunidad. Por ahora no podía quejarse de los resultados, el sexo era de calidad suprema y encima no había vuelto a sacar a relucir el tema de la dichosa joyita. Sabía que deberían haber hablado del medallón y aclarar ciertas cosas aunque tarde o temprano lo harían, esa alhaja era importante para él, lo supo al ver el intenso brillo en sus ojos cuando antes de darse una buena ducha matutina lo guardó —con toda intención— en el fondo del cajón de su ropa interior. Miró la cómoda, cada día revisaba y allí continuaba, otro punto a su favor al demostrarle que no era un ladrón.

Se levantó de la cama con mucho sigilo para no despertarle, se calzó las zapatillas, cubrió su desnudez con la bata y se la anudó observándole dormir plácidamente, deslizó la mirada pausadamente por ese cuerpo sin perderse ni un solo detalle, como si después de estas dos maravillosas e insaciables semanas —en la que parecía que no lograban hartarse uno del otro— no se lo hubiese aprendido de memoria. Sonrió cuando se puso boca abajo, “así me gusta cariño, tan caballeroso como siempre” ¿o acaso no era un detalle por su parte mostrarle ese soberbio trasero que tanto había estrujado para acercarle a ella en los momentos de pasión? Es que estaba para comérselo, desde el cabello a las puntas de los dedos de los pies, para rebañar los huesos hasta el tuétano. Tragó ruidosamente las cantidades industriales de saliva que empezaba a generar.

Entrecerró los ojos cuando le vio convulsionarse levemente y de su boca escapar una imperceptible palabra: Padre. No era la primera vez que lo hacía, desde que dormían juntos ese vocablo siempre salía a relucir entre sueños, lo único que cambiaba era la expresión de su rostro, que cada día se transformaba más por el sufrimiento y que a ella, por más que quisiera negarlo, le comprimía el corazón, un órgano que ahora estaba ocupado enteramente por él.
Sabía perfectamente como había sucedido, como para no hacerlo si aún le dolía el pinchazo, simplemente una noche despertó de madrugada sobresaltada por una pesadilla, de pronto se vio rodeada por unos protectores brazos que la cobijaron junto a su pecho, llenándole los oídos de dulces y tranquilizadoras palabras y mientras se iba quedando de nuevo dormida arropada bajo su calor, se percató que en algún momento al imbécil de Cupido le había dado por jugar a los indios con ella y ¡zas! El amor le llegó de golpe y porrazo. Su esfuerzo por querer arrancarse la dichosa flecha fue en vano, se encontraba bien incrustada. Ahora incluso su extraña y anticuada manera de hablar le parecía adorable y ni que decir que estuviese siempre pendiente de ella, una auténtica novedad ya que nadie jamás la trató con tanta ternura, pero si hasta que fulminase con la mirada a los hombres que le clavaban sus ojos durante más de 5 segundos seguidos le hacia gracia, soltó una suave carcajada al recordar lo mucho que le costó convencerle de que Carlos era inofensivo y que sólo era un amigo.
Aunque lo cierto es que le encantaban esos arranques de celos, así como fantasear que sentía lo mismo que ella, a pesar de que nunca le había dicho que la quería y como soñar era gratis seguiría haciéndolo, porque si algo tenía claro es que no sería ella quien diera el primer paso en declarar sus sentimientos.
La mano de Aldair se deslizó entre las sábanas buscándola.

—Liana... —susurró con voz ronca por el sueño y con los párpados aún cerrados
—Sigue durmiendo, todavía es temprano.
—¿Dónde v...?
—Ahora vuelvo –musitó acariciándole el dorso de la palma.
—No tardéis –atrapó sus dedos entre los suyos reteniéndola, pero la soltó tras unos segundos.

Se dirigió a la cocina y después de tragarse de un tirón un gran vaso de agua —últimamente no podía dejar de beber, este hombre la estaba deshidratando con su fogosidad— se acercó a la cafetera a prepararse su primera dosis de cafeína del día, mientras esperaba colocó en la tostadora un par de rebanadas de pan de molde, estaba claro que además de compensar el líquido perdido tras la maratoniana sesión de ejercios también necesitaba recuperar las energías, así que unas deliciosas tostadas con su buena capa de mantequilla y mermelada de moras negras serían bien recibidas por su hambriento y protestón estómago.


