sábado, 27 de noviembre de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO CAPÍTULO 34 (2ª PARTE)



El leve ruido de los goznes al abrirse le hizo pararse y esperar expectante la aparición de su adorada, mas cuando la anhelada visión se mostró con el pelo mojado y con los dientes castañeando frunció el ceño extrañado por su aspecto.

—¿Acaso os persiguió una diabólica nube que no cejó de atosigaros hasta descargar sobre vos? —demandó en un tono alegre.
—Imbécil —espetó yendo hacia la cama.
—Si hasta le habéis puesto nombre.
—Que graciosillo estás esta noche ¿no? —inquirió tironeando del corpiño—, por tu culpa acabé de porquería hasta las cejas, así que o me metía en el helado río o te hacía partícipe del olor que me invadía—, se dio un leve golpe con los dedos en la frente—. Que tonta he sido, debí quedarme tal cual así te hacía pagar un poco la escasez de neuronas que tienes.
—¿Aún no os habéis dado cuenta que en mi persona no hay nada parvo? —inquirió sentándose a su lado.
—Lo que es el ego desde luego que no —movió el hombro hacia atrás para evitar su caricia.
—¿Por qué estáis enfadada?

Liana paró de desvestirse y exhaló con energía antes de mirarle.

—Me he dejado los cuernos limpiando esa condenada ermita sólo por tú tozudez —le increpó clavándole el índice en el centro del pecho—, eres tan... inútil como para obligarme a casarme en tres días sin tan siquiera echarle un vistazo.
—Admito mi falta y lamento que vuestras preciosas manos —confesó cogiéndoselas y depositando un suave beso en las palmas—, hayan sufrido por mi falta de raciocinio. Perdonadme, mo gràdh.

Suspiró exasperada, no había manera de enfadarse durante demasiado tiempo con este hombre, esa sincera y apesadumbrada mirada era capaz de derretir hasta el más grande de los icebergs, así que ella que era un cubito terminó siendo un charco. Si es que Brianna tenía razón, un escocés de esa época no tenía cabeza para esas cosas y no se daba cuenta de lo ofensivo que podía llegar a ser con su actitud al relegar ciertos detalles para uso exclusivo de las mujeres.

—Mañana te responderé —dejó reposar la mejilla en el amplio tórax—, ahora sólo quiero dormir, estoy terriblemente cansada y muerta de frío.

La humedad de su cabello le impregnó la piel, depositó un tierno beso en su coronilla y se levantó indicándole que no se moviese de donde estaba. Unos instantes después regresó con un paño, terminó de desvestirla y pasó la tela por su cuerpo recreándose los sentidos con cada curva que tocaba, ansiando enterrarse en las cálidas carnes. Dirigió la vista hacia el precioso rostro y sonrió con ternura al verla con los ojos cerrados y una expresión de plenitud reflejada en ella. Se incorporó para secarle la corta melena. En estas semanas le había crecido mucho y este le tapaba ya las pequeñas orejas y las cinceladas cejas.

—Os tendré que regalar unas cintas doradas para sujetar vuestro espléndido pelo.
—Mejor unas tijeras para cortármelo —contestó sin alzar los párpados.
—Señora mía, bien sabéis lo poco que me gustan ese tipo de inocentadas.
—Señor mío, bien sabéis que no estoy bromeando —replicó imitando su tono de voz y dejándose caer de lado—. Ahora calla o espantarás a Morfeo—, murmuró tapándose con las sábanas.
—¿Cómo habéis dicho? —interrogó frunciendo el ceño mirando a todos lados—, ¿quién diablos es ese Morfeo?
—Ay señor —suspiró sin darse la vuelta—, es el dios griego del sueño y me espera con los brazos abiertos, te lo suplico déjame ir a su encuentro.
—Buscad la bondad en una diosa, porque el único varón que se acercará a vos soy yo.
—Los tríos no son lo mío, se siente —musitó dejando traslucir su diversión—, y déjame  dormir de una vez, celosón—, pidió bostezando.

Aldair se guardó la réplica y la contempló extasiado, durante largo rato la espalda desnuda de la mujer de la exquisita dádiva que el destino le tenía reservado. Deslizando la vista por aquella satinada piel, daba por bueno cualquier infierno que hubiese tenido que pasar para conseguir la preciada joya y estaba en condición de jurar por su vida, que volvería a revivir cada instante de pesar que había sufrido si supiera que Liana le aguardaba al final del fatigoso camino.

