martes, 3 de agosto de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO CAPÍTULO 15 (2ª Parte)






Volvió a repasar a todos y cada uno de los miembros de su clan que se hallaban en el lugar, desde los valerosos soldados, a las afanadas mujeres pasando por los revoltosos niños que sus madres mantenían a raya sujetándolos entre sus brazos o tomándolos de las manos, tomó aire y se aclaró la garganta, era el momento de confirmar las buenas nuevas y también de presentar a su pueblo a la mujer que le había robado el corazón y sin la cual no podría seguir viviendo.

—Os he convocado aquí por que tengo diversas noticias que compartir con todos vosotros —se aclaró la garganta— la primera y más importante como bien sabéis es que el maleficio fue revocado. El medallón vuelve a estar donde pertenece, en el clan McRea.

Los gritos de júbilo retumbaron en todo el salón, las risas, los abrazos y las felicitaciones llegaban de todas partes, tras unos minutos de algarabía Aldair golpeó la mesa para obtener de nuevo la atención de los presentes.

—Hay algo más —sujetó del brazo a Liana y la hizo levantarse—, esta mujer que está a mi lado, poseía la preciada joya y tras conocer nuestra historia tuvo a bien devolvérmela.

Nuevos gritos de felicidad resonaron en el atestado salón.

—Debéis saber que no fue fácil, es terca como una mula —se oyeron algunas risotadas—, pero quizá por eso, o por la dulzura que al mismo tiempo emana —aferró sus trémulos dedos y los llevó a los labios para depositar un suave beso—, me enamoré de esta criatura a la que gracias al cielo convencí para que me acompañara y se convirtiera en vuestra señora y en mi absoluta dueña.—le dedicó una tierna sonrisa antes de apartar la vista de su cara y girarse hacia los aldeanos—. Ella es Liana de Edimburgo, a la que espero honréis y améis tanto como yo lo hago.

Un silencio roto por algunos gruñidos fue todo lo que se oyó, Liana sintió que el mundo se le venía encima, había dejado su vida anterior para acabar entre una gente a la que estaba claro no caía bien. ¿Será que se equivocó al acceder a venir con Aldair? El suave apretón en su mano libre le hizo bajar la vista para encontrarse con los cansados y amables ojos de Balduf McRea y su sincera sonrisa, ella le devolvió el gesto forzadamente. Puede que aquel anciano la aceptara, pero el resto no parecía muy conforme con su presencia y mucho menos con las últimas palabras de Aldair, la duda de si había cometido un grave error fue asentándose en su cerebro.

—¿No tenéis nada que decir? —preguntó el Laird al ver los gestos de pesar en los suyos.
—Yo si –Kai se levantó cansinamente.
—Hablad —ordenó Aldair algo tenso.
—Larga vida a nuestro Señor —alzó su jarra rebosante de cerveza e hizo una leve inclinación hacia Liana— y una larga y dichosa vida a nuestra señora Liana de Edimburgo.

Impulsados por el brindis de Kai los allí reunidos levantaron sus jarras, notó como los hombros de Aldair se relajaban, como los vivos ojos de Kai lanzaban chispas de diversión y cuando Balduf se levantó y dijo: Venid a mis brazos hija mía no dudó en abrazarse a él, dejando que el pesar se disipara lentamente.

Aún estaba envuelta en los brazos de su suegro, cuando el mutismo reinó de nuevo, levantó la cabeza del hombro del anciano y fijó la vista en los tres viejos que con pasos cansinos y arropados con largas sayas blancas avanzaban hacia ellos.

Liana observó con detenimiento a los recién llegados, parecían seres salidos de un cuento, Merlín, sí eso era le recordaban al mago Merlín, con sus cabellos blancos, lacios y larguísimos cayendo por sus antebrazos, sus cuerpos encorvados parecían soportar el peso de una vida demasiado larga, eran viejísimos decidió Liana al ver sus rostros surcados de profundas arrugas que evidenciaban los años que llevaban sobre sus espaldas, pero fueron los ojos intensamente azules y llenos de chispa lo que más la impactó, eran tan vivos y tan sabios que sintió miedo. Ellos la traspasaban más que mirarla mientras arrastraban los pies en su dirección.