Con un largo bostezo rodó de espaldas y se desperezó ruidosamente, estirando todos los músculos hasta que oyó crujir los huesos de la columna, giró la cabeza a su derecha encontrándose el sitio vacío, alargó el brazo percibiendo en la punta de sus dedos el calor de Liana, agarró la blanca tela y se la llevó a la nariz aspirando profundamente para deleitarse con el olor que desprendían, a mujer, a sexo y al sutil perfume que ella usaba.
Sus cejas se juntaron pensativas, quien le iba a decir lo mucho que le acabaría gustando dormir junto a un cálido cuerpo, no es que no lo hubiese hecho nunca, sólo que por norma general era él quien acudía al lecho de la dama en cuestión y mucho antes de que llegase el amanecer, cuando yacía agotada, la abandonaba para regresar a la suya sin más preocupación que reponer las fuerzas perdidas. Nunca tuvo la necesidad de abrazar a nadie, mas Liana raudamente, le desbarajustó sus costumbres, le placía despertar en la noche y descubrirla aferrada a su cuerpo, con la cabeza descansando sobre su tórax y las piernas entrelazadas con las suyas. Ojalá pudiera permanecer para siempre a su lado.

Durante estos días, en los que le permitió permanecer no sólo en su hogar sino también en su lecho, aprendió a conocerla y valorarla. Si por fuera era una belleza, su interior resplandecía con luz propia, ayudado por ese enorme corazón que intentaba ocultar sin éxito ninguno. Cierto que era gruñona, que su lenguaje necesitaba corregirse eliminando de su vocabulario algunas palabras soeces que sonrojarían al más fiero de sus hombres, pero su nobleza no tenía límites, le hacía reír y sentir cosas en su interior que nunca antes percibió, su padre soltaría una estridente carcajada si supiera los pensamientos que ocupaban su mente y tras eso estaba seguro que sufriría un colapso al ver a su único y escurridizo hijo suspirando por una mujer. Como colofón a tantas virtudes resultó ser una excelente guía, le estaba enseñando al viejo y ahora no tan misterioso Edimburgo, estaba tan cambiado que apenas quedaban rastros de lo que conoció hacía ya tantos siglos y aunque bien era cierto que continuaba siendo hermosa, no podía compararse a su antigua y querida Dùn Èideann.
No sólo la ciudad había cambiado, el mundo lo hizo a su vez. Le sorprendió enterarse de los grandes inventos —como ese inmenso armatoste alado al que llamaban avión con el que se acortaba de forma vertiginosa el tiempo de llegada al destino— y los avances en la lucha contra las enfermedades, algunas que continuaban matando a su gente año tras año estaban totalmente erradicadas. Y no pudo dejar de entristecerse al enterarse de las grandes guerras que sufrieron décadas atrás, después de todo el mundo no era tan diferente, el hombre seguía siendo cruel con sus hermanos, así era el ser humano capaz de lo mejor y lo peor.

Desterró esas ideas y sonrió divertido al recordar su primer día de excursión, Liana le había preguntado si estaba preparado para una de las mejores experiencias de su vida, a lo que él respondió mirando a ambos lados: "¿Aquí? Como vos queráis" y procedió a despojarse de la camiseta, pero Liana le detuvo escandalizada, con las mejillas sonrojadas le llamó tonto y le giró para que viese la gran mole rodante de color rojo que se acercaba hacia ellos, con mucha gente en su interior y en su superficie.

—¿No pretenderéis que entre ahí? —demandó señalando el autobús turístico.
—¿No intentarás hacerme creer que tienes miedo? —interrogó con un tono burlón.
—No me insultéis, señora o...
—¿O...?
—O esta noche me vengaré y no tendré piedad de vos.
—Promesas, promesas –suspiró agitando las pestañas coquetamente y dándose la vuelta se adentró en su interior.

Por supuesto que él la siguió, ni loco pensaba separarse de esa mujer, subieron arriba, se sentaron y ella le puso unos pequeños artilugios dentro de los oídos, nada más arrancar dio un bote en el asiento cuando de esos aparatos salió una voz de mujer, lanzó una feroz mirada a Liana cuando la oyó reírse. Con los templados rayos del sol acariciándoles, recorrieron parte de la ciudad.