Un leve sonido proveniente de la ladrona de su corazón le sacó de su embelesamiento. Soltó el trapo sobre el baúl junto con su kilt y se deslizó en el lecho, alargó el brazo para atraer a Liana hacia él y cuando esta se acurrucó complacida  reposando la delicada mano sobre su pecho, dejó que sus labios se curvasen hacia arriba.

—Estoy tan orgulloso de vos, por lo mucho que habéis trabajado y como habéis logrado que el clan respondiese —susurró acariciándole la columna—. Os amo.

El  pausado aliento de Liana rozándole el cuello le provocó un delicioso estremecimiento y le confirmó que Belisama había apagado su antorcha dejando que el manto del sueño cubriese a su amada. Su ingle se tensó cuando una de las esbeltas piernas se posó sobre las suyas, sin duda iba a ser una noche muy larga si ella continuaba restregándose de ese modo. La apretó más fuerte contra él al tiempo que se deleitaba con su femenino aroma.

—Descansad, mañana habrá tiempo de volver a repetir la declamación y pasado y todos los días de nuestra existencia.

Se durmió con el suave sonido de la respiración de ella acariciando la enardecida dermis de su garganta.


Liana se desperezó ruidosamente y miró a su derecha, deslizó la mano por el colchón y aunque el contacto con la tela le resultó frío, su cuerpo se calentó al recordar al hombre que la arropó entre sus protectores brazos y su alma se insufló de amor cuando evocó la delicadeza con que la secó eliminando cualquier rastro de destemplanza.
Aldair podía ser un cavernícola, un gilipollas redomado y un celoso de órdago, pero en contraste también era un caballero, con una aguda inteligencia y... seguía siendo un desmesurado celoso.  Sonrió al recordar esos arranques de macho—men posesivo, y que a ella le encantaban, en los que parecía que iba a aniquilar a quien osara tocarla.  Y sí, aunque reconocía que aquel hombre imponía cuando clavaba sus verdes retinas en ella cuando estaba enfadado, en realidad era un ser tan justo y con unos sentimientos tan nobles —suspiró ensoñadoramente— que era imposible no amarlo.

Bajó de la cama de un salto y volvió a estirarse. El baño en el río había sido una experiencia terriblemente escalofriante, pero sus resultados merecían la pena pues le había dejado como nueva.
Con el optimismo y la alegría fluyendo por sus venas, fue hacia el gran baúl y sacó lo primero que había en él, una camiseta azul con un dibujo abstracto en el centro, unos vaqueros negros elásticos que haría que los ojos de Aldi se desorbitasen como cada vez que la veía con ellos y un juego de ropa interior del mismo color que los pantalones. Se vistió sin demora calzándose las cómodas deportivas y cuando se incorporó resopló exasperada al ver las pintas de loca que le devolvió el espejo <<o creces de una puñetera vez o juro por todo lo que se menea que te cortaré al cero>> amenazó a su cabellera haciendo el gesto de las tijeras con los dedos. Se lo mojó para ver si así conseguía domarlo un poco y tras cepillarlo, salió en busca de Brianna.

La puerta se abrió inmediatamente después de dar el primer repiqueteo precedido del afable rostro de Nerys, que tras hacerle una leve reverencia se apartó para dejarla pasar.

—Buenos días señora.
—Buenos días a ti también ¿qué tal va todo?
—Ah... bien, gracias —contestó cohibida tras esa euforia.
—¿Sólo bien? —preguntó arrugando el entrecejo—, oh vamos, no seas tímida y cuéntame si Kai se decidió a dar el paso hacia el matrimonio y dejó de...

Una melodiosa carcajada la obligó a interrumpir la acelerada verborrea.

