viernes, 30 de julio de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO -CAPÍTULO 15 (1ª parte)




Abrió los ojos lentamente y trató de estirarse en la cama, pero el pesado brazo aprisionando su cintura y la poderosa pierna sobre las suyas se lo impidieron. Giró la cabeza para observar al hombre que dormía boca abajo a su lado, las pieles le cubrían hasta las caderas y tenía el rostro vuelto por lo que se desilusionó al no poder ver sus hermosos rasgos.

Curvó los labios satisfecha al recordar que se habían amado como salvajes la noche anterior. Deseosa de ver que le deparaba el presente, con mucho cuidado de no despertarlo apartó los miembros que la tenían presa entre ellos y puso los pies en suelo de piedra. Miró para abajo al notar algo raro y casi se echa a reír, si tenía alguna duda de donde estaba esta desapareció al ver los juncos que plagaban el terrazo. El gesto de felicidad se le borró cuando al incorporarse todo su ser protestó dolorido. Volvió a sentarse en el lecho soltando un leve gemido. Quiso despertar al causante de sus males y darle una paliza por dejarla en ese lamentable estado, pero la sangre le hirvió en las venas cuando al cambiar ligeramente de posición, los desarrollados músculos de su espalda se contrajeron mostrándole los pequeños arañazos que los cubrían, dignas secuelas fruto de la pasión y el deseo compartidos.

Suspiró y desechó la idea de sacarlo del sueño, no podría resistir otro asalto de sexo impetuoso en ese momento, así que se dedicó a examinar el cuarto. La estancia era enorme, de gruesos muros cubiertos de tapices con escenas de batallas, una enorme chimenea ocupaba el frente y en su repisa descansaban varios cabos de velas a medio consumir, una enorme silla de gruesas patas y alto respaldo estaba apoyada en una de las paredes, una mesa con más pavesas apagadas un par de jarras y una copa, otra silla gemela a la anterior, una jofaina, un cubo de madera, un viejo espejo y una especie de arcón ricamente labrado eran todo el mobiliario. Alzó la vista hacia las pequeñas ventanas, dos para ser exactos, que dejaban entrar el aire fresco y por cuyos huecos todavía podía ver algunas estrellas brillar en el firmamento.

Se levantó de nuevo y fue hacia la más cercana, algo enredándose en sus pies la hizo detenerse, bajó la vista para encontrarse con sus vaqueros, un poco más allá estaba el sujetador y la camiseta, en la misma puerta hecho un revoltijo estaba el kilt de Aldair. Dio una patada al pantalón y se agachó a tomar su camiseta, fue hacia la jofaina y la humedeció en el agua fría con intención de pasarla por entre sus muslos para aliviar el escozor, se detuvo a contemplar su imagen en el reducido espejo, su cara mostraba signos de fatiga por la falta de sueño, su pelo estaba revuelto como si una ventisca hubiese pasado por él, justo en la mitad del cuello tenía una huella roja que en poco tiempo estaría morada, lo mismo que las que se dibujaban sobre sus senos, la señal de los dientes de su fogoso amante formaban un circulo sobre su hombro derecho y estaba segura que encontraría copias de esas marcas sobre su cuerpo si se dedicaba a  revisarlo.

Después de escurrir la prenda la llevó hacia su entrepierna y gimió de alivio al sentir la frescura. La suave brisa que se colaba por las ventanas y la sensación del frío líquido le pusieron la piel de gallina. Fue hacia el lecho y con sutileza tiró de las pieles con las que se tapaba Aldair hasta arrebatárselas y dejarlo literalmente con el culo al aire. Se la enrolló lentamente alrededor mientras observaba con detenimiento y deleite aquella maravillosa desnudez masculina, desde el oscuro cabello rubio enredado hasta las plantas de los pies, más que un hombre parecía una estatua –con cada ligamento esculpido a la perfección- o mejor aún un sueño. Colmó nuevamente las ávidas retinas con cada centímetro de piel, saciándose de su belleza y la perfección de lo que veía, deseando que se girara y le mostrara el resto de lo que poseía. Parpadeó al percibir el lunar que adornaba su nalga derecha, sintiéndose juguetona se arrodilló en el tálamo, bajó la cabeza y lo mordió dejando que su lengua acariciara aquella pequeña mancha.

