martes, 7 de septiembre de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO CAPÍTULO 22 (1ª PARTE)





Una sonrisa de felicidad se dibujó en su rostro cuando, tumbada cerca de la orilla del río con los ojos cerrados, los rayos de sol le acariciaron dulcemente. Suspiró de placer al sentir como el suave calor de junio le recorría el cuerpo. Si, definitivamente no se vivía nada mal allí. Quizá debería tocar madera para que continuase aquella paz por muchos años, aunque por las clases de historia de su época de estudiante sabía de las numerosas guerras y escaramuzas que estaban por llegar, pero por ahora era algo en lo que prefería no pensar, lo importante era disfrutar del momento y vaya si lo estaba disfrutando.
En el tiempo que llevaba allí había aprendido a valorar muchas cosas, entre ellas la amistad. Por suerte conoció gente buena y amable como Kai y Mervin y otros bastante desagradables como el bastardo de Cromwell y la tal Moira que seguía mirándola como si tuviera dos cabezas. También tenía momentos de ocio que aprovechaba para practicar la hípica, una de las cosas que más le gustaban y que en Edimburgo apenas podía ejercitar, además modestia aparte se le daba bien, no, bien no, se le daba de fábula, ¿sólo de fábula? Para nada, era magistralmente superior en el arte equino. <<Madre mía, soy la versión femenina de Kai>> pensó soltando una suave carcajada.
Lo cierto es que estaba fascinada con la preciosa yegua blanca que le había regalado Aldair, porque Gràdh como su nombre indicaba era un auténtico amor. Correr a lomos del animal disfrutando del aire en su cara en total y absoluta libertad era una de las mejores experiencias de su vida.
Gracias a esos paseos, descubrió la inmensa superficie que pertenecía al clan McRea y lo hermoso del lugar.
Uno de sus sitios preferidos era precisamente donde se encontraba ahora. Era un placer tumbarse en la mullida hierba y dejarse envolver por el arrullador sonido del agua.

Su sonrisa se acentuó al recordar las travesuras que tenía planeado hacer con su reciente y sorprendente amiga. Brianna era una mujer que engañaba a simple vista, su menudo cuerpo hacía pensar que era débil de carácter, sin embargo era de armas tomar y no parecía acobardarse ante nada.
No dudaba lo divertido que sería ver a esos dos guerreros sudar la gota gorda cuando empezasen con sus pequeñas maldades.

Entreabrió un ojo cuando un ruido que nada tenía que ver con el río, pues se asemejaba bastante a un ronquido, sonó cerca de donde estaba. Abrió los párpados de golpe al ver el trasero de un gigantesco jabalí que en esos momentos bebía ajeno a su presencia. No cabía duda, ese inmenso animal debía ser el padre de todos los jabalís de Escocia. El corazón le empezó a golpear fuerte. Esas bestias eran conocidas por su mal temperamento y su increíble tozudez, y algo le decía que con esa colosal masa de grasa y músculos de dulce no debía tener ni una sola cerda.
En cualquier momento el aire cambiaría de sentido y se daría cuenta de su existencia, así que mejor que cuando eso sucediese la pillase de pie y corriendo a toda pastilla hacia Gràdh.
Se incorporó pausadamente, rezando para que el animalillo tuviese tanta sed que su mente y sus oídos estuviesen cerrados a todo lo que no fuese agua, pero estaba claro que la suerte no estaba de su lado, pues cuando logró incorporarse y dar un paso hacia atrás, éste se dio la vuelta fijando sus inquisitivos ojillos en ella y mostrándole sin ninguna vanidad, unos colmillos que en nada debían de envidiar el tamaño de su cuerpo.

—Oh, mierda –sollozó entre dientes.

Se dio la vuelta rápido chocando de bruces contra una pared.
Unas fuertes manos la agarraron de los hombros para estabilizarla, miró hacia arriba para ponerle en preaviso, pero antes de llegar siquiera a verle la puso inmediatamente detrás de él sacando su espada.

—Montad rápido y marchaos.
—Pero...
—¡Obedeced mujer! –bramó impaciente-. Y no paréis hasta llegar al castillo.


