viernes, 6 de agosto de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO Capítulo16





No podía creer que después de abandonarlo todo confiando en él hubiese permitido que la humillaran de aquel modo, ni siquiera fue capaz de levantar la voz para defenderla ni una sola vez. Había llegado al cuarto llorosa y dispuesta a tumbarse en la cama hasta quedarse seca, pero la rabia que la consumía haciéndola temblar no la dejó soltar ni una sola lágrima, así que paseó nerviosa de un lado a otro esperándolo. Iba a tomar un poco de agua, cuando asomó por el quicio de la puerta, todo inocencia, como si la cosa no fuera con él y encima había tenido la desfachatez de llamarla “mi amor”. No dudó en arrojarle la jarra que iba a usar con la mala fortuna de no alcanzarle.

-¿Cómo pudiste dejarles que me trataran así? –exhortó con los ojos prendidos en llamas, al tiempo que cogía las palmatorias y se las lanzaba una detrás de otra-. ¿Te divirtió ver como me insultaban?
-Dejad que os explique, Liana –dijo intentando que su voz sonase calmada y esquivando los objetos mientras avanzaba hacia ella.
-No hace falta que me expliques que eres un gilipollas, ¡para mi desgracia lo averigüé demasiado tarde! –cogió con ambas manos la jofaina y se la tiró con ímpetu esperando darle en toda la cabeza. Un sonido de frustración escapó de su garganta cuando vio que ni siquiera le rozó, ese hombre era demasiado ágil, pero no se pensaba quedar a gusto hasta no conseguir llevar a cabo su cometido, agarró la otra jarra y la copa y probó una vez más suerte-. Joder-, masculló tras ese nuevo fracaso, se giró buscando que otro objeto podría servirle.
-No me tentéis, Liana, antes tenemos que hablar.
-¿Encima me vacilas? ¡Esto ya es el colmo!

En su vida había visto una habitación con tan pocas cosas a las que poder echar mano, ojalá tuviese fuerza suficiente para levantar esas sillas y hacérselas tragar. Se dirigió hacia la chimenea con paso vivo, pues no estaba dispuesta a quedarse con las ganas de verle con un chichón.

Aldair sabía que estaría enfadada, pero lo que no se esperaba era que las oscuras profundidades de sus ojos brillasen de furor y de dolor a partes iguales y con tanta intensidad. Lo último que deseaba en esta vida era hacerle daño y sin embargo al no advertirla con antelación del interrogatorio al que sería sometida había conseguido justo eso. Ahora debía reparar el mal causado, hacerse entender y perdonar. Su oportunidad se presentó cuando le dio la espalda para coger los pequeños cirios que reposaban encima del enorme hogar.

Su muñeca quedó atrapada por una enorme mano que le impidió asir la vela, tiró de ella girándola y aprisionándola contra un duro cuerpo, quedó inmovilizada con los brazos apresados tras la espalda, al ser rodeada fuertemente por los de Aldair.

-Suéltame inmediatamente, grandísimo hijo de pu…
-¡Basta! –le lanzó una mirada feroz-. Aplacad vuestra lengua, señora.
-Déjame pegarte el puñetazo que me impediste darle a ese viejo asqueroso y repelente y ya verás como dejo de insultarte.
-Hagamos un trato.
-¿De qué hablas? –sus cejas se juntaron con recelo.
-Me dejaréis que os explique prestándome la debida atención y una vez me hayáis escuchado, si todavía queréis pegarme seré vuestro para lo que deseéis.
-¿Dónde está la trampa?
-¿No os fiáis de mí? –preguntó con el estómago encogido temiendo su respuesta.
-No, desde hace unos minutos –soltó un triste suspiro-. No me esperaba eso de ti, me hiciste daño.
-Liana… -apoyó la frente contra la de ella-, suplico vuestro perdón, mas os juro por Dagda que hay una explicación.

Tras unos instantes de silencio, respiró de nuevo al escuchar la tan ansiada confirmación.

-Está bien, seré toda oídos, pero suéltame —exigió revolviéndose.