—Dejad de acosar a mi doncella o lograréis que huya despavorida tras vuestra afanosa indagación —pidió meciendo a Aidan mientras le amamantaba.
—Pero si apenas he empezado con el interrogatorio —se quejó cruzándose de brazos—. Que tiquismiquis sois las mujeres de este siglo.
—Una vez más confieso el desconocimiento de vuestro particular vocabulario, ignoro que es tiquisnosequé, pero os aseguro ser mala, fijaos hasta donde llega mi vileza —indicó elevando varias veces las cejas—, que no os contaré que en breve no tendremos uno sino dos desposorios, mas habrá que esperar a que sea aceptado como uno más en la familia, algo que sin duda logrará tan pronto los padres de Nerys lo conozcan y vean el amor que se profesan.
—¡Oh Dios mío! Kai va a tener por siempre esos deseados besos —se acercó a la afortunada y la abrazó—. Estoy segura que en cuanto le pongan la vista encima le otorgarán tu mano, ese muchacho vale su peso en oro. Sé que seréis felices, sois perfectos el uno para el otro.
—Sois muy amable, señora —musitó con las pómulos coloreados de un encarnado intenso—, mas el Laird Aldair y vos hacen mejor pareja que nosotros.
—Los seis lo hacemos —guiñó un ojo a su amiga—, no te creas que me olvidé de ti doña “soy la maldad personificada” y de tu apuesto marido.
—Dejad en paz a mi esposo que vos ya tenéis el vuestro.
—Brianna está celosa, Brianna está celosa —dijo cantando.
—Sois imposible —afirmó intentando no reír.
—Lo sé y por eso me adoras —aseguró mientras se acercaba hasta ella  para acariciar la suave mejilla del bebé—. Yo había venido para ver si venías a cabalgar conmigo.
—Me encantaría, mas como podéis comprobar mi hijo me acapara completamente.
—Hay que ver con que ganas se alimenta —sonrió al contemplar como la diminuta manita sujetaba el seno de su madre como si temiera que se lo fuesen a quitar—. Pues si luego te ves libre de este comilón y te apetece, me encontrarás en el río.
—Disfrutad del paseo.
—Lo haré.

Tras despedirse agitando la mano, bajó ufana las escaleras y fue hacia las cuadras, saludando con alegría a todos los que se encontraba por el camino, recibiendo a cambio las mismas atenciones.
Hoy se sentía pletórica, quizá fuera por el considerado esfuerzo que habían hecho ayer entre todos logrando un muy buen resultado o tal vez la delicadeza con que la trató Aldair y las palabras que logró captar entre las brumas de su somnolencia.
Un vez en el establo, agradeció el que le trajesen a su nívea yegua revolviendo el abundante pelo del jovencito y cuando la ayudó a subir sobre ella la puso al trote.

Cada vez adoraba más el montar a caballo y le parecía imposible haber podido vivir sin ello cuando vivía en Edimburgo. <<Edimburgo>> cerró por un instante los párpados presa de un leve deje de nostalgia al recordar la bonita capital. ¿En serio habían transcurrido unos pocos meses desde que la abandonó? Parecían haber pasado años desde el día que corrió tras Aldair. Como le gustaría volver a pisar sus románticas calles alguna vez antes de morir y con ello evitar que la pequeña víscera que tenía palpitando entre las costillas le doliese de añoranza.

Se obligó a retirar los tristes pensamientos que se estaban apoderando de ella, hoy era un día perfecto y nada se lo estropearía. Amaba a Aldair, a su gente, a sus buenos amigos, a la verde y esplendorosa tierra que era pisada por los cascos de Gràdh al ritmo de la potente galopada, mientras el sol le calentaba la piel y el aire la acariciaba.
Sonrió dichosa y agradecida con la suerte que le había favorecido al encontrar a su galante guerrero y que en unas jornadas sería su galante “esposo” guerrero.

—Que bien suena eso —jadeó exultante.

La dicha se borró de su semblante al observar una alta figura de pie junto a la orilla del río.
Fue aminorando la marcha paulatinamente hasta detener al animal, descabalgó y  tras enredar la rienda en una rama, caminó hacia el hombre cuya rubia cabellera se mecía con la cadencia de la suave brisa y que permanecía con la cabeza gacha.

—Hola Donald.

No deseaba estar en el lugar que tanto le recordaba a ella, mas había guiado a su semental bosque a través hasta el sitio donde la viera por primera vez deseando mitigar el dolor que le atenazaba todo su ser desde que supo que Liana iba a contraer nupcias con el bastardo McRea.