Más asustada por el tono de su voz que por el peligro que suponía el jabalí,  corrió hacia la yegua, subió en ella y la espoleó poniéndola al galope.
Un grito de guerra le hizo frenar y mirar hacia atrás.
El misterioso héroe se abalanzaba sobre el furioso animal asestándole una estocada encima del lomo, la cual pareció no afectarle porque rápidamente giró sobre sus cortas patas arremetiendo de nuevo contra él. El hombre lo esperaba en posición de ataque y aunque estaba lejos para apreciarlo juraría que en vez de mirar al enemigo la miraba a ella. Se llevó la mano a la boca cuando la fiera cargó de nuevo hacia él que parecía desprevenido, le tenía prácticamente encima cuando de pronto se movió apenas unos centímetros hacia su derecha a la vez que dejaba caer la espada contra el cuello de la bestia, éste se tambaleó sangrando escandalosamente, pero su furia era tan grande que procedió a embestirle una vez más. El desconocido esta vez no esperó, si no que fue a por él clavándole el arma en la garganta y dejando a su presa fulminada al suelo. Vio como se quedó contemplándolo unos segundos antes de sacar la espada, limpiarla en su pelaje y darse la vuelta para observarla. Le hizo una breve reverencia, se fue hacia su caballo, montó ágilmente en él y partió en sentido contrario al suyo.
Hasta que no le vio desaparecer no fue capaz de moverse del lugar.
Con la mente todavía perdida en lo que acababa de presenciar, fustigó a Gràdh para que emprendiese de nuevo el camino hacia casa.
¿Quién sería su salvador?
Seguro que Aldair lo sabría, él conocía a su gente.


Tenía los músculos de los brazos doloridos, todos los poros de su cuerpo transpiraban copiosamente debido al esfuerzo y conseguir llenar los pulmones de aire se volvía cada vez más difícil, pero ¡Dios! Cuanto había echado de menos a su amigo y sobre todo luchar con él.
No tenía quejas sobre sus hombres, todos eran ágiles y tenaces guerreros, mas el único capaz de igualarle en potencia y resistencia era Niall, no había otro como él.

—¿Percibo un pequeño temblor en vuestros débiles brazos, Aldair? –preguntó al tiempo que le lanzaba una nueva estocada.
—Me temo que vuestros cansados ojos empiezan a ver visiones –respondió parando el golpe con su espada y midiéndose fijamente.
—Puede ser –dirigió la vista por encima del hombro de Aldair—, aunque me gusta el espejismo que estoy divisando ahora mismo.
—No tenéis que echar mano de esos trucos, amigo, si queréis rendiros sólo decidlo.
—Creedme que no dudaría en rendirme ante esa belleza morena engalanada con unos ajustados pantalones –sus labios se curvaron hacia arriba al fijar la vista de nuevo en su oponente y ver su fiera expresión.
—El único que se rinde ante ella soy yo –masculló empujándole para separarse de él—, no lo olvidéis—, se dio la media vuelta para contemplar como Liana se acercaba a paso vivo hasta donde estaban ellos, por lo que no vio como Niall agachaba la cabeza haciendo un esfuerzo sobre humano para no echarse a reír ante su actitud.

El cansancio de su cuerpo desapareció y el calor del combate se transformó en fuego corriendo por sus venas, al admirar la alta y atractiva figura de Liana. La recorrió lentamente de arriba abajo. Arrugó el entrecejo al posar la mirada en esa indumentaria que ella se empeñaba en ponerse todas las mañanas para salir a cabalgar y que marcaban tan descaradamente sus curvas. Rechinó los dientes cuando se percató como varios pares de ojos devoraban con ardor la sensual figura de su compañera.

¡No recuerdo haberos dicho que paraseis! –gritó a sus hombres, estos inmediatamente reanudaron el entrenamiento.

El ruido de las espadas entrechocando le relajó, ya que eso significaba que habían dejado de prestar atención a su mujer. Los malditos y hasta hace poco desconocidos celos le estaban desgarrando por dentro y no podía hacer nada al respecto, excepto resignarse a ello y confiar.
Liana llegó hasta él y le echó los brazos al cuello enterrando la cara en su pecho, Aldair inmediatamente la abrazó.

—¿Sucede algo, mo gràdh?
—Sólo abrázame ¿si? –susurró melosa.
—Podéis contar con ello –aseguró atrayéndola hacia él—, pero contadme.
—Estás algo empapado ¿no? –deslizó la yema del dedo por su tórax.
—Culpad de ello a Niall –oyó como este soltó una carcajada—. Mas no cambiéis de tema y contadme por qué llegasteis tan alterada.
—Pues resulta que he descubierto que soy un imán para los animales... y los más mansos, por supuesto.
—¿Cómo decís? –la separó sujetándola por los hombros.
—Tranquilo gran hombre que no me pasó nada, ¿no ves que estoy bien?

