martes, 27 de julio de 2010

-CONQUISTADO POR UN SUEÑO — CAPÍTULO 14 (2ª parte)-





El gruñido que escuchó al dejar caer la bolsa le impulsó el ritmo cardíaco a cien por hora poniéndole los pelos de punta. No moriría sin plantarles cara, así que por muy ridículo que pareciese les apuntó con su bote de colonia, sujetó con ambas manos el frasco sin llegar a lograr que esté dejase de oscilar por el temblor que la poseía.
Menuda imagen estaba dando, digna para salir en los periódicos:

Joven escocesa regresa al pasado y logra salvar su vida de una jauría hambrienta de lobos, con un simple vaporizador de su fragancia preferida.
“Por lo que más quieras, Liana, vas acabar devorada y tú no haces más que pensar en tonterías”.

—Quizá esto con lo que... os amenazo os... os parezca una ridiculez –balbuceó, agitando el contenido que llevaba entre las manos—, pero os aseguro que puede hacer daño, puedo confirmároslo por experiencia propia—, el lobo que parecía el líder dejó de gruñir y ladeó de nuevo la cabeza—, y no sabéis lo que escuece.

El animal se sentó y Liana hubiese apostado toda su ropa interior que le vio sonreírle.

—Pues si que habéis cenado bien –murmuró con el ceño fruncido—. Pero lo mismo luego os apetece algo de postre y no pienso hacer de tarta, así que largaos ¿si?

Para dejar bien claro que no tenían intenciones de hacerla caso, todos se sentaron contemplándola con las orejas tiesas.

—¿No veis que tengo poca carne? En realidad soy todo hueso, aliviaría vuestra hambre bien poco. Marchaos, joder.

No sabía si reír o llorar, lo que tenía muy claro es que esa actitud la estaba alterando mucho y con los nervios siempre venía el enfado. Lo que no iba a consentir es que la siguiesen asustando de esa manera, estaba harta de tener el estómago encogido, si se la iban a comer pues que lo hicieran ya, pero se negaba a que se quedasen observándola toda la noche, con la angustia de no saber cuando se abalanzarían a por ella.

—No me obliguéis a ser cruel —les enseñó la botella en gesto amenazante—. ¡Dejadme en paz!—, al ver que los animales se levantaron, pero no se decidían a dar la media vuelta e irse, perdió el poco control que poseía—. ¡FUERA!—, gritó a pleno pulmón hasta quedarse sin un hálito de aire.


El corazón dejó de latirle cuando vio toda esa jauría salvaje delante de ella, para volver a bombear con energía al espolear con más ímpetu a su caballo e incitarle a coger más velocidad. Vociferó su nombre agitando la tea al viento para espantar a los animales, no permitiría que aquellas fieras tocaran ni uno solo de sus cabellos, al menos no sin luchar.
Liana giró su rostro y sin pensar en lo que podría suceder, echó a correr hacia él.
Aldair aferró la espada fuertemente entre su puño, preparado para atacar si decidían agredirla, pero todos se dieron la vuelta y corrieron para perderse entre la espesura del bosque. Guardó su arma al verificar que ya no había peligro alguno, aminoró la galopada y cuando llegó a su altura se agachó y sujetándola por la cintura, la levantó en volandas para sentarla delante de él.

—Os tengo –susurró con los labios apoyados en su coronilla, mientras la apretaba fuertemente contra él—. Ya no os soltaré nunca más.
—Eso dijiste antes y mira lo bien que cumpliste tu palabra pedazo cabrón —espetó pegándole un puñetazo en el pecho antes de enterrar su cara en su hombro—. Abrázame fuerte, haz que consiga dejar de temblar.
—Estáis a salvo, mi amor. Os lo prometo.
—No volverás a desaparecer ¿verdad?
—Jamás.
—¿Seguro? –se separó levemente para poder mirarle.
—Os lo juro por mi vida –rozó los labios con los suyos—. No os podéis imaginar el miedo que pasé al no encontraros junto a mí, os he buscado durante horas, temiendo que quizá...
—¿Quizá qué?
—Que os hubierais quedado allí, dejándome solo –continuó besándola—, hubiese muerto sin vos a mi lado.
—No –acarició con la mano libre la dureza de su mandíbula, la incipiente barba raspó su piel—, soy yo la que hubiese muerto, hace mucho que no concibo mi vida sin ti, te amo tanto—, una única lágrima rodó por su mejilla y él la atrapó con los labios—. Creí que nunca diría esa palabra, pero tú has logrado que naciese en mi interior y creciese hasta hacerse grande y poderosa. Te pertenezco, Aldair.
—Yo os pertenezco a vos, para siempre.
—Para siempre –repitió deslizando la mano por su nuca, atrayéndole mientras embestía su boca con la lengua.