Aldair se sobresaltó y se dio la vuelta violentamente, soñaba que estaba enterrado en el cuerpo de Liana cuando sintió una dentellada en el trasero, oyó un pequeño grito y abrió los ojos despavorido al ver a su mujer envuelta en la piel y despatarrada en el suelo.

— ¿Qué hacéis ahí mi señora? —preguntó apoyándose en un codo.
—Eres un salvaje –gruñó poniéndose en pie con esfuerzo— me has tirado de la cama.
—Disculpad mi torpeza –sonrió al ver su ceño fruncido—es que sentí que me atacaba un animal, aunque debéis recriminárselo a la fiera que trataba de alimentarse de mis posaderas.
—Ah —bajó la cabeza para ocultar su risa—, debió ser horrible.
—No tanto —contestó burlón— no obstante debo reconocer que si agarrara a ese bicho podría acabar con él, interrumpió un buen sueño.
—Espero que no lo encuentres, seguro que el pobre animalito no quiso hacerte daño —se ajustó aun más su improvisado atuendo.
—Siento discrepar —dijo con la diversión bailando en sus verdes orbes—, semejante osadía reclama un escarmiento—, —se sentó en el borde—, acercaos pequeña arpía.
—Ni hablar —dio un paso atrás al ver sus ojos llenos de deseo.
—Está bien —se puso en pie, mostrándole su palpitante erección—, iré yo a vos.
—Por favor Aldair —continuó caminando de espaldas hasta que chocó contra la pared.
—Debéis pagar vuestra afrenta —murmuró apoyando sus manos a ambos lados de su cuello— nadie ataca a Aldair McRea y queda impune.
—Fue una broma —musitó con la voz entrecortada cuando él comenzó a deslizar los labios por su mandíbula—. Oh para, por Dios.
—Shhh —dibujó con la lengua el contorno de la oreja— os haré mía como represalia por vuestra temeridad.
—No —protestó pegándose a su cuerpo—, te juro que no podré, me dejaste dolorida para un par de semanas.
—Podréis —aseveró tomándola en brazos para acostarla en el centro del enorme lecho— yo haré que podáis.
—Por…fav…—gimió cuando se cernió sobre ella llenando su rostro de besos— te juro…
—Dejad de protestar —de un tirón le arrancó la tela que la cubría dejándola desnuda— me habéis atacado, me habéis despertado y por ello debéis entretenerme hasta el alba.
—Estoy cansada —se mordió el labio para evitar jadear al sentir los largos dedos subir por la cara interna de sus muslos—, escocida.
—Y húmeda —agregó con voz ronca al hurgar entre sus pliegues—, empapada de deseo.
—Estás loco —alzó los brazos, se agarró a sus hombros y levantó las caderas— completamente chiflado.
—Vos me volvéis loco mujer —añadió penetrándola lentamente— loco de pasión, loco de amor.

El sol ya lucia cuando volvió a despertarse, se dio la vuelta buscándolo pero estaba sola en la cama, se estiró y bostezó con ganas hasta despejarse, iba a levantarse cuando la puerta se abrió. Una mujer entró en el cuarto. Liana la miró un momento antes de taparse hasta la barbilla. La recién llegada la miraba con los ojos entornados y un mohín de disgusto en los labios. Ella también la estudió, no era muy alta, por las arrugas que surcaban su cara tendría unos 50 años, sus ojos azules brillaban intensamente con algo parecido al desden, el cabello rubio salpicado por algunas hebras grises, lo recogía en un moño, era robusta, de anchos hombros, abundante pecho y prominentes caderas. Caminó hacia ella hasta que estuvo a unos pocos pasos de la cama.

