martes, 14 de septiembre de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO (Capítulo 23)






Se ajustó el cinturón dorado a las caderas y soltó una maldición al verse de aquella guisa. El vestido era bonito, no lo iba a negar, rojo Burdeos que se ajustaba a su busto y a su cintura y caía después hacia los pies con gracia, pero le resultaba muy incomodo. Agarró el plaid con los colores de Aldair y trató de colocarlo tal y como lo había visto en otras mujeres, pero tras varios intentos en vano para que quedara cruzado y sujeto, formó un triangulo y lo colocó sobre sus hombros a modo de pañoleta. Fue al espejo y se remiró, no estaba del todo mal, sonrió al ver su desgreñado cabello que ya iba necesitando un corte, al menos se libraba de aquellas trenzas y moños tan aparatosos.

Antes de abandonar el cuarto tomó su perfume y se puso unas gotas tras las orejas, sólo un poco, no era cuestión de abusar o lo acabaría en pocas semanas. Dejó el frasco sobre la pequeña mesa que le servia de tocador y salió.

Camino del cuarto de su suegro decidió que ya era hora de tener con Brianna esa charla sobre lo que la atormentaba y por no querer abusar de su generosidad había ido posponiendo, eso y por que le daba temor su respuesta. Al llegar a la puerta, tocó con los nudillos la gruesa madera e introdujo tímidamente la cabeza encontrándose con la espectacular sonrisa de Niall McInroy.

—Hola, he venido a ver Baldulf —comentó cerrando tras ella— ¿Cómo se encuentra hoy?
—Muchísimo mejor —contestó una voz desde la cama— y mucho más ahora que vos habéis llegado. ¿Verdad que es una belleza mi futura nuera?
—Sin duda alguna —asintió Niall poniéndose en  pie— si no fuera por el amor que profeso a mi esposa y la amistad que me une a vuestro hijo no dudaría en tratar de conquistarla, aunque tal vez me olvide de todo eso y me decida a seducirla.
—Si yo tuviera unos pocos años menos —rió Baldulf— nada me detendría.
—Oh basta ya —gruñó acercándose al lecho— sois un par de aduladores.
—Acercaos y dadme un beso —dijo el anciano alargando los brazos— haced feliz a este pobre moribundo.
—¿Moribundo? —se sentó en la cama y posó los labios en las arrugadas mejillas—, miedo me da pensar lo que harás cuando no lo estés, serás el terror del castillo.
—Gracias a los dioses y a la inestimable atención de nuestra querida Brianna me encuentro bien —tomándola de las manos la miró fijamente— y a la vuestra, sé lo mucho que os habéis preocupado por mí.
—No ha sido nada.

La conversación se detuvo cuando la puerta volvió a abrirse de nuevo, Aldair acompañado de uno de los druidas entró en la estancia. Liana se incorporó ante el gesto adusto que se dibujó en el rostro del hombre sabio.

—Puesto que ya vi que estas como una rosa iré a dar un paseo —añadió incomoda, se inclinó besándole de nuevo— volveré más tarde, pórtate bien y que no me entere que andas piropeando a otras mujeres, pues puedo llegar a ser muy celosa-, aclaró con un coqueto guiño.
—Os seré fiel —aseguró con una bulliciosa risita.
—Permitid que os acompañe —comentó Niall acercándose a ella— dejad que los hombres McRea envidien mi suerte.
—Será un placer, mi señor —hizo una leve inclinación y disimuló una sonrisa al ver el ceño fruncido de Aldair—, aunque debo decir que serán las mujeres McRea las que me envidien a mi al verme acompañada de tan gallardo caballero.

Liana alzó la mirada hacia Aldair cuando lo oyó bufar y se tragó la carcajada que pugnaba por salir de su interior al verle con el gesto crispado y los puños apretados contra los costados. Si las miradas mataran, no dudaba que Niall estaría tirado en el suelo hacía rato y por la forma en que sus ojos llameaban al posarlos en ella, estaba segura que lo acompañaría sobre la fría piedra.

Dibujando una inocente sonrisa se acercó hasta él, se puso de puntillas y le besó la mejilla que necesitaba un buen afeitado.

