sábado, 4 de diciembre de 2010

CONQUISTADO POR UN SUEÑO CAPÍTULO 35 (2ª parte)




Tras terminar de dar ordenes a diestro y siniestro a los sirvientes y a la gente que se esforzaba para que todo estuviera a gusto de sus señores, Aldair se dejó caer en una de las sillas del salón junto a Niall que en ese momento se llevaba una jarra de cerveza a los labios. El Lobo sonrió antes de dar un largo trago al dorado líquido, ofreciéndole después la copa a su amigo que apuró su contenido ávidamente.

—Parecéis despernado.
—Pretendía aliviar el cansancio de mi señora en los preparativos de nuestros esponsales —dijo repantigándose a lo ancho—, pero os juro que es una tarea tediosa, no apta para varones. En mi vida he visto tantas cintas, ni adornos juntos y al parecer no son suficientes.
—Quizá debisteis hacer lo que yo, no fue tan fastuoso, pero si mucho más práctico y rápido.
—Si me lo aconsejáis estoy a tiempo —agarró la jarra para servirse un poco más
 —No, es mucho mejor pasar por el calvario de los gritos histéricos de las mujeres y todo este caos —señaló a una sirvienta que corría hacia las escaleras con un cesto lleno de suntuosas telas—, que lo que yo le hice a...
—Niall —posó una mano sobre su hombro, sabía que a pesar de la enorme felicidad que vivían sus amigos, él continuaba arrepentido por el trato prestado a su esposa en los primeros meses de casados.

—Ninguna hembra, aún a pesar de no ser amada,  se merece la humillación que sufrió mi Brianna —con una punzada de pesar buscó los verdosos iris de su amigo—, consentid a Liana, permitid que en el día de su boda sea la única y más feliz de las mujeres —le arrebató la bebida a Aldair y tras un sorbo añadió divertido— y luego atadla firmemente, no toleréis que se os suba a la chepa, como una vez alguien me dijo, y mostradle quien es el amo y señor.
—Un excelente consejo viniendo de un hombre que besa el suelo por el que pisa su dama —afirmó soltando una carcajada—, no hay más que veros para saber quien manda en el castillo McInroy.

Las risas y el esparcimiento de los dos amigos se vieron pronto acompañadas por la de Baldulf que desde el umbral había oído toda la conversación, ambos invitaron al viejo Laird a compartir mesa y bebida a lo que gustoso se unió el anciano.

Tras un buen rato de amena charla, Niall se despidió de sus anfitriones y se encaminó hacia los aposentos que compartía con su familia, con la excusa que los había tenido desentendidos durante mucho tiempo. En cuanto el hombre se perdió escaleras arriba Baldulf se giró hacia su vástago y su semblante hasta el momento distendido se tornó solemne. Aldair frunció el ceño ante tan repentino cambio.

—Padre ¿os encontráis bien?
—Yo…sí —se puso en pie y le conminó a hacer lo mismo—, me gustaría hablar con vos en un lugar sin tanto trasiego.

Acompañando a su longevo progenitor por varios corredores, alcanzaron las almenas, una suave brisa les golpeó el rostro y les aligeró el achispamiento provocado por la cerveza. Al llegar a uno de los torreones, Aldair ayudó a su padre a sentarse en uno de los salientes.