Aldair separó los brazos lentamente hasta dejarlos inertes a ambos lados de su cuerpo, vio como ella dio un par de pasos hacia atrás sin dejar de observarle en ningún momento, con los puños sobre sus caderas, la barbilla alzada y fulminándole con la mirada. Era la estampa misma de una digna guerrera. Se obligó a guardarse la sonrisa de orgullo que pugnaba por querer salir. No cabía duda que eligió bien y si después de tantos siglos en soledad ella había aparecido en su vida clavándose a fuego en su alma, lucharía por retenerla a su lado con todo lo que era capaz y más, mucho más.
Le ofreció la mano abierta para que la tomase, al ver sus dudas insistió.

-Tomadla, Liana y acompañadme.
-Ni soy una niña pequeña, ni estoy mal de la vista –aclaró alzando una ceja-, podré seguirte sin dificultad.
-Como deseéis –murmuró apenado.

Se dio la vuelta y confiando que ella le seguiría, abandonó la alcoba.
Bajando las escaleras los pasos de Liana justo detrás de él, quedaron amortiguados por las voces y las risas de su gente todavía reunida en el gran salón, no pudo evitar que la envidia hiciese acto de presencia al escuchar la enorme algarabía, él debería haber estado ahí ahora con su compañera, sin embargo por su inconsciencia se veía yendo en sentido contrario y anhelando ser perdonado.
A un lado de la entrada charlando entre ellos y con los brazos cruzados sobre sus pechos, se encontraban los incondicionales y a veces saturantes primos, que en cuanto los vieron callaron y dieron un paso al frente.

-¿Va todo bien, señor? –preguntó Kai, con la curiosidad reflejada en sus oscuros ojos.
-Sí, continuad con lo vuestro.
-Buenos días, señora –saludó Mervin alegremente acercándose a ella, seguida de cerca por su amigo.
-Hola.
-Quisiera daros la bienvenida a nuestro clan y…
-Y yo me uno a la bienvenida de mi compañero –comentó eufórico Kai.
-Si mi com-pa-ñe-ro –masculló mirándole de reojo-, me deja terminar de hablar yo qui…
-Faltaría más –recalcó con un gesto de la cabeza y una sonrisa burlona.
-¿Puedo o no puedo?
-Podéis.
-Como es imposible que se mantenga callado por mucho tiempo, allá que voy –aspiró hasta llenarse los pulmones-. Quisiera agradeceros que entregaseis el medallón por propia voluntad ya que no tenéis ni idea de lo que vuestro gesto a supuesto para todos nosotros nos habéis devuelto la alegría-, cogió más aire-, y estoy muy contento con que decidieseis regresar con nuestro Laird para ayudarle a gobernar y hacernos a todos la vida un poco más agradable gracias de todo corazón.
-Guauu, eso tuvo su mérito –exclamó Liana acercándose a él-. ¿Cómo te llamas?
-Mervin, señora, para servirla.
-De señora nada, mira que me hace parecer mayor y te advierto que no lo soy, llámame Liana –tras lo cual depositó un beso en su mejilla. — y gracias a ti por tan calurosa bienvenida.

Un enrojecido y anonadado hombre con la mano posada en su pómulo, fue empujado sin miramiento ninguno por su primo, que se puso delante de él.

-Si para conseguir un beso vuestro he de asfixiarme no dudéis que lo haré, señora –afirmó Kai guiñándole un ojo.
-Jajaja, el único requisito que pido es que me llames por mi nombre.
-Liana, Liana, Liana…
-¡Se acabó! –gruñó Aldair interponiéndose en medio antes de que ella posase sus labios sobre él-. ¿No tenéis nada mejor qué hacer que importunar a mí mujer?
-No –declararon los dos a la vez sin importarles las posibles represalias, que a juzgar por la colérica mirada que estaban recibiendo no se haría esperar.
-Id a buscaros a vuestras propias muchachas que os besen esos rostros de asnos, tan en consonancia con vuestras mentes, que los dioses tuvieron a bien concederos, porque esta –sujetó la mano de Liana acercándola hasta él-, ya tiene las mías. ¿Me he expresado con suficiente claridad?-, preguntó con los dientes apretados.

