martes, 1 de diciembre de 2009

CONQUISTADO POR LA PASIÓN (CAPÍTULO16)

Había sido hermoso, tan hermoso lo que sintió entre sus brazos, que la separación sería muy dolorosa. Con un suspiro se separó de él lentamente y se incorporó, cuando estaba poniendo los pies en el suelo, Niall la sujetó por la cintura y se acercó a ella.


-¿Dónde creéis que vais?, no escaparéis de mí tan fácilmente, mi hermosa pelirroja -dijo mordisqueando el lóbulo de su oreja-, pienso reteneros en mí lecho mucho tiempo.

Brianna se sintió arder nuevamente, dejó escapar un suave gemido apoyándose en él. Este hombre sabía como hacerla vibrar, impidiéndole recuperar el control, aunque por su propio bien tenía que hacerlo, lo ocurrido en aquella cama momentos antes fue sólo lujuria, él no la amaba ni lo haría nunca, igual que ella... ¿A quién quería engañar?, era suya por completo, su alma y su corazón le pertenecían, pero no podía permitir que lo supiese, no cuando tan sólo era un cuerpo con el que satisfacer su deseo, ocultaría sus sentimientos en lo más profundo de su ser, si se enteraba alguna vez, la utilizaría a su antojo sin llegar jamás a pedirle perdón por todo el dolor que le había causado.

Niall notó como Brianna, antes laxa junto a su pecho, se tensaba de repente.

-¿Sucede algo? -preguntó frunciendo el ceño.
-Sí, así es -dijo deshaciéndose de su abrazo, incorporándose de la cama y dándose la vuelta para mirarlo fijamente-, esto no pasará nunca más, al menos con mi consentimiento.
-Explicaros, porque os juro que no lo entiendo -demandó sentándose en la cama y cruzándose de brazos-, hace unos instantes estabais temblando debajo de mí, buscándome con vuestras manos, con vuestro cuerpo, no podéis negar que ambos hemos disfrutado.
-Y no lo negaré, pero ¿creéis que un momento de pasión puede borrar todo el dolor que me causasteis y me seguís causando? -apenas podía hablar por el nudo que tenía en la garganta-, aunque a vos no os importe, yo no olvido-, se dio la vuelta para recoger su vestido, no dio ni un solo paso cuando la apresó y la oprimió contra él, sintió los potentes y alterados latidos del corazón de Niall retumbar contra su espalda, su cuerpo le exigió apretarse más a él y dejar reposar la cabeza en su amplio pecho, pero su mente ganó la batalla.

-Soltadme
-¿Por qué me buscasteis señora?, ¿por qué encendisteis mi deseo para después negarme el volver a disfrutar de vos? -la ciñó frustrado contra él
-Yo... -no podía decirle la verdad.
-¿A qué jugáis señora? -la giró para verle el rostro-, ¿no os dais cuenta que mi cuerpo os necesita?
-¿Vuestro cuerpo? Eso es lo único que os importa ¿verdad? -se removió entre sus brazos intentando soltarse-. Vos y sólo vos.
-No creo haberme olvidado del vuestro mientras yacimos -gruñó-, por vuestros gemidos juraría que supe adorarlo bien.
-Sois un patán -bajó la cabeza para ocultar su rubor-, un arrogante que sólo pensáis en vos, ¿olvidáis acaso que hay otra persona, a la que juráis amar, implicada?

Niall se tensó, le molestó recordar a Muriel en esos momentos, amaba a Muriel..., emociones encontradas se removieron dentro de él, por supuesto que la amaba, pero tenerla así, tan menuda y enfurecida, apretada contra él, le hacía dudar de sus sentimientos.

-Brianna -murmuró con voz ronca-, ahora sólo estamos vos y yo, no penséis en nadie más.
-¡Soltadme! -gritó enfadada-, ¿y mi dignidad donde queda?, ¿qué clase de mujer pensáis que soy?
-Sois la mujer que deseo, la mujer que me vuelve loco y que me hace... -"dudar de mí mismo"-, que me hace anhelar llevaros a la cama de nuevo y haceros el amor salvajemente. Sois mí esposa.
-No -dijo removiéndose al sentirlo excitado, si continuaba tocándola no se resistiría a acompañarlo al lecho, a permitirle usarla para satisfacer la necesidad de la que alardeaba.
-¿Qué queréis de mí? -preguntó acercándola más a su febril cuerpo.
-No entendéis nada -soltó un triste suspiro-, dejadme ir.