—Vos diréis —señaló impaciente una vez lo hubo acomodado.
—Quiero hablaros de Liana.
—¿Por qué? ¿Sucedió algo? ¿Ella está bien? —preguntó atropelladamente.
—Calmaos ¿no veis que si fuese así os lo hubiese contado abajo? —le dio un golpecito con los nudillos en la mandíbula-,mi nuera debe andar alborozada con sus esponsales, así que achacaremos vuestro nerviosismo a la bebida y no a que se os nubla la mente en cuanto oís su nombre.
—Me conocéis demasiado bien —musitó con la sonrisa bailando en los labios—, pero continuad, os escucho.
—Sabéis que adoro a esa muchacha, es alegre, amable y maravillosamente genuina —se alisó un pliegue del kilt—, no estaría más orgulloso de ella si fuera hija mía.
—Un colmado de virtudes que veo os ha conquistado de tal forma que habéis obviado los defectos que la acompañan como la terquedad, la desobediencia…
—Y otros muchos lo sé y que la hacen perfecta —alzó la mano y sonrió al verle poner los ojos en blanco pues por mucho que fingiese, sabía que su hijo tenía los mismos pensamientos—, pero no os he traído hasta aquí para enumerar sus cualidades o imperfecciones sino más bien a advertiros que no está sola.
—Disculpadme mas no os comprendo. —parpadeó desconcertado.
—Hacedla feliz, que jamás se arrepienta de haberlo dejado todo por seguiros hasta aquí, que la dicha la acompañe cada día de su vida junto a vos —respondió con fiera determinación— por que a pesar del amor que os tengo, no dudaré en rescatar mi oxidada espada y ensartaros con ella si me entero que la hacéis desdichada.
—¿Estáis seguro que no deseáis ocupar mi lugar en el altar? —demandó divertido.
—No bromeo —dijo solemne— si esa mujer vuelve a derramar una sola lágrima por vuestra causa...
—Os juro por mi alma que pondré todo mi empeño para lograr tal cometido —contestó con vehemencia—, y os agradezco el cariño tan sincero que profesáis hacia mi futura esposa.
—Así lo espero —se incorporó con dificultad y rebuscó en el viejo sporran—, una cosa más—le tendió un pequeño pañuelo pulcramente doblado—, quiero que uséis esto.

Aldair tomó la tela y la desdobló con cuidado, alzó la vista hacia su padre al ver las alianzas, dos aros de oro ricamente labrados con una serie de nudos que él conocía bien.

—No puedo aceptar esto —biseó devolviéndoselo.
—Podéis y debéis —rehusó con un gesto—, a vuestra madre le hubiese placido que su nuera lo llevara, estoy convencido que estaría encantada con la hembra que habéis elegido —pestañeó para apartar la humedad que empañaban sus cansados orbes— y a mi me agradaría que vos llevaseis el mío.
—Señor —visiblemente emocionado se abrazó al anciano que le tendía los brazos— será un honor portar vuestro anillo y haré que mis hijos se sientan tan orgulloso de mi como yo lo estoy de vos.
—Lo estarán, sois un hombre de palabra —musitó dándole unas palmaditas en la espalda— y ahora regresad, debéis estar impaciente por ver a vuestra novia.
—¿Y vos?
—No os preocupareis por mi, necesito un momento de soledad y abajo hay mucho alboroto —murmuró tratando de curvar los labios— recordar a vuestra madre me entristeció, la perdí tan pronto—, suspiró apesadumbrado.
—Padre...
—Nada de penas, id a buscar a vuestra alma gemela mientras yo recuerdo a la mía divisando el hermoso paisaje de nuestras tierras.
—Como deseéis, mas no os olvidéis que si queréis hablar soy todo vuestro.

Tras un ligero gesto de asentimiento observó a su hijo encaminarse hacia el interior del castillo, Aldair era su vida, su orgullo, lo único que le quedaba de su adorada Arienh y él le había traicionado ocultándole algo de vital importancia. Cubrió su rostro con las ajadas manos cuando la conciencia afloró, ¿y si por culpa de su despiste la desgracia acaecía de nuevo en el clan? No, él lo entendería cuando le contase, después de todo lo hacía por él y por Liana, no quería que una noticia como esa empañara la ilusión y el encanto de la ceremonia.
Dejó caer los brazos a ambos lados de sus costados y se volteó, algo tan bello no podía ser malogrado, el amor que se profesaban aquellos dos seres era tan puro que debía ser  bendecido por el Señor. <<Todo irá bien>>pensó al tiempo que una leve brisa le alborotaba el cabello y un inusual escalofrío le recorría, produciéndole una extraña congoja.

—No eres más que un viejo excéntrico, Baldulf -se regañó a si mismo-, un simple temblor y ya piensas mal.

Echando una última ojeada a las esmeraldas colinas que se recortaban en el horizonte, exhaló apartando de si los temores que lo atenazaban, abandonó las almenas para buscar el refugio de sus aposentos.

Una hora después su prometida no se había dignado en hacer acto de presencia, según Brianna, a la que fue a visitar y que se apresuró a despacharlo con grandes aspavientos mientras escondía nerviosa lo que parecía un vestido, Liana había salido a cabalgar para disipar la tensión y con toda la osadía le indicó que no debía incordiarlas a ninguna de las dos, pues por su culpa tenían poco tiempo y mucho trabajo que realizar.