Aldair la atrapó con la suya, en un besó hambriento y avaricioso. Jamás se cansaría de esa mujer y de su sabor, ella estaba bien arraigada en su corazón y allí permanecería hasta su último aliento.
La acercó más a él, restregando su dureza contra su cadera y absorbiendo el suave gemido que escapó de su garganta. Tenía que controlarse o la posicionaría frente a él, le arrancaría la ropa y la tomaría sin importarle estar sobre el caballo.
Un carraspeo cercano y el sonido de risas, le obligó a soltar su deliciosa boca. Había estado tan ensimismado que no se había percatado que sus hombres se habían acercado. 

—Vemos que la dama se halla sana y salva –comentó Mervin con una gran sonrisa.
—Sana está, pero salva... —dijo Kai riéndose.
—Así es –confirmó sin dejar de mirarla e ignorando al bromista del grupo—. Vuestra señora no sufrió ningún daño—, curvó el entrecejo—, no lo sufristeis ¿verdad?
—¿Te parece que estoy lesionada? –le vio negar repetidamente—. Aunque...—, acercó la boca a su oído para que nadie más pudiese escucharla—, hay partes que están doloridas por falta de atención y apostaría cierta prenda —pasó el dedo por la tela enrollada en su muñeca—, que tienes algo con lo que poder aliviar esta desazón.

El miembro de Aldair dio un pequeño salto al imaginarse la escena, dejando escapar una estruendosa carcajada y agradeciendo silenciosamente la poca timidez que ostentaba Liana.

—Recoged las cosas de vuestra señora y llevadlas al castillo —ordenó a sus hombres sin apartar la vista de ella—, me adelantaré, la dama necesita reponerse del susto sufrido.

Sin hacer caso a las risitas que oyó a su espalda, dio la vuelta al caballo y aferrando a su preciosa carga se perdió en la espesura del bosque camino a su fortaleza. Ya habría tiempo de presentarla a sus hombres, ahora debía llegar a su cuarto a la mayor brevedad posible y poseerla hasta el agotamiento.
El regreso se hizo eterno, con ella depositando húmedos besos en su cuello y deslizando los dedos por el tórax, sintiendo las uñas rozándole de vez en cuando y deslizando los dedos por el tórax hasta pararlos justo en el borde del kilt, para volver a subirlo con las uñas rozándole.

Bajó con dificultad de su montura, clavó la antorcha en el suelo y la tomó inmediatamente en brazos, entregó al vuelo las riendas de Dúshlán al muchacho con cara de sueño que apareció a la carrera, ordenándole mientras echaba a andar que le diera un buen cepillado y doble ración de avena.
La evidencia de su ardor saltaba a la vista, sólo esperaba no encontrarse con ninguno de los sirvientes pululando por los alrededores. Al poner un pie en el primer escalón para subir a sus aposentos, una voz tras él lo detuvo.

—Veo que la habéis hallado, ¿cómo se encuentra la dama?
—Bien padre –respondió entre dientes y mirando a su progenitor por encima del hombro, estaba a punto de explotar y el simple hecho de articular una palabra suponía una tortura—, mas algo quejumbrosa por el viaje y el susto.
—Sospecho que eres tú el que está fastidiado –murmuró entre suaves risas Liana—, no lo niegues, puedo notarlo.
—Pienso vengarme de vos, señora –amenazó con la voz baja.
—Uuu, me muero de miedo.
—Juro que os haré suplicar.
—Perdonad que interrumpa vuestra amena charla –manifestó Baldulf, intentando no reflejar la risa que le producían esos dos, ¿de verdad creían que no les estaba escuchando? Por Dios, estaba mayor, no sordo—. Pero si nos os importa, Aldair, me gustaría que me presentarais a vuestra invitada.
—Os presento a Liana, padre –echó a andar de nuevo—, comprenderéis que ahora no es el momento indicado, necesita reponerse de las impresiones será mejor que la lleve al aposento para que pueda descansar, mañana os la presentaré como Dios manda.
—Encantada de conocerle, señor –afirmó Liana ya arriba de las escaleras—, me gustaría quedarme a charlar con usted, pero su hijo tiene razón, necesito llegar rápidamente hasta la cama, porque le juro que como no lo haga moriré
—El placer fue mío, hija –espetó antes de echarse a reír, era bueno ver a su hijo sonrojado como cuando era un muchachito y lo pillaba en alguna travesura y la muchacha parecía simpática, aunque con el pelo excesivamente corto, bueno, ya habría tiempo para conocerla y que le explicara el motivo de semejante barbarie.
—Sois una desvergonzada —aseveró pellizcándole en la nalga y aligerando el paso para llegar a su alcoba mientras ella le devolvía el ultraje en forma de mordisco.