—Quita ese ceño —añadió pasando un dedo por su frente—, o en unos pocos años parecerás un viejo.
—Liana.
—Supongo que querrás hablar con tu padre a solas —dijo apartándose un par de pasos—, así que iré a tomar el aire. ¡Ah! Y no te preocupes por mi seguridad, estaré muy bien protegida por el imponente señor McInroy.

Aldair no sabía si sacar su espada o estrangularla con sus propias manos. Desde que había entrado en la estancia se percató de que ella había notado su presencia y  a pesar de todo continuó coqueteando con aquel bastardo que se hacia llamar “amigo”. <<Decidido ella moriría asfixiada, él atravesado por su arma>>

Cuando la vio acercarse con aquel destello malicioso en sus bonitos ojos comprendió. <<Maldita fuera>>, pensó dándose cuenta que la pequeña arpía estaba jugando con él, provocándolo adrede, casi esbozó una sonrisa al comprobar lo estúpido que debía resultar con aquel infundado ataque de celos. Sin darle tiempo a que reculara más, la agarró por los hombros y la atrajo hacia él violentamente, con la misma furia de su gesto la besó.

Liana sintió como sus huesos se derretían cuando Aldair le introdujo sin delicadeza la lengua en la boca y cual animal en celo marcando su territorio, la exploró  encendiéndola. Oyó el graznido de disgusto que emitió Cromwell ante el gesto apasionado de su Laird, pero a ella no le importó nada. Se aferró a la recia espalda y le devolvió el beso con el mismo ardor. Protestó débilmente cuando la separó de su cuerpo, deseosa de más, de mucho más.

—Eso para que no me echéis de menos —murmuró burlón junto a su oreja—, quiero que estéis complacida con vuestro señor, tanto que no os veáis tentada a aceptar atenciones de otros.
—Estoy muy contenta con mi señor —susurró lamiendo suavemente su lóbulo, se pegó más a él, para que solo ellos fueran testigos de su maniobra cuando deslizó la mano por el kilt hasta la entrepierna y aferró su miembro—, mucho además, es un hombre generoso en sus caricias, complaciente en la cama…
—Liana —pronunció su nombre con voz ronca, completamente excitado.
—Aunque a veces —presionó suavemente la palma contra él—, es un poco obtuso pues no se da cuenta que no necesito un magnifico Lobo teniendo un sublime y fiero Tigre que me satisface constantemente —afirmó deslizando las uñas por el abultado pene.


Con el rostro sonrosado, se apartó de su lado cuando Aldair emitió un sordo sonido y sin ningún pudor se restregó contra ella, se giró hacia Niall, que al parecer no había perdido detalle y la observaba sin poder controlar su divertimento.

—Cuando estés dispuesto.
—Vamos —dijo acercándose y ofreciéndole el brazo

Liana posó la mano en el antebrazo de Niall, sintiendo todo el poderío de sus músculos bajo ella, le dirigió una mirada de soslayo a Aldair disfrutando con su acaloramiento y una leve inclinación al gruñón anciano que la contemplaba con una expresión gélida y llena de odio.

—Regresaré a visitaros más tarde Baldulf.
—Sois un ingrato -murmuró con un deje dramático desde el lecho—, aunque os perdonaré ya que yo también cambiaria la compañía de un viejo en los portales de la muerte por la de una preciosa dama.
—Agradezco su comprensión —respondió Niall sin poder aguantar la risa—, aunque reconoced que quedáis en buena compaña.
—Bah —susurró haciendo un mohín— como podéis comparar la belleza de Liana a la de un par de borricos.
—No osaría perpetrar tamaña aberración, sólo lo dije para que vuestro sufrimiento no fuera tanto hasta que las puertas del cielo o del infierno se abran para vos... dentro de unos 15 años.
—Bonito deseo el querer verme muerto en tan corto espacio de tiempo.
—Por todos los demonios —espetó Aldair divertido—, marchaos cuanto antes para evitar que siga diciendo tantas insensateces.

Abandonaron el cuarto con las carcajadas templando sus cuerpos y tan pronto la puerta se cerró Liana soltó a Niall, esté la estudió unos segundos y sonrió satisfecho.