Asombrada con la actitud machista y tan desagradable que Aldair estaba mostrando para con ella y con aquellos dos simpáticos muchachos, se soltó de su mano con un vigoroso tirón y se acercó a ellos.

-Que no se diga que no pago mis deudas -aclaró regalando el prometido beso a Kai, consiguiendo que el color de su piel rivalizase con el rojo furor de Mervin-. Gracias a los dos y no hagáis caso de vuestro Laird, os aseguro que sois muy atractivos, muchas chicas se volverían locas por vosotros allá de donde vengo.
-Primo, nos equivocamos de época al nacer en esta -balbuceó decir Kai sin lograr quitar la vista de encima a Liana.
—Ajá.

Un potente gruñido detrás de ella los hizo volver a la realidad con la ira resplandeciendo en sus verdosos iris su jefe les hizo un ademán con la cabeza indicándoles que se marcharan si querían continuar conservando la vida. Pocas veces habían visto a su señor en semejante estado de cólera, así que asintieron y con una leve inclinación a modo de despedida volvieron a sus anteriores posiciones.

Aldair volvió a aprehender su mano y caminó con largos pasos hacia el exterior, la urgencia por separarla de esos y de cualquiera que quisiera hacerse con sus favores prendió en él raudamente.
Había palidecido al ver como posaba los rosados labios en su hombre, incapaz de moverse hasta que vio que iba a hacer lo mismo con su compañero de juergas y cuando se soltó para conseguir su propósito, tuvo que contenerse para no asesinarlos. Maldita sea, debía estar acostumbrado a su forma de ser, procedía de un mundo donde el contacto con otras personas era más natural y nada había de malo en que se abrazaran o besaran, sobre todo en las presentaciones, pero si ya allá le molestó verla hacer eso, ahí junto a su gente, las tripas se le retorcían dolorosamente como si un espíritu travieso jugase con ellas.
Nadie excepto él tenía derecho a ser tocado por su boca, absolutamente nadie.

-¿A qué ha venido eso? -demandó resollando.

Si esperaba recibir respuesta su ilusión se vino abajo al escucharle simplemente bufar. Cuando el “Yo Tarzán” decidía ser parco en palabras, vaya si lo era.

-Aldair ¿quieres dejar de arrastrarme como si fuera un saco?
-Perdonadme, pero estoy demasiado agitado para aminorar la marcha.

Liana fue a protestar, pero un pequeño vistazo a su perfil le quitó las ganas de hacerlo. Tenía el mismo gesto que la noche que salieron a bailar. Sonrió maliciosamente al percatarse que estaba celoso, lo que la llenó de satisfacción pero no aplacó ni un ápice su enfado y menos cuando él aceleró más el paso. Impelió repetidas veces intentando soltarse del agarre consiguiendo en su lugar que apretase la mano más férreamente.

Estaba a punto de gritarle porque ya se veía besando el suelo, cuando de repente se paró, chocando con su hombro.
Abrió la boca lista para insultarle, pero ningún sonido salió de ella, tenía el corazón atascado en la faringe. Era como estar de nuevo en Urquhart, cuya única diferencia era su tamaño pues en hermosura lo igualaba. Las cristalinas aguas del lago que se extendía ante ella resplandecían acariciadas por los rayos del sol, reflejando en su superficie las blancas nubes que se deslizaban por el cielo, la aclamaban para que se zambullera en ellas y como era imposible resistirse a la llamada echó a andar hacia la orilla, seguida de Aldair que todavía continuaba sujetándola.
Con la mano libre se quitó las zapatillas, avanzó un par de pasos y observó como el refrescante líquido lamía sus pies. Un suspiro de paz salió de sus labios, curvándolos hacia arriba.