El Castillo le fascinó, aunque en nada se parecía a lo que él recordaba.
Escupió y maldijo en voz alta cuando al pasar por el palacio de Holyrood se enteró que la familia real lo utilizaba como residencia cuando iban de visita y que se encontraban ahora allí al estar izada la bandera del opresor, Liana le recriminó su actitud con su implacable y negra mirada, pero él la ignoró, los ingleses habían hecho mucho daño a su gente y por muchos años que hubiesen pasado, para él estaba muy reciente y algo así no se podía olvidar. Logró serenarse un poco cuando contempló desde la distancia sus inmensos y verdes jardines.
Volteó la cabeza para quedar asombrado con el gran edificio de color gris y de formas extrañas que apareció ante él, llamado Parlamento.
Princess Street le recordó el gran centro comercial donde le llevó Liana para comprarle la ropa, sólo que era al aire libre y sus establecimientos eran distintos, la gente paseaba tranquilamente portando, en su mayoría, grandes bolsas, las edificaciones eran altas y de sólida piedra y las alegres tonadas de los gaiteros apostados en las esquinas le llegaban en varias direcciones alegrándole el corazón.
Sonrió nostálgico al divisar la gran arboleda haciéndole añorar a los suyos, mientras aquella voz seguía retumbando en sus oídos y aquel autobús proseguía su camino. Sólo el roce de la piel de Liana sentada a su lado consiguió que la extraña melancolía que se iba apoderando de él desapareciese, entrelazó sus pequeños dedos entre los suyos y cuando se vio recompensado por la dulce sonrisa todo volvió a su ser.
Al finalizar el recorrido con el cerebro lleno de nombres y las retinas cuajadas de imágenes, la enlazó por la cintura y la atrajo hacia él, posando los labios sobre los de ella.

—Vuestro regalo me cautivó —la besó levemente—, mas no os eximiré de mi venganza—, advirtió dándole una palmada en las nalgas.

Ella abrió la boca para protestar, pero se quedó en el intento porque Aldair mordisqueó sus labios atrapándolos en un beso largo y profundo.

Ese fue un día memorable y revelador.
Su entrecejo se curvó más profundamente, ¿cómo haría para convencerla que le entregase el medallón? Pero lo más importante y lo que le carcomía las entrañas es que una vez lo hubiera hecho tenía que convencerla para que lo acompañara, porque esa mujer le llenó el alma y sin ella ya no sería nada. Necesitaba que accediese a ser la señora del clan McRea puesto que ya era la dueña de su Laird.

—Mi esposa... —exhaló el aire lentamente, curvándose sus labios en una soñadora sonrisa.

Era su anhelo que lo acompañara porque por mucho que lo deseara, él no podría quedarse a su lado. Se enderezó y saltó de la cama, tenía que encontrarla y volver a hacerle la temida pregunta, si le rechazaba aún le quedaría otra oportunidad más para hacerla cambiar de opinión.
Se colocó el kilt ya que en casa se negaba a llevar los vaqueros, no entendía como la gente le gustaba tanto ponerse esa prenda. Al abrir la puerta le vino el olor del café recién hecho, aspiró con fuerza llenándose los pulmones con ese aroma, esa deliciosa bebida era una de las cosas que le sorprendió gratamente de este siglo y sería una de las que echaría de menos, aunque todo carecería de importancia si lograba que Liana fuera su compañera.
Al llegar a la cocina se sirvió un gran tazón del todavía caliente y negro líquido y se lo llevó a los labios saboreándolo con los ojos cerrados. Dejó la vasija vacía en la pila y se giró para ir en su busca. Unos inquietantes  nervios le atenazaban el estómago, no podía seguir posponiendo mucho más aquella situación, su tiempo en aquella época se acababa, debía aligerar el cometido por el que se encontraba allí, su gente dependía de él y esperaban su regreso.