—Os agradezco profundamente que me hayáis seguido el juego.
—Bueno, es entretenido ver a Aldair perder la compostura de vez en cuando —confesó con una risilla— y debo reconocer que es bastante halagüeño que sienta esos celos.
—Sois una mujer inteligente a la par que bonita —reconoció Niall—, mi hermano ha tenido mucha suerte al encontraros.
—Él piensa lo mismo de ti y de Brianna —añadió caminando a su lado—, y ahora que os conozco comparto su misma opinión.
—Si, sin duda yo también fui bendecido con mucha fortuna al encontrar a mi esposa —suspiró—, aunque debo reconocer que me costó darme cuenta y que estuve a punto de perderla por necio.
—Bien está lo que bien acaba —se detuvo al llegar a las escaleras—, supongo que tendrás cosas que hacer.
—En realidad, puesto que mi familia descansa en el aposento me dirigía ver a mis hombres para disponer nuestra inminente partida —la vio retorcerse los dedos—, aunque la idea de pasear con vos es muy tentadora así pues mis ordenes pueden esperar una hora o dos.
—Oh no, de ningún modo —contestó—, sigue con tus planes, es solo que… ¿crees que Brianna se sentirá molesta si la visito?
—Estará encantada con vuestra presencia —tomó una de sus manos y se la llevó a los labios.

Cuando Niall descendió, se encaminó hacia el ala donde estaban las habitaciones de los invitados, había algo que llevaba días rondándole la cabeza y tenía que comentarlo con Brianna, ella conocía las plantas, sabía de remedios, sin duda era la única que podría ayudarla y tenía que darse prisa. Frente a la enorme puerta de roble dudó, ¿y si estaba durmiendo? Respiró hondo y golpeó con los nudillos, no oyó nada, así que insistió tocando un poco más fuerte.

La hoja se abrió al segundo intento, una sonriente Nerys apareció en el umbral y le hizo una reverencia, era algo a lo que nunca se acostumbraría que otros se inclinaran ante ella.

— ¿Quién es? —la calida voz de Brianna le llegó desde el interior.
—La señora Liana —respondió la muchacha girándose hacia su ama.
—Hacedla pasar.

La joven se apartó y le permitió el acceso, Brianna estaba recostada en el lecho, con la falda de su vestido verde esmeralda cayendo por el costado de la cama. Liana se arrepintió de haberla molestado.

—Siento haberte fastidiado la siesta —se disculpó—, volveré en otro momento.
—No seáis boba —se incorporó hasta quedar sentada—, acercaos. Nerys dejadnos, ve a coquetear con ese joven que tanto os place.
—Señora —el rostro y el cuello de la chica había adquirido un tono escarlata profundo antes de abandonar a la carrera la estancia.

Brianna soltó una carcajada ante la vergüenza mostrada por su doncella y luego palmeó la cama para que Liana se sentara a su lado.

—Esta completamente enamorada de Kai —aclaró entre risas—, ella cree que no me he dado cuenta, bueno creía. Pero una mujer enamorada sabe cuando otra también lo está.
—Dime que es correspondida.
—Os lo confirmo, el joven guerrero parece alentar esos sentimientos.
—¡Aleluya! Por fin dejará de preguntar si tengo alguna hermana o pariente femenina.
—Parece un buen hombre.
—Lo es y además se merece ser feliz.
—Me alegro por Nerys, también merece a alguien que la sepa cuidar y no hay duda que de ese par nacerán unos sanos y preciosos bebés.

Se calló al ver la cara de preocupación de su amiga.

— ¿Sucede algo? —interrogó llenándose de angustia— ¿acaso el buen Baldulf...?
—No, él está perfectamente —trató de sonreír en vano—, mucho mejor incluso que antes de caer enfermo.
— ¿Entonces que os atormenta?
—Sé que es abusar de nuestra confianza, pero lo cierto es que necesito pedirte un nuevo favor —bajó los parpados para ocultar su desasosiego—, aunque no sé por donde empezar.
— ¿Qué tal por el principio? Si está en mi mano contad con ese favor.
—De acuerdo —sentía las palmas húmedas por los nervios, así que las restregó contra su vestido—, sé que eres una excelente curandera, que conoces muchos remedios y bueno…
— ¿Os encontráis mal? —demandó preocupada.
—No, no —aquello era muy difícil así que dejaría de dar rodeos—, necesito algo para no quedar embarazada.

Liana vio como el rostro de Brianna se trasmudó, su tez se volvió dramáticamente  blanca y sus labios temblaron como queriendo decir algo que nunca salió de su boca. Sabía que era importante para una mujer de aquella época dar hijos a sus esposos, continuar su descendencia.