Al llegar al dormitorio abrió la puerta y la cerró tras de si con el pie, avanzó hasta el lecho depositándola en él. Se deshizo de su arma que hizo un estridente sonido al chocar contra el suelo y de sus ropas y sin miramientos, la desnudó. Se estaba comportando como un salvaje, pero por los sonidos que emitía Liana sabía que no le molestaba, elevó una plegaría por su buena suerte porque ahora mismo no se veía capaz de ser delicado. La quería desnuda y lista para entrar en su interior y hacerla gritar presa del placer. Su pene palpitó llorando de impaciencia cuando pudo contemplarla sin una sola prenda. Ese hermoso cuerpo era sólo y exclusivamente suyo. Deseaba besar toda la extensión de su satinada piel, succionar los sonrosados picos que coronaban sus senos, enterrarse entre los dorados muslos y lamer la cremosidad que fluía entre ellos. Sus manos se deslizaron entre sus piernas, la sintió estremecerse cuando resbaló dos dedos en su húmedo interior, y entonces cometió la torpeza de imaginar su verga deslizándose en su adorable y cálido agujero, Señor, si no se sepultaba ahora mismo dentro de ella, acabaría abochornado por explotar sobre alguna parte de esa exquisita figura.
Tiró de sus piernas acercándola más al borde la cama, se las posicionó sobre sus hombros, tomó el firme trasero entre las manos y con un fuerte impulso de sus caderas, enterró su erección hasta la empuñadura. Un fuego abrasador le recorrió de arriba abajo terminando en su glande y si en algún momento tuvo la intención de ser delicado, se esfumó cuando su terciopelo lo envolvió. Aferrando las nalgas con más fuerza, empezó a salir y entrar de ella moviéndose con un duro ritmo dentro de su apretada vagina.

—Fuisteis creada para mí, Liana –gimió al bajar la vista hacia el lugar donde estaban unidos.

Comenzó a penetrarla con más ímpetu, sus empujes se aceleraron hundiéndose en su cuerpo con movimientos cada vez más rápidos.

Ella abrió los pesados párpados, sintió la llegada del orgasmo al ver como la penetraba con precipitadas y duras estocadas, enviándole vibraciones de puro placer. Elevó la mirada quedando atrapada en los verdinegros y fieros iris y de pronto la luz la llenó, balbuceó el nombre de Aldair convulsionándose cuando las olas del clímax la cubrieron, ahogándola en la pasión.

Con los apasionados sollozos de Liana resonando en su cerebro y los músculos de su femineidad agarrándole hasta el delirio, dio la bienvenida al potente orgasmo que le atravesó como un electrificante relámpago, su gemido de liberación sonó alto y sus estremecimientos parecían no tener fin.
Con el resuello entrecortado, se retiró a regañadientes de su cuerpo, el suave sonido de protesta que ella dejó escapar fue música para sus oídos, se tumbó a su lado y la atrajo hacia él rodeándola con los brazos. Percibir los desbocados latidos del corazón de su amaba junto a los suyos era uno de los placeres que antes de ella ni le había prestado atención.

Con la respiración estabilizada reptó al centro del lecho llevándosela consigo, reposó la cabeza en la mullida almohada y dejó descansar la de ella en el hueco de su cuello, le gustaba el cosquilleo que le producía su aliento al rozarle la piel y experimentar el escalofrío que los traviesos dedos le producían al juguetear con el vello alrededor de su pezón.

—¿Esto fue la venganza? –besó la empapada garganta, al tiempo que desplazaba una de sus piernas por encima de las de él.
—¿Acaso suplicasteis clemencia? —interrogó con los párpados cerrados y una ladeada sonrisa.
—No.
—Pues ahí tenéis la respuesta.