Todos sus sentidos se pusieron en alerta al oír como se acercaba un jinete, llevando la mano a la empuñadura de su arma miró hacia atrás, aun con la distancia que los separaba reconoció a la hermosa amazona que le había robado el corazón para luego pisotearlo sin compasión alguna. Apartó la vista de ella y la clavó en la cristalina corriente que discurría a sus pies.

Al igual que el agua libre, dejó que fluyera su ira y se maldijo por los momentos de debilidad que lo subyugaron hasta el punto de hacerlo dudar de su verdadera causa, con lentitud deslizó los dedos por el frío metal que descansaba en el interior del sporran, una gelidez le subió por las yemas hasta congelarle el centro mismo del pecho, esa mujer le había obnubilado el  pensamiento, pero ahora iba a pagar por su desdén. Cerró las falanges sobre la joya cuando la oyó pronunciar su nombre con aquel tono que lo enardecía. Luchando contra la victoriosa carcajada que pugnaba por brotar de su garganta comenzó a girarse.

—¿Donald? ¿Estás bien? —preguntó preocupada ante su mutismo.

El aludido se volteó lentamente y cuando su añil mirada se posó en la atezada de ella, deseó haber permanecido en casa y haber dejado el paseo para otro día. Supo que ya era tarde para eso cuando un escalofrío le recorrió la columna.

—¿Qué... qué ocurre?

Ante el brillo diabólico que se estaba apropiando de las dilatadas pupilas, su nerviosismo alcanzó cotas nunca antes conocidas.

—¿Necesitas... ayuda? —inquirió dando un paso atrás.
—Os agradezco el ofrecimiento —musitó roncamente a la vez que levantaba el puño izquierdo y lo abría, dejando que un familiar medallón se balancease hipnóticamente—. La acepto.

Continuará...




FELIZ FIN DE SEMANA


11 comentarios:

Irene Comendador dijo...

Hay no, hay no hay no, pero vamos a ver pasar de dormir con ese hombre tan tan uuuffff, entre sus brazos protectores y con esas maravillosas palabras de aliento rozando su cuello, vais y me dejais el final en esto?
sereis..... malas, pero malas malas eh
porque a ver que la hace, el medallon, y esa furia, y y y ,.....
madre mia, ya quiero saber, estoy acojonadita

un beso chicas y aunque me ha costado un poco sacar el rato, al menos me pude leer el capi, os adoro mis niñas

Alice Blake (soñadores) dijo...

Hola chicas, cada día estoy mas pegada a está historia, no puedo parar de leer ^^ os deseo un feliz finde.
P.S.D: Cada vez que entro en su blog se me alegra el día con esas hermosuras que tienen en su blog xD ;)

Lu Morales dijo...

Los momentazos Aldi-Liana no tienen precio, ya sean en el fragor de un pasional encuentro o a la hora de ir simplemente a dormir.
Y, por lo que se ve, ahora sí se van a liar las cosas con ese Donald despiadado,...

Que paseis un feliz finde!
Besos!

KaRoL ScAnDiu dijo...

JODER, JODER, JODER......
Eso me puse a chillar en cuanto lo terminé de leer... no puede ser, noooo

pero qué... dime que no se la llevará, a Aldair le vá a dar algo, y ...

joderrrr:D

Que pedazo capi mis chicas. Esa ternura de Aldair hacia Liana, como la cuida y venera, esa amista entre Brianna y ella que cada día me gusta más y más:D
Y vais y me termináis el capi así... me va a dar algooooooo:D

os kiero mis chicas, espero el nuevo con muuuchas ganas:D

AKASHA BOWMAN. dijo...

Ainsss madre mía, madre mía... ¿Cómo podéis ser tan malvadas y no tener remordimientos ajajjajajajja?
Si habéis cortado la historia en lo mejor...

Terrible fulgor debía de brotar de las dilatadas pupilas de Donald como para que la intrépida Liana reculara un paso presa del nerviosismo y el temor.

Mas volvamos al principio. Me encantó la ternura de Aldair secando a su querida mujer con un cariñoso paño, mientras secaba la humedad de ese oscuro y rebelde cabello en pleno crecimiento. En estos momentos de frío acerado resulta reconfortante imaginar esa escena de Aldair en cueros abrazando en el lecho a Liana para proporcionarle el calor que la acunara durante toda la noche.