Levantó la cabeza y miró a su alrededor, <<esto es como estar dentro de una novela romántica>>. Había visitado tantos castillos, la gran mayoría destruidos por el inevitable paso del tiempo y el abandono y justo tras ella tenía uno magnífico en todo su esplendor. Sus dos hermosas torres rompían el firmamento, el color rojizo de sus piedras llameaban como una antorcha empapadas por las radiaciones del astro rey, haciendo casi palidecer el paisaje que lo rodeaba.
Volteó de nuevo hacia la laguna, tragando ruidosamente el nudo que se le había formado.

Aldair no podía apartar la vista de su rostro, atento a todos los cambios que se iban produciendo en él. Le fascinó el embeleso que apareció al descubrir uno de sus lugares preferidos y la felicidad que se apoderó de ella al meter los pies en sus aguas. La impaciencia le consumió durante unos minutos cuando no pudo verla al estar contemplando Ceann-uidhe y cuando por fin se giró, su emoción se unió a la de ella. No pudo evitar abrazarla, percibiendo los rápidos y rítmicos latidos de su corazón junto con los suyos.

-Esto es precioso -murmuró liberándose de su abrazo-, te agradezco que me hallas traído, aunque no sirve para que te perdone.
-Liana –apoyó las palmas sobre sus hombros- dejadme contaros.
-Está bien -se sacudió para apartarse- pero no es necesario que me toques.
-¿Acaso preferís que os toque alguno de mis hombres? -demandó furioso dando un paso atrás.
-¿Y acaso te preocupa? -levantó la barbilla desafiante-, allí en aquel salón no pareció inquietarte en absoluto que otros me insultaran
-¿Os habéis vuelto loca? -gruñó apretando los puños.
- ¿Tal vez estoy diciendo mentiras? -interrogó dándole la espalda- ¿para que me trajiste contigo? ¿para que se burlaran de mi?
-Por los dioses no -acortó la distancia que los separaba y la rodeó con sus brazos pegándola a su cuerpo- os amo Liana.
-Me amas -negó con la voz rota- pero dejas que me humillen.
-¿Recordáis la historia que os conté sobre el medallón? -vio como asintió levemente-. El deber de los druidas era asegurarse que no erais ninguna traidora, para ellos eres una intrusa y necesitaban cerciorarse que todo estaría bien además de verificar que seriáis una excelente señora para el clan McRea-, la escuchó resoplar-. Mi deber como Laird, aun sufriendo viendo como os trataban, me impedía interferir.
- ¿Y qué? ¿pasé la prueba? -interrogó girándose para enfrentarlo- ¿soy una mujer digna de ser tu esposa?
-Por supuesto que lo sois -exclamó extrañado por el furor que destilaban sus iris- jamás he dudado...
-Pues mala suerte para ti -vociferó ante la calma que mostraba- no quiero ser la señora de este lugar.
-No podéis hablar en serio -balbuceó incrédulo.
-Hablo muy en serio Aldair -se retorció las manos nerviosa-, me importa una mierda lo que esos tres vejestorios piensen de mi, pero no voy a perdonarte nunca que me abandonaras a mi suerte ante ellos.
- ¿Como podéis pensar algo así?
- No pienso nada a las pruebas me remito, me trataron como a una ramera y no moviste un sólo dedo por salvaguardar mi honor -parpadeó molesta por que sentía las lagrimas inundar sus ojos.
- Liana tenéis que entenderme -rogó apurado.
- Dime Aldair -se mesó el cabello -¿que hubiese pasado si esos tres hubiesen decidido que no servia para el cargo?
- Os convertiría en mi esposa con o sin sus bendiciones -aseveró con firmeza.
- ¿De verdad?
-Os lo juro por mi honor -acunó su rostro entre las palmas y la miró fijamente, se le rompió el corazón al ver todo el pesar que este reflejaba- jamás dudéis de mi amor por vos, jamás.

-Aldair, no tienes ni idea lo sola que me sentí allá con ese hombre horrible -sollozó pegando su frente a la de él- con toda esa gente estudiándome como si fuese un bicho raro.
-Lo sé -aseguró depositando un tierno beso en su nariz- deseaba acabar con aquello, traspasar con mi espada a Cromwell por sus ofensivas palabras.
- No quería la sangre de ese bastardo -rió entre el llanto ya descontrolado- sólo deseaba sentiros a mi lado, que me abrazaras.
- No lloréis -murmuró secando la humedad de su rostro con sus labios- siempre estaré con vos.
-Quiero creerte pero...
-Sé que ahora estáis confusa, pero tratad de entenderme, de comprender a los míos -interrumpió él-. Estáis en tierra extraña, con hábitos muy distintos a los vuestros. Será duro, pero es necesario que os hagáis a ellos.