Ella soltó una risita mientras escurría la mano hacia el firme vientre, le fascinó la ondulación de sus músculos y como se le tensaba el estómago por sus caricias. Dejó arrastrar la palma hacia su pene y empezó a acariciarle muy despacio,  enardeciéndose con el gruñido que escapó de la garganta masculina jugueteó con las suaves bolsas, lo sintió temblar y crecer entre su puño mientras lo movía arriba y abajo sobre la enorme verga. Sonrió complacida cuando se tensó y una gota de esencia floreció en la gruesa cabeza.

—¿Sabías que mientras te buscaba en Calton Hill, muerta de miedo por la oscuridad que me rodeaba y el temor a no encontrarte a tiempo, prometí matarte? –escuchó un rudo gemido en respuesta.

Se incorporó y sin darle tiempo a asimilar sus palabras, se sentó a horcajadas sobre sus muslos y cerrando con firmeza los dedos a su alrededor se inclinó sobre él, recorriendo la ancha punta y lamiendo la brillante lágrima. Cuando a Aldair se le escapó un retumbante jadeo, alzó la vista para contemplar su desencajado rostro, una sonrisa de satisfacción iluminó la de Liana.

—Yo también cumplo mi palabra, cariño, y como hice la promesa antes que la tuya..., prepárate a morir.

Rodeó uno de los sacos con los labios y lo chupó al tiempo que lo acariciaba con la lengua, los abundantes gemidos de Aldair resonaron en el dormitorio, confirmando que este tipo de muerte le complacía. Arrastró la lengua a lo largo de toda su longitud, apreciando su estremecimiento, lamió la cima paladeando su delicioso y salobre sabor, absorbiendo el almizclado olor a deseo que emanaba su cuerpo. Continuó lamiendo a lo largo de su longitud, disfrutando de las sacudidas que aquello producían en su órgano, percibiendo como la excitación empapaba sus muslos. Gimoteó al envolver el enrojecido glande alrededor de sus labios.
Las grandes palmas de Aldair fueron a su cabello para impulsarla hacia abajo.

—Manos fuera –advirtió, soltando pequeños soplidos sobre él—. Yo inventé el juego, yo pongo las reglas.
—Vais a acabar conmigo, Liana –aseguró con los ojos en llamas.
—No lo dudes ni por un instante.

Arremolinó su lengua sobre la cabeza de su pene, impidiendo que él le replicase.

Las caderas de Aldair se arquearon buscando introducirse en su húmeda cavidad, agarró las ropas de la cama con fuerza para evitar tocarla. Si ya sería difícil sobrevivir a las sensaciones que le quemaban al recorrerle el cuerpo como la lava de un volcán,  ver como era engullido por su adorable boca marcaría por siempre sus más delirantes sueños. Un bufido escapó de su reseca garganta cuando ella abandonó su tarea.

Liana acunó el endurecido escroto y con deliberada lentitud arañó la sensible piel, al escuchar el ronco jadeo apretó las manos firmemente alrededor de la base de su hinchada erección y lánguidamente comenzó a estimularle.
Se embelesó observando la transformación del rostro de Aldair quedando cautiva por los sensuales sonidos que salían de él.
Se inclinó de nuevo y sin dejar de tocarle lo acogió nuevamente en su boca, rozándolo con los dientes y aplicando una intensa succión.

Jadeó y gritó echando la cabeza hacia atrás, moviendo las caderas hacia adelante cuando se encontró en su embriagador interior. Iba a perder el poco control que le quedaba y no podría evitar derramarse dentro de su boca. Abrió los puños soltando la arrugada ropa y separándose de sus enloquecedores labios, la alzó, girando con ella y posicionándola debajo de él, acalló su protesta con un hambriento y salvaje beso. Con un gruñido estrangulado embistió en ella, deslizándose del todo en su acogedora y ardiente vagina. Sus bíceps se pronunciaron al apoyar las manos a cada lado, mientras Liana le enroscaba las piernas alrededor de las caderas abriéndose a él para sentirlo lo más hondo posible. Comenzó a moverse dentro de ella con feroces y rápidos embates, enterrándose en su tórrida carne una y otra vez.

Liana clavó las uñas en la nervuda espalda al empujar su pelvis contra la de él con desesperación, sin previo aviso su cuerpo se tensó por el clímax que la dejó temblando, mientras Aldair continuaba penetrándola con más y más fiereza,  los músculos de su vientre se contrajeron cuando la ardiente sustancia de él la inundó y lo escuchó pronunciar su nombre entre los espasmos que a ambos los sacudían.