Liana se encontraba sentada en el sofá, cuando se acercó vio que tenía un pequeño libro entre las manos, se sentó a su lado y al ver que seguía enfrascada en su lectura, levantó un brazo y le acarició la nuca rozando con las yemas de los dedos el borde de su cabellera, se estaba empezando a acostumbrar a ese corte de pelo, aunque si lo tuviese largo su belleza sería inigualable.
De repente alzó el rostro hacia él mirándole como se lo viese por primera vez y con los ojos agrandados como si de un fantasma se tratase.

—Eres tú...
—Ummm, tendré que practicar más si aún dudáis de mi identidad –bromeó intentando restarle importancia a la confusión que se reflejaban en la profundidad de sus iris.

Se acercó para besarla en el cuello, pero Liana se revolvió inquieta.

—Dios mío..., lo eres –exclamó empujándole para apartarlo de ella.

  

Continuará...

GRACIAS POR LEERNOS Y COMENTAR

20 comentarios:

Macu Marrero dijo...

Ya os lo puse en el chat. He pasado rapidito el capítulo para no enterarme de nada al hacer el comentario. Esta tarde lo leeré con paciencia recreándome en la soledad de mi salón. Ummmmmm. Por cierto, ya os estoy preparando una sorpresilla que tendré lista en unos días. Las protas son Ade y Mariola jajjajaj

Anna ( blog princesa) dijo...

Hola mi nombre es anna y a traves de Iris he conocido vuestro blog ¡ me parece maravilloso y sobre todo las historias que escribiis. Yo tambien escribo ¡ es mi sueño !
Os invito cuando querais a pasar por mi blog y comentar. Ahora no paso un buen momento pero ahi estare.

Besitos

SABRY SANDAL dijo...

Ouch!! No pueden dejar el capi en semejante suspense!! La cabeza me trabaja a mil, pensando que habrá encontrado Liana, mmmmhhh, no me vayan a salir con que son parientes, eh?? Jajajaja, el incesto... cosa curiosa ne estos casos... ven lo que digo? pasaré un infierno mientras espero al nuevo capi del viernes, arrrggghh!!

Excelente capi, me encanta la convivencia, vivr con Aldair debe ser toda una avetura. Deliciosa aventura...

Besitos a todas, corazones, muaaaks!

Macu Marrero dijo...

Yo juraría que dejé antes un comentario. Nada lo repito. Os lo dije en el chat y aquí. Esta noche leo el capi en la soledad de mi blog. Ummmmm Y que sepáis que estoy preparando algo que publicaré en unos días. Las protas son una tal Ade y Mariola jajajaja. Besos almejillas.

laqua dijo...

¡Se reveló la verdad! Caramba, ¿y ahora? (impaciencia!!)

AKASHA BOWMAN. dijo...

OOOOOh ooooh, me temo que rebuscando en la historia Liana haya podido encontrar un veijo retrato de su amado Laird... veremos cómo reacciona.

Interesante capítulo, en el que se nos muestra a una Liana enamorada, aunque terriblemente orgullosa y decidida a no dar ella el primer paso a declarar los sentimientos.

Se ve también que Aldair se ha enamorado por vez primera en su vida, tras una larga carrera de companeras de lecho.

Espero al viernes impaciente.
Besos

Lu Morales dijo...

Hola!
Este capi os ha quedado muy tierno. Y esa convivencia en pareja con semejante hombre tiene que agotar, aunque sé que más de una de por aquí la aceptaría de buena gana, jejeje!
Me seguís cautivando con vuestra forma de escribir, y la historia se pone cada vez más interesante, ¿qué ha descubierto Liana? ¿acaso alguna imagen de él en el pasado?... sois unas artistas!!

Os deseo una feliz semana, y mañana a cenar alemanes, jejeje!!

Besos!!

Aaaaahhh!! se me olvidaba, en la papelera tenéis un premio.

J.P. Alexander dijo...

Me gusta como Aldair y Liana se estan llevando se ven tan felicies juntos aver que ocurre.

SANDRA dijo...

ay ay ay que le ha visto en el album de fotos, ¿a que si? y le ha reconocido junto a la abuela. La que se va a liar....

Unknown dijo...

ahhh.. mas lindo Aldair le va a pedir ke se vaya con ella para su epoca jajajajajaj... mas lindoooo!!!!...

y ke sera lo ke esta biendo liana en ese libro????... sera de historia con una foto de el????... o ke sea???...

ya kierooooo saber... ojalas suban un capi ponto y asi no sufro por la duda jajaaja..