Si lo pensaba todo fríamente tenía que admitir que Aldair tenía razón, las costumbres allí eran muy diferentes a las suyas, y lo que ahí podía ser mal visto, aquí era todo lo contrario y viceversa. Tenía mucho camino por recorrer y mucho que aprender.

-Pondré todo de mi parte, pero no prometo nada si no tengo una minima oportunidad.
-Confiad en mi, en cuanto os conozcan os aseguro que los tendréis postrados a vuestros pies -sostuvo Aldair con una chispa de esperanza reluciendo en sus pupilas- y os querrán, aunque su adoración nunca alcanzara a la que yo siento.
-Confío plenamente, cariño –se echó un poco hacia atrás cuando él fue a besarla-. Pero… no voy a consentir que se me suban a la chepa ¿entendido?
-Vos no tenéis joroba –afirmó con el ceño fruncido.
-Recuérdame que te de unas cuantas clases sobre expresiones modernas –dijo haciendo rodar los ojos-. Con ello quise decir que no permitiré que esos viejos, sobre todo el más cabroncete de ellos, me pierdan el respeto.
-Contad con ello –confirmó recuperando su característica sonrisa.
-Aclarado el tema –rozó con la yema del pulgar su carnoso labio inferior y le rodeó la nuca con la mano libre-. ¿Qué tal si ahora me besas y me muestras tu arrepentimiento? Quizá consiga perdonarte.

Aldair cerró el corto espacio que los separaba y empujó la lengua en la boca de Liana, la de ella salió con impaciencia a su encuentro enredándose contra la suya, lenta y sensualmente. La lujuria estalló veloz a través de sus terminaciones nerviosas. Soltando un largo gemido, la sujetó por las nalgas aplastándola y restregándola contra su palpitante erección.

Una lejana voz llamándole le obligó a volver a la realidad, se separó de Liana lentamente. Soltó un frustrante resoplido al contemplar su rostro presa del placer, con los parpados cerrados, los hinchados labios entreabiertos y la jadeante respiración, era imposible resistirse a ello. Quien quisiera que le estuviese llamando debería esperar, porque él no lo haría.
Volvió a entrar de nuevo en su húmedo interior, alimentándose de su dulzura y enardeciéndose más con el deseo de enterrarse en ella.
Tenía que poseerla, allí y ahora.

-¡Señor! –gritó una conocida y jadeante voz.
-Maldita sea –masculló sobre la boca de Liana.
-¿Mmmm?
-Me llaman, mi amor, lo tendremos que dejar para más tarde –besó la frente, antes de girarse ante quien osaba interferir en sus placenteros planes-. ¿Cómo no ibais a ser vos, Kai?
-Disculpadme señor, pero es importante –dijo sin resuello y la preocupación que denotaba su tono y su rostro lo confirmaba.
-Hablad, no os quedéis callado –espetó impaciente.
-Se trata de vuestro padre…
-¿Qué le sucedió a mi padre? –increpó sujetándole con fuerza de los hombros.
-Su co… su corazón falló, señor.

Continuará...

GRACIAS POR LEERNOS Y COMENTAR

12 comentarios:

INFECTADA X dijo...

Ahhhh la prime en comentar. Chicas, esto se pone genial. Esa Liana es una indomable. Con lo de la chepa me he partido de la risa. La inocencia de Aldair ante ese dialecto es buenísima. A ver que le pasa ahora al padre... y espero que salga alguna zorrilla en los próximos capis que esté detrás del Aldair para ver a Liana cabreada de verdad. Besos almejillas

INFECTADA X dijo...

Por cierto, kai me encanta.

AKASHA BOWMAN. dijo...