—Nuestro señor me ordenó que os trajera esto —caminó hasta que estuvo a unos pocos pasos de ella—. Bajad cuando estéis vestida, os espera en el salón.
—Gracias —contestó.
—Daos prisa —añadió la mujer yendo hacia la puerta.
—Mi nombre es Liana —dijo, la otra se encogió de hombros y salió sin mirarla siquiera—. Adiós simpática.

<<Genial>> pensó al ver la forma en que la había tratado, <<mi primera amiga>>. Abandonó la cama, fue a la jofaina y se aseó un poco dispuesta a no hacer esperar mucho a Aldair, tomó las prendas y las observó, una falda de lana marrón, una camisola blanca y un corpiño pardo algo ajado, igualito al vestido del baile de Cenicienta, rió tirándolo todo como si quemase, sonrió feliz al ver su mochila, que creía perdida sobre una de las sillas, fue hacia ella y tras comprobar que estaba todo sacó unas braguitas negras y el sujetador a juego, luego se colocó la camisola y el corpiño y después la falda que le llegaba a los pies , señor parecía algo raro con aquellas ropas, se rascó la pierna allí donde la vasta tela le rozaba, aquella maldita saya le picaba, se la sacó tomó sus vaqueros y se calzó sus zapatillas. Sí, ahora estaba mucho mejor y mucho más cómoda, decidió antes de salir al enorme corredor.

Guiada por las voces que provenían de abajo, y con los nervios atenazándole el estomago pues no sabía con lo que se iba a encontrar ni, ni como sería recibida, Liana fue al encuentro de Aldair sin dejar de maravillarse con los detalles que iba descubriendo, las pequeñas ventanas, los enormes tapices, las antorchas que descansaban en sus bases, los muebles que encontraba a su paso y  relucían de limpios, así como el suelo que parecía emanar un delicioso aroma a lavanda de entre sus  juncos frescos.
Bajó las empinadas escaleras en dirección al lugar donde la gente reía y hablaba. En el último peldaño se obligó a levantar la cabeza y ver que la deparaba, se encontró ante una multitud que poco a poco empezaron a guardar silencio y que la miraban fijamente. El corazón le martilleó en el pecho, por primera vez desde que había llegado era consciente que estaba en la Edad Media —alucinante— y de que los que la rodeaban eran completos desconocidos.

Aldair se puso en pie en cuanto la vio llegar, maldijo para dentro al ver su vestimenta, los pantalones se ceñían a sus muslos y caderas de forma pecaminosa, el corpiño se le ajustaba a la cintura y había apretado tanto las cintas que los pechos asomaban por encima del cuadrado escote escapando de la protección de la camisola. ¿Dónde diablos estaban las prendas que ordenó que le enviasen? ¿Las que personalmente había escogido de la lavandería?, algo decente y discreto para la ocasión. Apartó la silla y caminó a su encuentro examinando con detenimiento a su gente, no sabía si reír al ver el asombro reflejado en sus rostros, o sacar su espada y comenzar a dar mandobles a diestra y siniestra hasta que todos y cada uno de sus hombres cerraran la boca y dejaran de mirar a su mujer de aquella lujuriosa manera. Cuando llegó al pie de las escaleras estiró el brazo y le ofreció la mano que ella aceptó temblorosamente, le dio un ligero apretón para hacerle saber que estaba a su lado.

—Venid Liana —dijo en voz alta y clara— quiero que conozcáis a mi gente, que de ahora en adelante también será la vuestra.

Asida a su mano caminó por entre aquellas personas que parecían haber visto a un monstruo de dos cabezas, los susurros se intensificaron conforme iba atravesando el salón hasta que él la llevó la gran mesa y la instó a sentarse, restregó las sudorosas palmas en sus vaqueros y ojeó a los presentes asombrándose de la diversidad de gestos que mostraban sus rostros, unos fruncían el ceño, otros la miraban pasmados, muchos mostraban su disgusto y sólo unos pocos sonreían abiertamente.