—Traje unas pastillas conmigo, pero se están acabando.
— ¿No queréis tener hijos con Aldair?
—No, bueno sí —se levantó y caminó por el cuarto —claro que quiero, pero aun no, no en esta situación.
—No os entiendo, amáis a vuestro esposo, él os ama a vos y estoy completamente segura que sería muy feliz con la noticia de ser padre.
—Ese es el problema —terció manteniéndole la mirada—, lo amo y estoy segura que también me ama, pero no es mi esposo. Si quedara en estado tendría su hijo sí, pero no sería más que un bastardo.

Brianna la observó mientras se llevaba un dedo a los labios pensativa.

—Sé que debe parecerte una aberración lo que te estoy pidiendo —se dio la vuelta y fijó su mirada en la pequeña cuna donde descansaba Aidan—, eres una madre amorosa y yo debo parecerte un monstruo al pedir algo así, pero…
—No os avergoncéis por vuestra demanda —interrumpió Brianna—, de hecho yo estuve a punto de utilizar esa infusión al comienzo de mi matrimonio.
— ¿Tú? —se volteó pasmada por la noticia.
—Sí yo y cerrad la boca que os entraran moscas, lo cierto es que  tampoco quería un  vástago de Niall pero por motivos diferentes. Aunque no lo creáis  os comprendo, ahora no sois más que una mujer compartiendo un lecho con un hombre que no os ha dado el lugar que deberíais ocupar —se acercó a su amiga y le puso una mano en el hombro—, dadme unas horas para buscar lo que necesito. Si encuentro todas las plantas os daré la receta que necesitáis.
—Oh gracias —se fundieron en un abrazo —, muchas gracias.

Minutos más tarde, enzarzadas en bromas y risas ambas mujeres deambulaban por los prados en busca de hojas y raíces. Un caballero oculto entre los árboles del frondoso bosque que crecía alrededor, las vigilaba sin perder un solo detalle de lo que hacían.

Suspiró embelesado ante la pelirroja cabellera que ondeaba al viento, parecía que todo el fuego del mundo hubiese quedado atrapado en aquel precioso pelo. Desvió la vista hacia su acompañante y curvó los labios al oír su contagiosa carcajada, era muy hermosa a su manera, con bonitas curvas y largas piernas, no sólo  la había visto antes sino que también sintió el calor de su cuerpo en las manos antes de salvarle la vida.

Desde el momento que sus ojos se encontraron algo cambió en él, ver aquellos profundos y relucientes ónices clavarse en sus añiles iris había sido como tocar el cielo. Llevaba un par de noches sin poder conciliar el sueño pensando en esa mujer, imaginando como sería poseerla y conducirla hasta el  paraíso cuando le hiciera el amor. Movió un poco la posición para aliviar su dolorida tiesura. Liana de Edimburgo era una hembra excepcional, para un hombre excepcional y ese era él.
Cuando las chicas con sus cestos llenos de plantas se encaminaron hacia la seguridad de la fortaleza, se giró y se perdió entre los arbustos hacia el corazón del bosque. Debía concentrarse en su plan,  en lograr la manera de conseguir un encuentro fortuito.

Ajenas a todo entraron al amplio vestíbulo riendo de alguna ocurrencia, cuando Brianna alzó la cabeza y divisó a su esposo justo en el último escalón que daba acceso al salón, soltó su carga y corrió hacia sus brazos. Liana vio como el grandullón aupaba a la menuda mujer que se sujetaba a su cuello hasta encontrar su boca. Sonrió al ver el amor de la pareja, con un deje de envidia por no estar en la misma situación se encaminó a las cocinas. Aun no había dado más que unos cuantos pasos, cuando una mano la agarró y la pegó al muro, un cuerpo duro y amplio se ciñó sobre el suyo. Liana suspiró feliz al sentir el conocido y añorado calor.