Un buen capítulo, sin duda, me apetecía ver a Aldair suplicante y temeroso de la reacción de Liana. Por cierto, esta ha sido muy acertada, me recuerda a lo irascibles que nos ponemos algunas damas cuando las cosas no salen a nuestro gusto... jejejeje y optamos por vencer nuestra cólera lanzando objetos.

Mervin y Kai me caen genial,sería divertido que se pudieran remontar a la época actual para ver cómo se desenvolvían en el entorno de Liana. Se quedarían sin duda boquiabiertos al descubrir la "liberación" de la mujer jejejejeje y su aspecto físico.

De nuevo los celos de Aldair...mmmmm me encantan ese tipo de situaciones que ponen al límite el autocontrol de los hombres.

Y la visión del lago, con sus aguas cristalinas lamiendo sus pies desnudos... de veras debió ser un momento irrepetible, en su interior tendría que estarse sintiendo muy afortunada de poder contemplar escenarios únicos de épocas ya vividas. Ningún otro contemporáneo suyo tendría jamás ese privilegio.

El momento "Yo Tarzán" ha sido único, me he reído con ganas, tenéis una imaginación y una elocuencia admirables.

Siento que el instante pasional quedara truncado con una noticia tan pésima. ¡Pobre viejecillo, esperemos que no sea nada definitivo!

Seguiré rememorando la lectura hasta Martes, como Infectada X me gustaría que apareciera un personaje femenino en medio... qué malas y morbosas somos... jejejeje


Besos mis niñas

krlitalabeba dijo...

hay q ver q me encnata el caracter de liana jejeje y dandole celos a Aldair tan bello q se ve celoso jejeje y si me rio cada vez q aparece Kai aunq esa noticia q trajo no me gusto =S ahora el papa de Aldair muriooooo y el va hacer rey diosss ahora si le va a venir duro y mas responsabilidad y el dolor grande q le va a causar a el pobre de Aldair =(...


CHICAS excelente capitulo la verdad me sorprende cuando creo que todo va ir bien ahora bam bim bom aparece otra situación

pepis dijo...

hello mis chiquillas de sokaly de verdad que os he extranado muchisimo .
la he pasado rebien en mis vacaciones , pero no me lleve mi compu y he sufrido de amares. mala mia...
bueno hoy que he llegado me he leido los cap. que me faltaban y waooo a pasado de todo. casi me dan varios paros respiratorios pues con esos dos nunca se sabe ... uyy lo de los lobos estuvo inpresionante .
!!! Arriba Liana !!! que caracter el que se trae la muchacha , jiji ese clan adquirio una verdadera guerrera, !!! pobreeeeeeee !!! del que se meta con ella creo que va terminar frito !!!
Aldhair es un papacito bello y sabe reconocer que la ama , pero por Dios es un neandertal de celoso (que romantico )y bueno esos chicos kai y el otro son unos mirones y ademas muy chistosos ... aunque me cae bien Aldi me dieron ganas de matarlo , cuando no la defendio del vegestorio jiji ,pero luego comprendi la razon , el don no es un vegestorio es un sabioooooooo.
OHHHHHHHHHHH !!! que le paso al papa de aldiiiiiiiii ? que no se muera mi suegris porfis que al menos se casen delen un break para que vea bodorio . muy buenos cap. como siempre me dejan pidiendo mas y muy intrigada . de verdad que ustedes son buenisimas , ahora estoy super feliz y esperando la proxima semana. gracias besitos.

Ana Catalina dijo...

Hola, hola... por fin volvi!!! apenas me estoy poniendo al corriente con la historia pero esté capi estuvo más genial... espero que el papá de Aldair no se muera mejor consiganle una esposa jajaja... en fin Besos:)

Un Viaje de Amor y Erotismo dijo...

Ufff, con lo bien que me cae el papi del papacito... Ojalá sea sólo un susto.

Me encanta cuando Liana le pone los puntos sobre la mesa a Aldie... y más me encanta cuando él le recuerda que la quiere, aaahhh...