Avergonzado y maldiciendo por lo bajo su "buena" suerte al tener una amiga que empezaba a tener el mismo carácter que su señora, decidió salir al exterior. El trajín de la gente que entraba y salía de la fortaleza lo distrajo, las risas tontas y arrumacos  de Kai y Nerys ilusionados lo abrumaron haciéndole desear tener lo mismo en ese instante y cuando Niall llegó cargado de brezo blanco que le entregó atado con unas cuerdas para que lo portara y atrajese la buena fortuna, lo exasperó. Un ramito mandaba la tradición, no un haz del florido arbusto.

—Sé que os traje de más —anunció elevando la voz—, pero con el carácter de Liana aun dudo que sea suficiente —las carcajadas que reverberaron en el patio no se hicieron de esperar.

Así que envuelto por el brezo —que debía haber sufrido un gran merme en el valle— y rodeado de bromas y jocosidades sobre su mujer lo encontraron los dos jóvenes aldeanos, que sin resuello y totalmente descompuestos entraron corriendo al castillo.

—Mi señor, mi señor.
—¿Qué sucede? —interrogó al ver los asustados semblantes de los muchachos, a los que reconoció como los hijos del herrero.
—Es la señora Liana —respondió uno de ellos.
—Hablad —como un resorte se puso en pie, esparciendo las ramas de níveas flores a su alrededor— ¿Qué ocurre con ella?
—Encontramos su yegua atada junto al río —atestiguó el más bajo retorciéndose las manos—, pero  ningun rastro de ella… —continuó  mirando de soslayo a su hermano—, voceamos su nombre durante mucho rato y buscamos por los alrededores… sin éxito alguno.
—Quizá estaba gastándoos una broma —terció nervioso— sabéis como es Liana.
—Nosotros también lo pensamos —añadió el más alto— hasta que…
—Continuad -exigió zarandeándolo.
—Hasta que nos percatamos de las huellas de otro animal y de la hendidura de una espada junto a...
—Por los dioses, dejaos de interrupciones y acabad de una vez -exclamó exasperado.
—Junto a la hierba cubierta de sangre  -terminó de confesar encogido de miedo.
—¿Estáis seguros?
—Sí mi señor, algunas briznas estaban teñidas de rojo —respondieron a la vez.
—Os agradezco —musitó sin apenas voz.
—Era nuestro deber señor.

Desde la llegada de los chicos el lugar se había sumido en un tenso silencio, todos y cada uno de los presentes permanecían atentos a la conversación. Cuando esta acabó, Aldair recorrió a los allí congregados con una vaga mirada y el corazón oprimido por el miedo y la culpa, su Liana estaba herida y sin duda en el poder de algún demente, ¿y qué había hecho él para impedirlo? Nada, excepto estar divirtiéndose. Apretó los párpados y los puños con fuerza al percibir el dolor que lo atenazaba.
El grito de Niall dando orden de preparar los caballos para hacer una batida lo sacó del estupor y le dio el brío necesario para moverse. En dos zancadas estuvo a su lado deteniéndole con una mano en él antebrazo, cuando se volvió y se vio reflejado en las oscuras y violáceas retinas de su amigo se sorprendió, hacia mucho que no las veía de ese color.

—Quizá no deberíais acompañarnos —dijo Niall con falsa calma— nosotros la encontraremos.
—Yo lo haré —masculló entre dientes, acariciando la empuñadura de su estoque y dirigiéndose a su semental— y que el cielo se apiade de cualquiera que haya osado tocar uno solo de sus cabellos. 

Continuará...



FELIZ FIN DE SEMANA

9 comentarios:

AKASHA BOWMAN. dijo...

Uffffff qué capítulo. Lo estaba esperando impaciente con la esperanza de mitigar la tensión que me generara el anterior, pero en vez de eso sigo todavía más inquieta pensando en el desenlace.

Bandulf es un hombre muy tierno, estoy segura que en sus tiempos fue un Laird formidable y un amante esposo. Me encantó el detalle de las antiguas alianzas familiares. Tengo entendido que en Irlanda hay un tipo de anillos que representan el compromiso y la amistad, llamado anillo de Claddagh, este detalle me lo ha recordado.

"...id a buscar a vuestra alma gemela mientras yo recuerdo a la mía divisando el hermoso paisaje de nuestras tierras." Me han enternecido esas palabras reflejadas en los cansados ojos del anciano, entremezcladas con la culpabilidad que le confiere su fatal despiste. Supongo que se ha percatado de la ausencia del medallón.