Cuando estuvieron justo frente a ellos Aldair volvió a tomar su mano, lo que la llenó de alivio, era justo lo que necesitaba para no caer al suelo presa de los nervios.

—Dejadme que os presente a Liana —los tres hombres la observaron impasibles—, ellos son Cuddle, Aballach y Cromwell, los encargados de velar por nuestro pueblo, nuestros queridos druidas.
—¿Druidas? —tendió una mano a modo de saludo, pero ninguno de ellos la aceptó—, encantada de conocerles—, musitó dejando caer la palma avergonzada.
— ¿Quién es esta mujer? —demandó uno de ellos, Liana no supo cual pues le parecían idénticos.
—La que se convertirá en breve en mi esposa —respondió Aldair con firmeza.
—¿Por qué? —interrogó otro.
—Por que la amo.
—Ella no pertenece a este lugar —dijo desdeñosamente el tercero de ellos al tiempo que les daba la espalda para dirigirse junto con sus compañeros a sentarse cerca de la chimenea— no es de los nuestros, su mundo no es de ahora, sino del futuro.
— ¿Os olvidáis que vengo de allí?
— ¿Por qué la habéis traído? —preguntó nada más sentarse en la fría piedra.
—Ya os lo dije, la amo y ella me ama a mi —la soltó y rodeó la mesa.

Liana quiso gritar de impotencia, Dios Santo estaban hablando de ella como si no estuviera allí y esos tres primos del director del colegio de Harry Potter la ignoraban por completo.

— ¿Era la dueña del medallón?
—Lo era
— ¿La sedujisteis? —uno de aquellos ancianos clavó sus ojos en ella que se sonrojó por completo.
—Sí
— ¿Os visteis obligado a hacer promesas?
— ¿Promesas? —preguntó Aldair molesto con aquel interrogatorio.
—Promesa de matrimonio —aclaró el anciano.
—No.
— ¿Estáis seguro de sus sentimientos?
—Completamente.
— ¿Podríais jurar que no os está utilizando? —interpeló otro jugando con su cayado—. ¿Habéis pensado por un momento que esa mujer puede haceros desdichado? Ved su cabello, sus ropas…, nada en ella es correcto.

Liana observó a Aldair callar presa de la ira, apretando fuertemente los puños hasta hacer palidecer los nudillos, pero la rabia que veía en el congestionado rostro de su amado no era nada con la que la abrasaba por dentro al oír hablar a aquellos tres individuos, ¿Quién diablos se creían que eran para juzgarla de aquel modo? Respiró hondo tratando de mantener su genio a raya, pero al escuchar que no era correcta toda su buena voluntad saltó por los aires. Maldita fuera, ella era educada, limpia y…

— ¡Ya basta! —gritó saliendo detrás de la mesa y acercándose con largos pasos a los druidas, que alzaron sus cabezas asombrados por su intervención— ¿Quién creéis que sois?
— ¡Liana! —exclamó Aldair asiéndola de la muñeca.

Ella se desprendió de su agarre sin mirarlo siquiera, mientras el salón se llenaba de susurros y exclamaciones de sorpresa.

— ¿Qué derecho tienen tres viejos carcamales que hace años debieron pasar a mejor vida a juzgarme? —los encaró apoyando las manos en las caderas.
—Tranquilizaos mujer —contestó con calma uno de ellos—, sólo velamos por el bien de nuestro pueblo.
—Tranquilízate tú. Si estoy aquí en este sitio perdido de la mano de Dios y a años luz de mi casa es porque le quiero y no por conjeturas idiotas como habéis insinuado.
—Sólo velamos por el bien de nuestro pueblo. —insistió.
—Claro y por que llevo el cabello corto y pantalones no soy correcta —expuso desafiándolos con la mirada— pues lo siento mucho, pero no me conocen de nada y dejad de hablar de mí como si no estuviera delante, no soy un caballo, ni una casa ni…
—Sólo sois una mujer —sentenció otro despectivo— una mísera mujer, que tuvo…
— ¿Una mísera mujer? —cerró el puño dispuesta a estamparlo en el rostro ajado de aquel imbécil, pero la intervención de Aldair le impidió llevarlo a cabo, frustrándola de mala manera.
—Las mujeres sirven para dar hijos, cuidar la casa y preparar alimentos —añadió el que parecía llevar la voz cantante.
—Y para salvar clanes cuyos encargados parecen no saber cuidar —espetó lanzando una fulminante mirada a Aldair separándole los dedos que la sujetaban con vigor— no olvidéis que fui yo—, les dijo señalándose a si misma—, una mujer la que os devolvió vuestra identidad.
— ¡Cromwell! —advirtió uno de los ancianos al ver que el que discutía con ella alzaba su bastón amenazante y que bajó cuando se fijó que el Laird avanzaba hacia él.
—No sois más que una ramera retozando alegremente en la cama de un hombre que no os corresponde —escupió junto a su oído para que nadie más pudiera escuchar la maldad de sus palabras— mañana, pasado o quizá dentro de unas semanas se cansará de vos y buscará una verdadera esposa, una virgen con la que engendrará hijos de los cuales no tendrá duda que serán suyos.