Eeeen fin. ahotra estaré con el coarzón en la boca hasta el martes -.-

Un beso grande corazones, bue fin de semana, a portarse mal!

veronik dijo...

uff como les encanta interrumpirlos jejeje... Me encanto lo enojada q se puso al no darle a Aldair jajaja....haaaa otro fin de semana largo esperando el martes aveces me digo a mi misma...mi misa espera mejor a q terminen la historia y asi la lees completa jajajajajaja NO PUEDO¡¡¡¡ jajajaja llega martes o viernes y ya estoy abriendo favoritos para entrar al blog jejeje ni modo esa es la magia q tiene ustedes niñas asi q resignada pero ansiosa para el proximo capitulo ....besos y buen fin de semana¡¡¡¡

PD. pasando lista¡¡¡

Andy dijo...

Exelente pelea!!! je lastima que les interrumpieron la reconciliaciòn, bueno esperemps que Liana sepa algo de primeros auxilios...
Espero con ansias el capitulo del martes!!! besos!!!

Iris Martinaya dijo...

Vaya, cuando todo se había arreglado, ahora el padre enfermo. Espero que no sea nada, pues vamos a ir todos de duelo, jeje, ya entenderéis porqué.

Esperando el siguiente, a ver que le pasó al padre.

Un beso y feliz fin de semana.

KaRoL ScAnDiu dijo...

POR FINNNNNN PUDE PASARME A LEER;D

Me encantó el capítulo, sobre todo como Liana desafia a Aldair y les besa a sus primos.. que pena lo de su padre, espero que no se muera, pobre MI ALDAIR... jajajaj

Espero con impaciencia el siguiente, y si, lo leíste bien querida Ade, MI ALDAIR jajajaja;D

Kisses queridas:D

Ade dijo...

-Karol, Karol, Karol, voy a tener que sacar mi fusta y darte con ella hasta que consigas decir bien alto:
"Erchi es todo tuyo, única y exclusivamente tuyo"
Con MÍ ALDI no hace falta, porque lo es desde que apareció la 1ª vez por mucho que te empeñes en decir lo contrario, mala chica.

-Iris, espero que en este no haya duelo, pero con nosotras nunca se sabe.

-Andy, una buenas pelea de vez en cuando siempre se agradece, sobre todo si luego viene la reconciliación.

-Veronik, tú si que nos conoces y ni se te ocurra esperar a que la publiquemos entera para leernos, nooooo, que me gustan mucho tus comentarios.

-Sabry, a nosotras también nos cayó muy bien el papi, pero la vida no sólo tiene cosas buenas, así que...

-Ana Catalina, ¡bienvenida! Tienes mucho para leer, pero me gusta que te haya gustado este capítulo.

-Pepissssss, yo también te he extrañado. No te habrás llevado la compu, pero seguro que te lo pasaste de vicio. Menuda sesión de lectura te metiste entre pecho y espalda, aunque veo que las disfrutaste, eso está bien.
¿¿Y qué es eso de tu suegris??
Es MÍ suegris y el de Mariola, hmmm.

-Krlita, opino lo mismo que tú, adoro la personalidad de Liana y los celillos de mí Aldi, si hace unos meses le llegan a decir que hubiese sido un celoso de cuidado la carcajada que hubiese salido por esa boquita suya sería de órdago.

-Akasha, tu siempre logrando que me salgan los colores.
Luego me dices a mí, pero hay que ver como te fijas tu también en todos los detalles, es una gozada.
Los celos en las historias son estupendos, no así en la vida real.
Que bien que te hayas reído con lo de "Yo Tarzán", si es que Liana tiene unos golpes buenísimos, jajaja.

-Infectada X, nosotras también nos reímos con su inocencia ante nuestras expresiones, este hombre es un puntazo.
Que malvada eres, mira que querer que salga alguna zorrilla para exasperar todavía más a Liana, eres peor que nosotras y ya es decir.
Y si, fue un acierto hacer que apareciese Kai, el muchacho es muy divertido.

Gracias como siempre por seguirnos, comentar y disfrutar con lo que escribimos.

Se os quiere.

Miles de besos.

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