Aldair la miró de arriba abajo con la preocupación reflejada en sus dilatadas pupilas, la giró para asegurarse del todo que no había sufrido ningún daño.

—¿Vais a relatadme de una vez que fue lo que sucedió? –interrogó cuando la tuvo de nuevo frente a él.
—Tuve un pequeño tête a tête con un jabalí.
—¿Tuvisteis un qué? –preguntó extrañado.
—Un... pequeño encuentro –sonrió inocentemente intentando quitarle importancia al asunto.
—¡Por todos los diablos! –exclamaron él y Niall a la vez.

Aldair se quedó mirando a su amigo y fue en ese momento que se dio cuenta que todos sus hombres estaban atentos a su conversación. Elevó las manos  al cielo ante semejante insolencia.

—Terminemos la conversación en nuestra alcoba, ¡aquí hay demasiados chismosos! –voceó fulminándoles y haciendo que agachasen la cabeza, todos menos su amigo que tuvo la desfachatez de echarse a reír.

Cogió a Liana de la mano y tiró de ella echando a andar con largas zancadas hacia el castillo, la ignoró cuando le increpó su comportamiento e intentó desprenderse de su agarre. La ira se había apoderado de él nada más oír la palabra jabalí y le iba a resultar muy difícil calmarse.
¡Maldita sea! Esa bestia salvaje podía habérsela llevado de su lado para siempre.
Llegó a los aposentos, la metió dentro bruscamente y cerró la puerta de un portazo.



Continuará...



12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola chicas! Ya he vuelto de mis vacaciones!
Menudo giro a dado la historia, me han encantado todos los capitulos, me los he leido del tiron.
Ahora la espera se me va ha hacer mas larga porque me he acostumbrado a leer la historia de Aldair y Liana toda seguida...
Muchos besos!

J.P. Alexander dijo...

Hola chicas que lindo que es aldair tan preocupado Liana si que es valiente aunque tuvo ayuda.

Chicas les mando un beso y se me cuidan mucho.

KaRoL ScAnDiu dijo...

Siiiii;D, ahi, mis dos Dioses del olimpo, sudorosos y juntos, jajaja;:D

Ahora en serio: el capi quedó genial. ¿Quien será el misterioso salvador de Lianna? ¿Sera de verdad un heroe o alguien que pretende destruirla? uuuu, cuantas cosas;D
Se me hizo corto, cortísimo de echo....

necesito mas y yaaa;D

os kiero mis niñas;D

Ana Catalina dijo...

Hola, hola!!! Dios estuvo más que genial el capitulo que por cierto se me hizo muy cortito... y ya quiero saber quien es el misterioso salvador sera otro rival de amores para tormento de Aldair o un enemigo???

Iris Martinaya dijo...

Héroe o villano? Quien será esta vez el salvador de Liana. Yo ya no apuesto nada, pero había creído que el que rondaba por ahí era Liam, pero claro si era él, por qué no se vengó ahora que tenía oportunidad?
Quien será? Ya quiero saberlo. También puede ser un guerrero solitario, y ahora si que Aldair se tiene que echar a temblar de celos.

Genial capítulo.

Besos y feliz día.

INFECTADA X dijo...

guau, chicas. A esta LIana se le pegan todos los peligros. Y ese desconocido que la salvó. ¿Quién será? porque la reacción de Aldair no creo que sea por el javalí y la actitud de sus hombres (que algo le afecta porque es orgullosillo)
¿no será por el que mató al javalí? uhhhhhhhhh ahí viene lo bueno seguro. Y Liana sintiendo tanta paz al principio... Besos, armejas, que me encanta como escribís. ALDAIR TAMBIÉN ES MIOOOOOOOOOOO

AKASHA BOWMAN. dijo...

Perdón mis niñas, que he retrasado mi lectura de forma imperdonable, por ello nada más llegar hoy a casa, ducharme y comer algo me he venido a vuestro castillo a leer este maravilloso capítulo.