Aldair agarró el puño de su espada a ver como los ojos de Liana se cuajaban de lágrimas al mirarlo, con gusto borraría las malas caras de una estocada, pero no podía intervenir, debía pasar aquella prueba, ser interrogada y valorada antes de que la convirtiera en su esposa, aunque debía ser realista, si ellos no daban su visto bueno a esa unión, por primera vez en la historia del clan el Laird rechazaría su mandato. Liana era su compañera y nadie le diría lo contrario.
Mas contar con su favor y el de su gente era importante, por eso no debía haberse levantado y encáralos de aquella manera, debería haberse mostrado sumisa y aguantar estoicamente todas y cada una de sus palabras, después de todo iba a ser desposada por el jefe del clan, pero la ignorancia de sus costumbres y el carácter impulsivo de Liana no se lo permitieron y ahora temía que en vez de amigos aquellos influyentes hombres se convirtieran en enemigos, nadie la aceptaría si ellos no lo hacían, aun así se sintió tan orgulloso de ella que deseó abrazarla y besarla delante de todo el mundo.

Deseaba tomarla entre sus brazos, sacarla de allí y cubrir el rostro ahora pálido de besos, apartar con caricias la pena que veía brillar en sus suplicantes iris, pero debía acabar sola el camino que había iniciado al desafiar a Cromwell, cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos ella le daba la espalda y apartaba al viejo sabio de su lado con un leve empujón.

— ¿Es eso lo que hizo tu padre? ¿Te engendró con una fulana y luego buscó una buena esposa, virgen, casta y pura para tener una familia de la que sentirse orgulloso? —soltó todo sin respirar.
—Id a vuestro cuarto mujer del demonio —exclamó Cromwell echando fuego por los ojos— ¡Ya!
—Tú no eres nadie para…
—Obedeced Liana —la orden de Aldair la detuvo.
— ¿Cómo dices? —demandó angustiada ante su falta de apoyo.
—Id y esperarme allí, me reuniré con vos en breve —indicó con un sutil movimiento de cabeza.

Liana le miró boquiabierta, ni una sola vez abrió la boca en todo el tiempo y ahora que lo hacia era para ponerse al lado de aquellos viejos enclenques. Parpadeó contrariada y miró en derredor, todos la observaban como si fuera un bicho raro, el disgusto en sus caras era patente y no hacían el mínimo esfuerzo por ocultar que no les gustaba. Se sacudió cuando la mano de Aldair reposó sobre su hombro animándola a ser obedecido. Rota de dolor y negándose a llorar en público echó a andar obligándose a abandonar la sala con la cabeza alta, una vez en las escaleras y fuera de la vista de todos, las subió como alma que lleva el diablo.

Aldair creyó morir con su rechazo, quiso ir tras ella cuando la vio caminar altiva pero con pasos vacilantes y explicarle la situación, lamentablemente ahora su lugar estaba allí, hablaría más tarde con Liana. Un sudor frío se instaló en su espalda, Dios Santo, con el genio endiablado que tenía aquella hembra no iba a ser fácil, casi le pareció divertido mas no había ni rastro de diversión cuando se volvió hacia los tres druidas.