Aldair se dejó caer sobre ella con cuidado de no lastimarla,  era consciente que debía liberarla de su peso, pero apenas si tenía fuerzas para respirar. Sintió el corazón de Liana cabalgando firmemente contra su pecho y los brazos deslizarse por su espalda. Como pudo levantó  la cabeza para encontrarse con sus ojos que aún lucían vidriosos y empañados por el placer.

—Podéis matarme todas las veces que os plazca..., contáis con mi beneplácito.

Un dulce risa resonó en sus oídos al posicionarse de nuevo en el hueco de su garganta.
   



  Continuará...


 GRACIAS POR LEERNOS Y COMENTAR

14 comentarios:

AKASHA BOWMAN. dijo...

Ufffff creo que ha sido uno de los capítulos más eróticos y sensuales hasta el momento. No podía dejar de leer, de devorar, de deleitarme con cada frase... sois geniales a la hora de describir situaciones, yo diría que lo hacéis de vicio... jejejejej

Al principio me harté de reír ( se agradece alternar el humor con la pasión y el romanticismo) ante la imagen de los lobos observándola sentados, con la cabeza ladeada y las orejas izadas jejejejejej y ella apuntándoles con el vaporizador.

Luego me emocioné ( como lo hago siempre que me imagino a Aldair, con ese físico y encima a lomos de un caballo arggggg) dirigiéndose hacia ella con gran ímpetu, como quien haya un tesoro buscado durante siglos ( quizás así sea) e izarla en volandas hacia él. Esos gestos posesivos me vuelven loca...

Imaginaros mi placer al "verlo" con ella en brazos, presuroso y zafándose de todos (padre incluído) con prisa por hacerla suya de nuevo.

Y luego el colofón final, esa escena pasional tan bien detallada, sin omitir ningun detalle tan necesario para hacer de ella una redacción fabulosa.

¿Qué puedo deciros? Que estoy a vuestros pies, siempre, y que por favor igualmente os pido que no dejéis de escribir, que sois maravillosas en esto y que tenéis un don. Cultivadlo siempre.

Besos de vuestra incondicional

INFECTADO CERO dijo...

ADE, MARI, OS INVITO A QUE PARTICIPEIS EN EL CONCURSO RELATO ZOMBI, CON UN RELATO EROTICO DE ZOMBIS JAJAJAJA BESSOTS WAPAS

Iris Martinaya dijo...

Sabía que llegaría a tiempo. Y los lobos?, me han dejado un poco..., reían, la escuchaban? Con qué nos iréis a sorprender?
Han sido unos maleducados con el pobre padre, pero claro, con lo que pasó después, es comprensible que tuvieran prisa.

Ade, mis suelos, es que no quedó más remedio. Estrellé una aceitera en el pasillo y llegaron las manchas hasta, las paredes y uf, por todas partes, y no veas para quitar eso del suelo. Cómo cunde algo cuando hay que limpiarlo del suelo, en la sarten, no cunde tanto.

Bueno, me voy corriendo que me pasé antes de la cena y la dejé a medias.

Besos

J.P. Alexander dijo...

Ay chicas me me quitaron el dolor de cabeza con esa escena hot ay Aldair es tan sexy y apasionado.

Un Viaje de Amor y Erotismo dijo...

Vaya, el reencuentro!

Sinceramente me han dejado sin palabras...

Mmmmhhhh, lo siento, tengo que tomar una laaaaaarga ducha fría!!

Adios!

Sabry Sandal

KaRoL ScAnDiu dijo...

EL POLVO DE REENCUENTRO DEL SIGLOOOOO...

Simplemente magnanimo, explendido, inigualable... vamos que Aldair ya me tenia loka, ahora mismo me declaro 100% ALDAIR;D

Os quedó simplemente hermoso, a,é el capítulo;D kisses...

veronik dijo...

Wow....creo que este capitulo se llevo de encuentro todos¡¡¡¡¡... no solo lo voy a imprimir, enmarcar y poner en mi mesita de noche sino que tambien se la dare de tarea a mi novio ahora que estoy enojada con el jajajajajaja.... haaa mis niñas que puedo decir que ustedes no sepan.....son lo mejor¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ un besote y nos vemos el viernes

PD.pasando lista (y vaya que si valio la pena jeje)

Anna (blog princesa) dijo...

A mi me daba miedo pensar en los lobos jeje pero por suerte ha acabado bien y ademas con esa escena super erotica hmmmm ¡¡quiero masssssssss!!

INFECTADA X dijo...