¡Cuánto me reí con el detalle del brezo blanco! En vez de una ramita aparece Niall con un enorme ramo de esta hermosa planta... aunque conociendo a Liana, sí, creo que tiene toda la razón.

¡Ainssss esa reacción de Aldair preocupado por su amada! ¡Si hasta lo veía oprimiendo los puños y deseando dar muerte a semejante villano! ¡madre mía cuando vea a Liana magullada, con una brecha en la cabeza y totalmente desorientada!

¡Estoy deseando ese encuentro y grito: Duelo, duelo, duelo... jajajajjajajaa!

Besos amigas, os espero impaciente.

Irene Comendador dijo...

He tenido que leerme el capitulo mientras comia, y casi me atraganto con el pollo, pero ha valido la pena, que maravilla mis chicas, es fantastica la manera que teneis de viciarme de esta forma
La charla con el padre, y esos chicos que portan tan malas noticias, para al final ver como casi se derrumba nuestro hombre, y si, como bien dice, pobre del que haya osado poner ni una sola mano encima de su Liana, definitivamente la ha cagado, ajajajjaaj
Un beso mis niñas que os adoro ya lo sabeis
siempre aqui, aunque sea con la boca llena, jajaja
irene

Florcita de Pura Flor dijo...

OOuchhh chicas si dan ganas de saber montar para poder seguir a esos rudos higlanders para ir a rescadar a la dama del laird...
ya estaba que sacaba a mi hermana del cuarto por tardarse tanto seguno dijo solo eran unos minutos y se tardo mas de una hora... estaba que le declaraba la guerra por leer el capitulo...

Que tengan un tranquilo fin de semana,, bye

SANDRA dijo...

Hola chicas, si que es una pena el distanciamiento, pero reconozco que ha sido por mi parte. Aunque no es escusa, deciros que sigo leyendo vuestros capítulos y no me salto ninguno. Prometo que después del puente volveré a ser la de antes. Si me aceptais y perdonais por no comentar y haber sido una seguidora fantasma.

Un besote a las dos. Y feliz puente

veronik dijo...

Mis niñas¡¡¡¡¡ ya extrañaba pasar por aki :( pero entre trabajo y que mi compu me avandono despues de 4 años jejeje pero eso si con una nueva y mejorada yeiii...me atrase 1 capitulo y en el otro no pude firmar pero si pasaba nenas me asegure de que me anotara el marcador jejejej bueno niñas ahora si espero no atrasarme nada y si me disculpan tengo 2 capitulos q leer y pa no perderle el hilo tendre q leer desde el principio asi q permiso jejeje.... un besaso....

PD. pasando lista¡¡¡¡ y como tenemos el horario muy diferido les deseo buen inicio de semana ¡¡¡¡

KaRoL ScAnDiu dijo...

El capi lo ha tenido todoo:D

Que tierno MI suegro, jaja, dando sus alianzas a Aldair, ha sido tan emocionante.
Y que secreto tendrá... será algo relativo a DOnald, el que él diga siempre que es el verdadero señor y... no quiero ni pensarlo.

Y ahora eso sí, que se apieden del alma oscura de Donald, porque en cuanto Aldair le ponga las manos en cima, no sobrará ni trozo para enseñar...

Magníficop capi, pero me quedo con los nervios recorriendo mi piel y hueso sin saber cómo está Liana, y...

Quiero más, por faaaaaa:D

Kisses mis reinas, sois lo mejor:D

J.P. Alexander dijo...

Genial capitulo y eso que lo leo a escondidas antes que vuelva de cenicienta a rreglar la casa. Ay ya quiero saber que va pasar un beso nenas

Silvia dijo...

Bonito detalle el de Baldulf al entregarle esas alianzas a su hijo, que buen hombre.
Estuvo divertido lo del brezo, Niall es un bromista.
Pobre Aldair, sabia que sufriria con esa mala noticia.
Gracias por el capitulo.

INFECTADA X dijo...

Ahíiiiiiii mi Aldair!!! que va con la tropa a por su Lianna. A Donald se le va a subir un huevo del susto.
Me encanta Balduf. Cómo quiere a Lianna...
Precioso el capítulo. Sigo con el siguiente allá voy....

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