—Es una deslenguada, no siente respeto por sus mayores ni por si misma al exponerse a esta situación de concubinato —sentenció Cromwell comenzando a caminar hacia la salida—. No es apta para ser nuestra señora.
—La haré mi esposa con o sin vuestra bendición —aseguró Aldair con vehemencia, al ver que los otros dos ancianos también se ponían en pie.
—Habéis hecho una buena elección Aldair McRea, esa mujer es fuerte y valiente, os hará feliz con el amor que os profesa y honrará a su pueblo al ser su señora —dijo Cuddle al llegar a su lado—, os felicito muchacho.
—Y tiene el carácter de mil demonios, nunca he visto a nadie poner a ese presuntuoso de Cromwell en su sitio —Aballach le golpeó cariñosamente el brazo con su artrítica mano— os deseo mucha suerte mi señor, la vais a necesitar, aunque os auguro muchas noches de pasión intentando doblegar su fiereza-, vaticinó con una sonrisa ladeada.


Aldair los vio abandonar despacio el salón y perderse en las sombras, sólo entonces relajó los hombros, soltó una carcajada casi histérica liberando toda la tensión contenida y que apenas se escuchó entre el bullicio de la gente que festejaba el haber sido bendecida esa unión. Sin prestar atención a los que guardaban silencio intentando ocultar su disconformidad, vio como la figura de su padre aparecía ante él, sonriendo con inusual satisfacción.

—Id con Liana —dijo palmeando su antebrazo— debe estar confundida por vuestra actitud.
—Sí —posó la mano sobre la de su progenitor— ¿Qué os parece vuestra futura nuera?
—Tenéis suerte de que sea un hombre viejo y agotado —bromeó— sino en vez de mi futura nuera, os aseguro que lucharía contra vos para convertirla en mi futura esposa.

Tras abrazarle henchido de felicidad, Aldair se encaminó raudo hacia las escaleras, ya iba a comenzar a subir cuando la juvenil y grave voz de Kai lo detuvo.

—Mi señor —lo llamó el muchacho corriendo tras él—.Mi señor.
— ¿Qué sucede Kai?
—Disculpadme, sé que estáis apurado —la sonrisa del hombre hizo que los labios de Aldair se curvaran hacia arriba— quisiera preguntar sobre la señora Liana.
— ¿Qué ocurre con ella?
— ¿Sabéis si tiene alguna hermana soltera?
—Me temo que no —contestó soltando una carcajada ante la ocurrencia de su subordinado— Liana es única, única y mía.
—Eso me temía —refunfuñó alegremente— pero debía preguntar.

Todavía sonriendo, subió de dos en dos los escalones y sin poderlo evitar echó a correr por el pasillo para encontrarse con la mujer que amaba. Esperaba que no estuviera muy dolida y que entendiera su situación, ojala no estuviera llorando, le causaría un gran pesar saberse culpable de aquel llanto. Con sigilo abrió la puerta del dormitorio.

—Liana, mi amor.
— ¡Hijo de puta! —tuvo el tiempo justo de agacharse para evitar que la jarra de peltre acabara estampada en su cráneo, en vez de contra la pared.

Continuará...


GRACIAS POR LEER Y COMENTAR

10 comentarios:

KaRoL ScAnDiu dijo...

LA PRIMERAAAAAAAAAAAAAAAAAA
SI; SI; SI; SI... que pedazo capítulo.
Lo amé de verdad, de corazón que me he alegrado, reído, y irado como la que mas;D
Quería estar alli y dar de ostias a los tres viejos eso, o como dijistéis: ""esos tres primos del director del colegio de Harry Potter""

Que bueno os quedó. Realmente lo adoré. Y ahora a ver como narices traquiliza Aldair a la fiera de Liana, porque me parece a mi, que le haran falta, muuuuuuchas noche como para tranquilizarla;D
Os kiero;D kisse.s...

AKASHA BOWMAN. dijo...

Wow wow me he emocionado: qué presentación "Liana de Edimburgo", tomándola de la mano y presentándola a su gente. Aaay para derretirse, y más con ese hombre al lado.

Es evidente la contrariedad de Liana al encontrarse siendo severamente juzgada por los tres druídas, así como la reticencia y desconfianza del clan ante su presencia.Pero es normal, teniendo en cuenta los siglos que los separan y las diferencias culturales existentes de por medio.