— ¿Os vais a hacer curandera mi señora? —preguntó Aldair quitándole la cesta de las manos.
—Tal vez —parpadeó con coquetería— puede que aprenda algunas pociones.
—Remedios —la corrigió recorriendo febrilmente el rostro con la mirada— ¿en que os especializareis?
—Filtros de amor —contestó enlazándose a su cintura—, haré que los hombres caigan rendidos ante las féminas.
—Vos ya tenéis vuestra magia —bajó la cabeza hasta rozar su boca— y me tenéis a vuestros pies desde el mismo momento en que os vi.
—Literalmente, gracias a mi coche —susurró sintiendo su calido aliento.
—Sea como fuere, conseguisteis ponerme a vuestras plantas.
— ¿Vas a dejar de replicarme y a besarme de una vez? —exigió con la voz entrecortada.

La respuesta que obtuvo fueron los avasalladores labios de Aldair posándose sobre los suyos sobre los suyos mientras las impetuosas manos resbalaban hasta sus nalgas para alzarla, Liana se enlazó con las piernas a su cintura y enterrando los dedos en el espeso cabello lo acompañó en los lascivos movimientos de su lengua y sus caderas.



Continuará...




15 comentarios:

Mariola dijo...

Aquí tienen el capítulo de hoy, espero que le guste.
Agradeceros a todas, las de siempre y las que os vais incorporando poco a poco por vuestro apoyo y vuestros comentarios que nos hacen seguir adelante.

¡¡¡Muchas gracias chicas!!!

Un besazo enorme.

Anónimo dijo...

Ufff cada vez los capitulos son mejores, pero ahora queda descubrir quien es el extraño hombre que observa a Liana y Briana. ¿Se conoceran o no? ¿Pasará lo que no tiene que pasar? Cuantas preguntas!!
Muchos besos, espero impacientemente al siguiente capitulo

AKASHA BOWMAN. dijo...

;D

AKASHA BOWMAN. dijo...

el comentario anterior era de prueba, puesto que lleva un rato fallándome el señor blogger y no quería quedarme tirada luego de escribir mi comentario. ;D

Una vez una señorita amiga lectora me dijo que le fascinaba el modo en que yo describía ambientes y escenarios; pues bien, hoy una vez más yo os digo a vosotras, amigas mías, que vuestras descripciones son de lo más fidedignas y logradas. He podido contemplar el bello reflejo de Liana en el espejo luciendo ese vestido con arrastre en la falda en tonos rojo Burdeos (sería imperdonable que fuera de otro modo; o así o verde calesa jeje), ajustado en el pecho y en la cintura. Me imagino el aspecto semi-descuidado que lucirá al irle creciendo el pelo y comparto su aprecio por el perfume, que debe racionar.

Me encanta la relación afectuosa que mantiene con su suegro (al menos sale uno decente jejejjejeje) y me ha gustado esta vez el carácter comedido que ha mostrado Niall, no siendo demasiado disparatado delante de Aldair y Bandulf. Esta vez el anciano casi que lo superaba con creces...

Me encanta que Aldair siga mostrando esos celos descontrolados carcomiéndole el alma, aunque esta vez su mujer se haya encargado de mitigarlos del modo más deseable (y provocador) posible. ¡Olée por las mujeres osadas! ¿El graznido de Cronwell era de disgusto o provocado por la rabia de no ser capaz de experimentar algo semejante con ninguna hembra? Que se lance a pr Moira y se deje de historias y de fastidiar la vida a los demás...

Por cierto, que se me pasaba, genial el detalle de querer extrangularla a ella y atravesarlo con su arma a él. Aunque pueda sonar cruel y machista me ha encantado "leer" los pensamientos íntimos de Aldair ( o de cualquiera, te acercan más al personaje) y más porque estaba convencida de que hablaba movido por los celos, él jamás lastimaría a su mujer.

¡Me encanta que le salga novia a Kai, es un chico formidable! No escatiméis detalles en esta relación secundaria, será bonito ir viendo su modo de cortejar.

Y es normal la sorpresa de Brianna ante la petición de Liana, hay que situarse en aquella época en que la mujer no "servía" ni aspiraba a otra cosa que a procrear y dar placer a su hombre.

Me pica la curiosidad con respecto al caballero voyeur, que desea a Liana con todas sus fuerzas. Estos guerreros todo el día medio desnudos conviven con una mentalidad viva y acalorada (me encanta eh, que en mi época hace 200 años los cablleros eran absolutamente reprimidos jejejej).

Besos y genial capítulo.

Nos leemos

J.P. Alexander dijo...