Ainsss qué frustracción, que me quedo sin saber quién es el aguerrido caballero que ha salido en defensa de Liana. Por cierto, qué hacía él por allí, en aquel sitio tan secreto e íntimo para nuestra heroína? jejejeje

Vuelvo atrás, que me he saltado la parte en que Liana analiza el ambiente y la época que la rodea. Venir del futuro probablemente la mantenga alerta en lo referente a ciertos acontecimientos históricos que estén por discurrir, habrá cosas que quizás gracias a su conocimiento se puedan evitar, pero ello supondría cambiar el curso de la historia... es algo muy complicado de plantear.

¡AAAAy y qué bien habéis descrito esa sensación de libertad que a mí tanto me fascina! Esa comunión perfecta con la naturaleza, respirando oleadas de oxígeno puro y sintiendo la brisa despeinándote la melena, percibir el murmullo del agua corriente y al divertido Eolo jugando entre el follaje. Creo que provengamos del siglo que provengamos todas las damas tenemos esas ansias de libertad, de sentir esa brisa fresca batiéndonos en el rostro, dándonos a entender que la naturaleza y nosotros somos uno.

Por cierto, me encanta ver a Aldair celoso, el gran y poderoso guerrero carcomido por un sentimiento hasta entonces desconocido... los celos. Hace que provoque escenas de lo más divertidas, como su enfado ante el "distraimiento" momentáneo de sus hombres jajajajjajajajaja

Besos mis niñas, geniales como tenéis por costumbre.

El viernes procuraré ser más puntual MUUUAAACCCKKKKSSSS

Ade dijo...

-Akasha, no hay nada que perdonar mujer y más cuando yo también me retrasé al leerte, somos humanas y no podemos estar en todo sobre todo cuando el cansancio nos posee, ahí no podemos hacer nada.
Completamente de acuerdo contigo en lo de las ansias de libertad y en ver a Aldair celoso, disfruto viéndole así.

-Infectada X, ya lo creo que Liana es un imán para los peligros y fíjate con que naturalidad le pasa siempre. La actitud de Aldair es por un poco de todo, aun así date cuenta que si no llega a aparecer ese desconocido hubiese perdido a su chica y eso mucha gracia no le hizo.
A mi también me gusta como escribes tú y hay que ver que poco queda para que salga tu libro a la venta.

-Iris, que de preguntas, las cuales con el tiempo no te preocupes que serán respondidas, pero por ahora suspense.

-Ana Catalina, siento que se te hiciera cortito, pero no podíamos subir más.

-Karol, que imagen tan sugerente la de esos impresionantes guerreros todo sudorosos ¿verdad? Mmmm.
Ya veréis quien es el nuevo.

-Citu, Aldair es como tus personajes que si les pasa algo a sus mujeres se nos mueren.

-Zeta, ¡bienvenida! Se te echaba de menos. Y gracias por leerte tantas capítulos del tirón.

Besos a todas y de nuevo es un placer leer vuestros comentarios.

Silvia dijo...

Si no llega a ser por ese heroe Liana no se salva, ahora hay que averiguar de quien se trata.
Fue muy divertido el comportamiento de sus hombre y de Nial.
Quiero que llegue el viernes para ver que se dicen o hacen.
Gracias por este capitulo.

Arantxa dijo...

¿Con que tramposilla eh? ummmmmmmmm...pues si y con mucho gusto, no puedo evitar leeros aunque tenga algún capitulo atrasado, lo siento , soy asi, no me puedo esperar.
Ando algo perdida, no os lo voy a negar, pero con lo que me pasa, no pude seguiros mucho, pero mira, aquí estoy, como siempre.
El capi de hoy es...¿como lo digo? sorprendente? alucinante? con una intriga que no veas con ese héroe que ha salido de no se muy bien donde?
Ay, me tengo que poner al día ya.
Besostes grandes y Feliz fin de semana.


Bonnie

P.D: gracias por el premio, en cuanto pueda lo cuelgo.

krlitalabeba dijo...

Chicass ya viene a leerrr =)

Jajajaja amo a Niall me encanta que ponga celoso a Aldair jejeje xD hay quien sera ese que rescato a Liana?? competencia??? o que???

Y los celos de aldair son unicos la verdad xD

ya voy a leer el otro :)a verr q pasa

Sabry Sandal dijo...

Celos, celos, celossss!!!

Claaaro... preocupación y un Aldie posesivo, OMG!!!

Seguiré leyendo!!

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