Aldair permaneció de pie estudiando a su vez la reacción de los suyos, la noticia de su regreso, así como que había traído a una mujer de otro tiempo corrió de boca en boca. Desde que el sol empezó a salir por el horizonte hombres, mujeres y niños habían ido llegando para saber y sobretodo para ver a aquella muchacha. Llevaban horas esperando, pero entre las emociones,  el susto y el cansancio de la noche en vela, prefirió dejarla dormir y reponerse. La miró de soslayo y la vio cabizbaja, retorciéndose los dedos convulsivamente. Tomó su jarra y bebió un largo trago. Nadie se movía, nadie hablaba, el silencio era ahora tal que se podía cortar, todos esperaban expectantes que comenzara su discurso.




Continuará...

GRACIAS POR LEERNOS Y COMENTAR

14 comentarios:

Mariola dijo...

Hola chicas, aquí les dejamos un nuevo capítulo de Conquistado por un Sueño. Espero que lo disfruten.

Aprovecho para dar las gracias a todas las que nos leen y por supuesto a todas aquellas que nos dejan sus divertidos comentarios, que entre el viaje y mis problemas de conexión me ha sido imposible hacerlo antes. Gracias chicas, se os quiere mucho.

Un besazo.

krlitalabeba dijo...

DIOSSS pero ese Aldair no para jejej pobre liana xD...

y de verdad yo tb hiciera comoe lla no me pusiera esa ropa i tengo mi mochila para algo sirve y que comico el silencio que reina ahora esperar el martes a ver que dicen los demas


buenooo chicas saluditossss y felizzz fin de semana que disfruten

Irene Comendador dijo...

no, no, y no, definitivamente no, me dejaste con la intriga del discurso jajaajjajaaj
oye cariño esta historia me encanta, el es tan , mmmm, educado y semental, jaajjajaj
y lo de verla con la ropa esa, pensando en ensartar su espada a todo bicho viviente que la mirase, eso me encanto, ajajajaj
Madre mia, quien se despertara en una cama con el brazo y lapierna encima de un semental asi, aaaayyyyy(suspiro)
jajajajajajajaaj
Bueno espero no tardar en quitarme esta curiosidad, que por si no lo sabias, yo no conozco la paciencia
jajajaajajajaj
Un beso guapas, os quiere
Irene

Andy dijo...

Hay que capitulo chicas... primero toda esa pasion yo quiero un Aldair parara mi.... y despues la ternura con la que la recibe en en comedor aun sabiendo que no se habia puesto la ropa que le habia mandado...exelente chicas!!!
un beso enorme y espero con ansias el capitulo del martes!!!

Iris Martinaya dijo...

Como sabía Aldair que Liana si que podría, jeje. La sorpresa que se debió llevar el clan cuando vio aparecer a Liana con sus vaqueros y sus zapatillas. Menuda revolución que va a montar Liana allí, con el carácter guerrero que tiene.

Chicas, no es nada grave. Ayer mi marido tuvo un accidente, no fue nada grave, pero tiene una contusión lumbar y apenas se puede mover, y después de urgencias, tuvimos que ir al médico a por la baja y demás.

Besos y que tengáis un estupendo fin de semana.

AKASHA BOWMAN. dijo...

Me encanta cómo mimais el detalle, cómo nos hacéis sentir exactamente en ese preciso momento de la edad media, describiendo cada escenario, cada habitáculo con total precisión. Es fácil para una mente imaginativa el verse de repente dentro de esos recintos, entre esos gruesos y frío murados de piedra, percibiendo la brisa nocturan... felicitaciones por la excelente narración.

Y volviendo a Aldair... resulta excelente (gesto del señor Burns...jejejeje) que esté siempre dispuesto a cumplir como solícito amante, en cualquier instante y a cualquier hora.

Muy chispeante la reacción de Liana con su "nueva amiga" . ..."Adios simpática"... jejjjeje muy bueno, ¿sabrían en esa época ya lo que era la ironía?