Uy que buen capitulo cada vez msas intirgante ya quiero saber quien espia a Brian y Liana . Sigan chicas

KaRoL ScAnDiu dijo...

Ohhhh, que capiiii;D

Lo adoré, aun que no estoy del todo de acuerdo con Lianna. Seguro Aldair sería el hombre mas feliz sobre la faz de la tierra al tener descendencia por ella;D

Cada vez me pica mas la curiosidad... ¿quien es el misterioso hombre? ya veo que esta mas que atontado por las carnes de Lianna, pero me parece a mi, que este es el que debería de deshacerse de ella por ordenes del druida, y... joe, yo y mis delirios, jajaja;D
Cada vez mejor, espero el nuevo con muuuuchas ganas;D

Ana Catalina dijo...

Hola, hola... fascinante capitulo cada vez están mas intrigantes!!! y quien será el que acechaba a Brianna y a Liana... lo conocera Aldair??? en fin espero con ansias el siguiente capi!!! :)

veronik dijo...

Hola niñas¡¡¡por fin entre sin hacer falta jeje....haaa como se diverte una leyendo (alias poniendole play)al capitulo, intrigas, risas y ha no deja de faltar la pasion jejeje eso me deja con ganas de...no faltar el viernes jajaja un besaso niñas

PD. pasando lista¡¡¡¡

INFECTADA X dijo...

Ay ay ay seguro que el que está mirándola es aquel que la salvó del javalí. Espero que no se la lleve ni nada de eso. Y hemos descubierto una cosa: Brianna fue una de las pioneras en el descubrimiento de la píldora jajaja.
Me ha encantado. Estos dos hombres son tremendos. A ver como sale lo de Kai.
Besitos mis armejas

Lu Morales dijo...

Hola!

Ayer tuve que salir corriendo dejándome el capi a medias, y he estado toda la noche intrigada con lo que sucedería.

Os habéis hecho expertas en escribir sobre esta época y estos escenarios. Y es una delicia que cuideis al detalle las formas y maneras de hablar de cada personaje, mientras Liana va directa y tuteando, el resto de usted (vos) y en plural. Un lujo chicas, poder leeros.

Ese guerrero solitario va a dar también mucho juego. Por aquí arriba alguien lo ha relacionado con Cromwell, yo también creo que algo tienen en común.

Besos!

pepis dijo...

Hello mis Diosas como les va ? al fin pude entrarrrrrrrr.
pues el cap. estuvo muy lindo. esta Liana me da mucha pena pues no desea tener bebes todavia ,yo creo que esta en lo cierto primero tienen que buscar una solucion para casarse y que ella se sienta segura de su pocision al lado de Aldi .
Todavia son jovenes que disfruten y luego vendran los bebes. Me encanta que Aldi fuera feliz teniendo decendencia con Liana, pero ella necesita su lugar y no traer ""bastardos "" como ella menciona. y creo que si Aldi se entera de lo que Lianita esta haciendo para no tener bebes ,esa idea no le va ha gustar para nada . creooooooo que va arder troya cuando lo sepa.
Por Dios que como me hacen sufrir ...Quien es ese hombre ? plissssssss que no sea el idiota de Liall (estoy intrigadisimaaaaaaaaaaaaaaaaaa).bueno mis Diosas se me cuidan gran cap. se cuidan besitosssssssssss.

Iris Martinaya dijo...

La pobre Liana pensé que Brianna la juzgaría. Otra vez nos dejáis con la intriga de quien es el desconocido, espero que en el encuentro fortuito que tenga con Liana tengamos más pistas de quien puede ser.


Besos y que tengáis un estupendo día.

Silvia dijo...

Aqui estoy poniendome al dia.
Que apasionados son esos dos, yo quiero una relación igual solamente que sin moverme de esta epoca.
Que buena amiga resultó ser Briana.
Gracias por este capitulo, ahora voy a por el otro.

Sabry Sandal dijo...

Menos mal qué la continuación ya está publicada!!!

Sigo leyendo!

krlitalabeba dijo...

Holaa chicass sorry por la tardansa pero akii estoy jejejeje como me ecnata que pongan aldair celoso me rio cada vez con sus ocurrencias xD y me imgine que era eso que le queria decir liana las plantas anticoseptivas jejeje les quedo bueno esa parte ya voy a leer el otro capi :)

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