Gracias chicas por el capi... esta buena su historia.. besos para las dos y cuidence.

Macu Marrero dijo...

Que fue lo que vio? a mi no me dejan así. Esto no se perdona. Un par de rengloncitos más y así no esperamos tanto, anda porfi. Almejillas diabòlicas...

Iris Martinaya dijo...

Yo también quiero saber que fue lo que vio. Aunque creo que me hago una idea de lo que es, quizá al fin comprendió que el no mentía.
En fin habrá que esperar al viernes.

Esperando el siguiente

Besos

Andy dijo...

NO VALE Y TENEMOS QUE ESPERAR HASTA EL SABADO CHICAS INJUSTICIA!!! BUENO QUE VAMOS A HACER... LES DESEO LO MEJOR PARA MAÑANA EN EL PARTIDO MI CORAZON ESTA CON USTEDES QUE ESA SANGRE LATINA LUCHE FUERZA Y LOS LLEVE A LA FINAL!!!

pepis dijo...

ayyyyyyyyyyyy ese higlander es una chuleria de hombre , aunque parece que era un golfillo tremendo pero llego Lianita a ponerle su estate quieto.
rayos y centellas que paso ? tuve que leer el cap. 2 veces pues pense que me perdi algunas lineas jiji. que es eso que ella vio o leyo ? por Diossssssssssssssssssssssssssss diganme no sean malukis ...hummm tendre que sufrir un chi hasta el proximo cap.
que buen cap. estuvo muy lindo. chikkkkkkkkas son rebuenas escribiendo tienen esa chispa que cautiva al lector, muchas gracias besitos.

veronik dijo...

chicas chicas chicas ya vamos a empezar con los suspensos..FALTA MUCHO PARA EL VIERNES¡¡¡¡¡pero en fin eso hace que este blog y la historia sea mas interesante en fin un besaso mis niñas y sigan asi que las rachas malas ni cosquillas les hicieron jejej....pasando lista

Anna ( blog princesa) dijo...

No he leido la historia desde el principio pero este capitulo me ha dejado con la boca abierta. Es impresionate como escribiis ¡ me encanta. Ire leyendo los demas capitulos poco a poco.

Besitos

krlitalabeba dijo...

OMG! como me van a dejar asiii q se recordo liana =s hayy dios ahora hasta el viernesssss esperar a ver que es lo q le va a decir y q acaba de ver o recordar =)


CHICA LA VERDAD ESTA HISTORIAA ESTA Q ARDE SUPER COMICO ALDAIR SUBIENDO AL BUS TURISTICO JEJEJEJ ME DA MUCHA RISA CUANDO VE ALGO NUEVO =)



SALUDITOSSSS Y BESOS A LAS DOS CHICAS♥

Ade dijo...

Que gran placer leer vuestros comentarios, vosotras si que sabéis como animar.

¿Supimos o no supimos dejar el capítulo en un buen momento? Mejor comedura de cabeza imposible y nada, que ya falta poco para el viernes y averiguar que fue lo que vio.

Besos a mogollón.

Macu Marrero dijo...

Seran cab......as. Y todavía quieren que esperemos. Hasta mañana chochis

KaRoL ScAnDiu dijo...

QUE CAPÍTULOOOO... pena me da no haberlo podido leer ante, pero sabéis como he estado estos dias, pero sus cosas buenas trae, porque ahora tengo el siguiente capi y no me quedaré con los nervios corroyendome;D.. adore´el capi... kisses mis queridas:;D

DIPLOMA CONCURSO BELLAS Y BESTIAS CON "EL BESO DE LA MUERTE"

DIPLOMA CONCURSO BELLAS Y BESTIAS CON "EL BESO DE LA MUERTE"

DIPLOMA CONCURSO EL BIEN Y EL MAL CON "EL ROSTRO DE LA INOCENCIA"

DIPLOMA CONCURSO EL BIEN Y EL MAL CON "EL ROSTRO DE LA INOCENCIA"

PREMIOS LITERARIOS

PREMIOS LITERARIOS
ir arriba
 
SokAly - © 2007 Template feito por Templates para Você