También me hizo sonreír la vestimenta que Aldair pretendía imponer a su mujercita, imagino la cara estupefacta de sus hombres al verla en vaqueros, más si estes estuvieran llenos de rotos y tachuelas jjajajjajaja


Sois mi vicio chicas, leeros es un placer.

KaRoL ScAnDiu dijo...

EEEEEEIIIIIIIIIII.... si es que Aldair es insaciable, pobre Liana, entre el escozor, el dolor, y en cima cuando se le acerca no puede resistirse, ajajajaja:D Ahora a saber que ba a ocurrir con su discurso y como la recibiran;D kisses, un capitulo maravilloso;D.

INFECTADA X dijo...

Ay pobrecita LIana. Debería haberse llevado en la mochila el Natusan o lo bien que le vendría un polo de hielo. Me ha gustado mucho los detalles del entorno, sois buenísimas. Estoy deseando ver las reacciones del pueblo y las cosas de Liana. Y el Adair todo celoso, pero mira que bien se fijó en ella en el futuro. Estos hombres, estos hombres.
Oye y en la foto de arriba esperemos que el tipo no haya comido fabada litoral, porque como se le escape un pedo a la rubia le hace la permanente en las pestañas jajjjajaaja

Anónimo dijo...

Joderr si el capitulo anterior estuvo bueno este la lleva!! jaja la manera en como se siente la pobre entre tanto desconocido, ya me imagino la cara de los hombres de Aldair al ver a una mujer de cabello demasiado corto para la época y con jeans! me muero jajajaajjajajajaja

que tengan buen fin de semana igual!

xo!

veronik dijo...

Ya se como despertar a mi novio (cuando nos reconciliemos claro y despues de que haga la tarea q me dieron chicas el capitulo pasado jijij) ho si ahora vamos a ver como se desenvuelve Liana, tiene muchos retos por delante..... pereneme que se me sigue cayendo la baba al recordar el capitulo anterior jejeje....bueno como decia ya quiero ver q pasara el martes asi q niñas animo y disfruten el fin de semana...besos

J.P. Alexander dijo...

Ay madre llego un día atrasa y ponen un capitulo que casi me deja sin habla ay Aldair si que es apasionado sigan chicas le mando un beso .

Lu Morales dijo...

Hola!
Si a mi me dan una falda de esas características para ponérmela, por muy en la edad media que esté, le prendo fuego!!
Liana ahí la va a liar, seguro!! con el carácter que tiene, compadezco a Aldair, se va a ver negro para meterla en vereda, jejeje!!
En fin, veamos cómo se van desarrollando los hechos.

Que paséis un feliz domingo, o lo que queda de él, a recargar pilas para la semana!!

Besos!!

PD: Ade, de momento no voy a seguir con Dug, ando más liá que la pata de un romano y no tengo tiempo. A ver si se pasa este mes y con la cosa del trabajo recupero algo de mi tiempo, y vuelvo con ella, a esa historia se le puede sacar mucho jugo y no quiero abandonarla tan fácilmente. ¡Gracias por tu apoyo! Besos!!

Un Viaje de Amor y Erotismo dijo...

Opa, espero que la bienvenida sea cálida y no hayan problemas...

(Largo silencio)

Meentira!!

Con ese temeramento del demonio que tiene nuestra niña-mordedora-culos-alucinantes... nos vamos a divertir mucho!

Un saludo, niñas, espero que comiencen bien up-up la semana, uhu!

Sabry Sandal

laqua dijo...

¡Buenísimo!
Y lo de la mordedura-despertador... jijiji, es interesante ver que algunas cosas son universales, jijiji, porque por estos lares yo había escuchado hablar de ella... a una amiga, claro, por supuesto ;)
¡Pobre Liana, en plena Edad Media, donde te quemaban por cualquier cosa! ¡Pobre mina! Espero que no le sea tan grave!!

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