Ay almejillas. Pero de dónde sacáis tantas ideas. Me ha encantado lo de los lobos. Me los imaginé como mis perras cuando hablo sóla que se me quedan mirándome. Después con lo de LIana y su forma de ser ante los hombres, genial (habrá que ver cuantas cosas curiosas dirá y estoy deseando que se tope con alguna mujer de la época jajajaaj)
Lo de la prisa por llegar a la cama, ¿cuantas veces me ha pasado eso a mí? jajajjajja
Cada día os superáis. (Por cierto, creo que hay una frase que se repite desliza las manos por el Kit. No lo digo de entarailla sino que seguro que se os pasó con tanta pasión por llegar a la cama jajjaaj) Espero con ganas el próximo capi. Besitos infectados

krlitalabeba dijo...

OMG!!!!!!!!!

la verdad este capitulooooooo es impresionante pone a uno a volar la menteee cada palabra.. fabuloso este capitulo jajaja me rei cuando liana tento a Aldair no se aguantooo mas y dimeee que pena con que el papa los vio jaja pero liana es una chica que no le importa nada solo lo que ella kiere y ese era aldair xD hay dios este capitulo al verdad fue super buenooo lo tenian merecido depsues de tanto lo que pasaron y menos mal que ALDAIR llego a defenderla como caballera dioss q beshooooooo =) de verdad ustedes tienen esa iamginacion para envisiarnos con sus historias

SALUDOSSS CHICAS ME ENCNATO EL CPAITULOO ESPERO POR MASS =)

Andy dijo...

UFFF QUE CALOR.... MIRA QUE NOS HICIERON SUFRIR PERO...VALIO LA PENA!!!!!! EXELENTE ESTOY DE ACUERDO CON ENMARCARLO JAJAJA INCLUSO LO PODEMOS PONER DE EXAMEN SI NUESTROS NOVIOS NO LO PASAN VAN A TENER QUE REPETIR EL EXAMEN...JEJEJE

Ade dijo...

-Andy, lo de ponerlo de examen a los novios me gustó, que buena idea jajaja.

-Krlita, no solo la imaginación es importante, también lo es llevarlo a la práctica jeje. Me alegro que te encantase.

-Infectada X, a mí también me recordaron a mis perrillas (cuando las tenía) y ¿ves como no sufrieron ningún daño?
Curioso que te pasase lo de las prisas por llegar a la cama, en eso coincides con nosotras, asombroso ;-)
Gracias por avisar de ese desliz y por tus ánimos.

-Anna, pero si los lobos son un encanto y la escenita más encanto todavía jeje.

-Veronik, con todas la escenas que llevas imprimidas vas a tener que comprarte una mesita de noche más grande jajaja.
¿Estás enojada con el novio? Seguro que cuando leyó lo que imprimiste el enfado pasó a segundo término.

-Karol, me encanta todos los adjetivos que nos atribuyes y está bien que seas 100% de Aldair, pero es nuestro, only nuestro (soy muy egoísta, lo sé, me declaro culpable).

-Sabry, espero que lograras refrescarte con esa ducha y que las palabras volviesen a ti, pero no te imagino muda, no.

-Citu, me gustó que este capítulo fuese tu paracetamol, porque encima no daña el estómago.

-Iris, ¿nosotras tramar algo? ¿Nosotras?
Mal educados no, era pura y dura (nunca mejor dicho) desesperación.

-Infectado, ya viste que nos animamos a escribir el relato, ¿te costó recuperarte de la impresión cuando te lo leyeron? Jajaja.

-Akasha, tus palabras siempre me animan mucho porque sé que las dices desde el corazón y que además una pedazo escritora como eres tú piense eso de lo que escribimos me llena de orgullo.

Millones de besos para todas, no sé que sería de nosotras sin vosotras.
Gracias.

Anónimo dijo...

OMFG! tengo que decirlo... morí. Ha estado muy genial el capi... Maravilloso, me trage cada palabra y no podia partar los ojos de la pantalla
Aldair es ultra sexi I love he :Z

laqua dijo...

E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R!!!
Me han dejado sin palabras!! (y es cierto eso de que con la boca llena de baba es difícil hablar, eh... acabo de comprobarlo)
¡Menos mal que lo tengo a Seba a tiro!
Termino rápido el comment, porque acabo de recordar que no saqué todas las pelusas de debajo de la cama... y voy a necesitar ayuda de Seba...
Les cuento rápido, antes de que el tema de las pelusas se ponga grave: está tan bien escrito, que fue como si estuviera ahí. Y como no estoy, voy a recrearlo, así que vuelvo en un rato, cuando haya resuelto el tema de la pelusa... jijiji ;)

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