La mujer en esa época era simplemente eso, una especie de sirvienta que además engendraba hijos. Lo que ellos no esperaban es que esta Liana fuese tan impulsiva, de carácter firme e ideas claras.

Su aspecto físico los desconcierta... pero en el fondo todos mencionan las noches de pasión que, de seguro, pasará Aldair a su lado en la alcoba.

Lo que sinceramente no esperaba era que le dieran el beneplácito, estuve con la duda hasta el final.

El detalle del muchacho Kai realmente divertido jajajajaja apostaría a que en breve las mujeres del clan empezarán a lucir cabello corto.

Bueno como siempre, habéis estado a la altura, estaré pensando toda la semana en el capítulo 16, pobre Aldair, no le será fácil deshacer el entuerto...

Besitos de esta damita

INFECTADA X dijo...

Ha sido buenísimo. Esos druidas harrypoteros, esa forma de hablar de la Liana. Y ese polvo que van a hechar después de cerrar la puerta. Esto se pone cada día más emocionante.

Andy dijo...

EXELENTE!!! Estoy odiando a ese primo de "Dumbledore" Cromwell viejo decrepito que no de meta con Liana! Me parece que ese vejestorio va a traer mas problemas... bueno que puedo decir les quedo ESTUPENDO! Me introduje tanto en la trama que hasta senti la angustia que sintió Liana al verse juzgada injustamente ahora espero con ansias el proximo capitulo a ver como calma Aldair a la fiera que tiene en el dormitorio!!!! besos para todas!!!

veronik dijo...

NOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ le dejan en lo mas emocionante y falta mucho mucho mucho para el viernes¡¡¡¡¡¡¡¡ Esa epoca va ser divertida con liana ahi jajaja.....este capitulo hasta lo lei 2 veces mi hiceron reir y me salieron mis lagrimitas jejeje..... besos¡¡¡

PD. pasando lista..... ash FALTA MUCHO PARA EL VIERNES¡¡¡¡¡¡¡¡ ni modo como recompensa tendre q releer Conquistado por la pasion para q la semana se vaya rapida ;)

Iris Martinaya dijo...

Que gracioso Kai. Sabía que Liana iba a sacar su carácter, y no solo con los druidas, le espera una buena a Aldair. Que miedo tuve con los druidas, y mira al final le dieron su bendición. Ahora haber como se las apaña Aldair para apaciguar el genio de Liana.

Espero el siguiente ansiosa.

Besos y feliz miércoles

krlitalabeba dijo...

hay que ver que estos tiemposss aquellos dond eno se valoraba a la mujer eran horribles pero bien echo que lianan los encaro a los viejos esos de harry potter como dijo ella jajaja si me rei en esa parte aunq no me gusto q aldair no corriera de hay dioss va a tener que pedir disculpa toda su vida por eso

jajajajaja y Kai si me rei cuando le pregunto si tiene una hermana jajaj ese si es comico hay dios ahora liana va a matar ALDAIR ahora esperar el capitulo del viernes

chicass saludos dios me tiene atrapada con esta historiaaaa

Lu Morales dijo...

Hola!
Por lo visto no soy la única a la que le han dado ganas de matar a los primos de Panoramix. a esos abueletes les hace falta un viaje de esos del inserso, donde les vendan mantas, les paseen por Marbella, les den café decafeinado con sacarina, y un montón de corasants de desayuno. En dos días estarían tan cansados que no tendrían ganas de juzgar tan a la ligera a nadie, jejeje!!!

La nota mala, aún hay rincones en nuestro planeta donde a las mujeres se nos sigue tratando así: una subespecie entre el hombre y los animales.

Pero bueno, siempre seremos más inteligentes que ellos.

Besos!!

J.P. Alexander dijo...

Que hombre tan celoso que salio aldair. Ay extyrañaba su historia un beso chicas

Un Viaje de Amor y Erotismo dijo...

Faltaba yo!!

Ha sido un semana jodidamente accidentada, empecé a leer el capi el martes, pero como que en mi trabajo hubo un gran desfile de ojos curiosos... y luego al llegar a casa... en fin.

Wiiii!! Sí algo he aprendido con SokAly es que despues de una pelea fiera, viene una candente reconciliación, asi que continuación, alla voy!

Sabry Sandal

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