Concuerdo con Liana: podrá ser un troglodita, un macho-men celoso y posesivo (debo ser idiota pero es algo que me encanta), un machista retrógrado e intolerante... peros abe ser tan tierno y protector que incluso el espíritu más templado sería capaz de sucumbir ante su noble corazón.

Me ha gustado el momento añoranza de Liana, incluso he podido visualizar el cabello en ese proceso que ni largo ni corto, cuando se dispara sin control y ya no sabes cómo mantenerlo a raya. Supongo que es normal que extrañe esas calles adoquinadas, ese parcela de siglo XXI que confrmaba su Universo al completo (y ese C30 plateado, que lo admita joer que yo lo estaría añorando al máximo jajajajjaja).

Ayyyyy, sabía que Donald aparecería al fin y al cabo. Un espíritu tan resentido no podía desaparecer sin más. Ahora tiene a Liana a su merced ante la amenaza del medallón... tan solo espero que Aldair aparezca, al fin que Brianna sabe donde se encuentra Liana.

Besos y tratad de publicar, que estoy intrigada.

MUACKKKKSSSSSSSSS

J.P. Alexander dijo...

Como lo dejan asi primero una suspirando y luego lo dejan con la intriga. Chicas les mando un beso y se me cuidan tengan un linda semana

pepis dijo...

hello como les va mis lindas musas . que lindo les quedo el capi , definitivamente Aldhair es una chuleria de hombre ummmmmmmmmmmm tan lindo, aunque aveces me saca el monstro que llevo dentro pues es medio neandertal , celocicicicicicicicicicicicicicimo y mas , pero es un adorado con ella y eso compensa sus defectos , me encanta es highlander hermoso , waooooo que bien . ya me imagino como la gente del clan miran a Liana con las ropas de este tiempo , diran esa chikkkkkkka esta bien lokkkkkkkka .
pobrecilla se siente nostalgica no es para menos , bueno que ya se esta acostumbrando al cambio y etc ...
OMG !!!! ese Donald es un spooky de lo peor , da miedo con esa mirada tenebrosa , Dios aqui se va ha formar la tangana . buenisimo el capi , mil gracias por compartir la historia , cada dia se pone mas interesante. se me cuidan y hasta el proximo capi , besitos .

INFECTADA X dijo...

Que bueno lo de Morfeo jajjajaj. Pobrecito Aldair y lo de las tijeras amenanzando al pelo es que casi me muero de risa.
Pero por favor, el grano del culo de Donald. Pero qué va a pasar, coño? y esa frase tan misteriosa con el medallón en la mano. Se que no tiene ninguna buena intención pero eso de "acepto" de la manera que lo dijo me dejó pensando. Me lo imagino todo afanado intentando conseguir algo de ella.
Genial, almejas. Esta novela es algo grande. UN beso de vuestra chirli forever (que aunque tarde siempre regreso muaaaaaaaaaaaca)

Silvia dijo...

Repito de nuevo, quiero que Aldair sea mio.
Con lo feliz que estaba Liana y tuvo que aparecer Donald, metiendola el miedo en el cuerpo. No me gustó nada ese Acepto.
Gracias por este capitulo y todos los que me lei hoy.

Unknown dijo...

Hola!!!.. ya tuve mi maraton de los capi... ke les puedo decir... emencantaronnnn... dios chicas cada vez me encantan mas como escriben, estoy super pegada con esta historia..

y lo ke mas me encanto de lo ke lei es esto "-os adoro, os venero, vos sois mi fortaleza, el hogar al que anhelo regresar cada noche tras un duro día, cada latido de mi corazón os pertenece y sólo palpita gracias a vos, creedme cuando os digo que mi vida no tiene sentido si no os tengo cerca pues el aire se hace irrespirable sin vuestro olor envolviéndome" me mataron con eso, de verdad, con eso me terminaron de comparar jajaja, y eso ke yo no soy una chica muy romantica aajjaja, asi ke las felicito m¡por sacar mi lado romantico jajaajajja..

y ese tipo se va a llever a Liana, ke bobo, y lo ke le dijo Aldair a ella ke no salga sola, pero nooooooo ella no le hace caso..

bueno ya kiro mas ^-^
ke pasen una feliz semana, besos a las dos

Ade dijo...

Que placer teneros con nosotras y comprobar como disfrutáis leyéndonos.
Muchas gracias.

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