Niall aflojó los brazos lentamente, no quería dejarla escapar, quería retenerla un poco más a su lado, pero su afligida voz le impidió llevarlo a cabo.
Ella se separó rápidamente en cuanto se vio libre de la prisión de su abrazo. Recogió el vestido, se lo puso de mala manera y con la cabeza alzada, abandonó el cuarto.

Se sentó en la silla que estaba frente a él, agachó la cabeza y la sostuvo entre sus grandes manos, presionando los dedos en sus sienes, intentando calmar el fuerte dolor de cabeza que empezaba a hacer mella en él de nuevo.

Brianna se apoyó contra la puerta de su habitación, la gran alcoba pareció encogerse, empezó a faltarle el aire, respiró entrecortadamente tratando de meter algo de oxígeno en sus pulmones. Estaba mareada, no entendía como consiguió apartarse de Niall, lo que más deseaba en el mundo era permanecer aferrada a él, que aquellos brazos se cerraran a su alrededor y la colmaran de calor y de caricias, que sus sensuales labios recorrieran su piel una y otra vez como había hecho antes. No sólo le deseaba, amaba a Niall McInroy con tanta intensidad que la aturdía. Arrastrando los pies llegó hasta la cama y se dejó caer boca abajo, fuertes estremecimientos sacudieron su cuerpo y las lágrimas brotaron cayendo como lluvia sobre las pieles que cubrían el lecho. Cuando la tempestad pasó y de su llanto sólo quedaron suspiros, se incorporó y se acercó a la jofaina, se lavó la cara eliminando los restos de su pena, ojalá fuera tan fácil eliminar a su esposo de su corazón, lucharía con todas sus fuerzas para arrancarse lo que sentía por él.
Se desvistió y se metió en la cama, necesitaba descansar y recuperar las energías perdidas en estos días, poco a poco sus párpados se fueron cerrando, cayendo en un sueño profundo.
Se desvistió y se metió en la cama, necesitaba descansar y recuperar las energías perdidas en estos días, poco a poco sus párpados se fueron cerrando, cayendo en un sueño profundo.

Niall tamborileaba nerviosamente con los dedos en la mesa, debería estar con sus hombres luchando, como todas las mañanas, pero ahí estaba él, sentado desde el desayuno, impaciente por verla aparecer. Apenas consiguió dormir, creyó que la cabeza le estallaría por el dolor y las palabras de Brianna martilleaban continuamente dentro de ella, comprendía su sufrimiento, ese latigazo debió dolerle mucho y ahora que la conocía mejor, estaba seguro que más en su dignidad que en su espalda, su esposa era una mujer orgullosa y el que él no hiciese nada al respecto debió causarle un profundo pesar, con respecto a Muriel..., no iba a ceder en eso, las cosas eran como eran, a ella la deseaba tanto que casi se estaba obsesionando, pero a Muriel la amaba, tendría que entenderlo y aceptarlo, le gustara o no.

La causa de su malestar apareció en esos momentos con el brillante cabello cayendo sobre sus hombros, el vestido color crema con suaves ribetes verdes se adhería a su figura con gracia, sus labios rosados y entreabiertos, las manos blancas y delicadas sujetando su falda al caminar, no lucia adornos que resaltaran su belleza, tampoco los necesitaba, la miró embelesado y todo lo que pensaba decirle quedó atascado en su boca, no fue capaz de moverse, todos los músculos de su cuerpo estaban agarrotados. "¡Dios! que hermosa es" pensó con la respiración acelerándose y el corazón bombeando con brío en su pecho. Vio que ella torció la cabeza hacia el exterior sonriendo.

-Buenos días, Brianna, estáis espléndida esta mañana -dijo Aldair acercándose a ella y tomándole la mano para besársela-, unas cuantas horas de sueño y volvéis a ser la belleza de siempre, mejor dicho, estáis más bella que nunca.
-No digáis tonterías -le sonrió mientras se sonrojaba.
-Señora, dejad de ruborizaros de ese modo o acabaréis partiendo mi corazón en mil pedazos -murmuró llevándose la mano de ella al corazón y cerrando los ojos.
-Ya basta Aldair -le dio un pequeño golpe en uno de sus brazos, mientras su sonrisa se ensanchaba-, o terminaré creyéndoos.
-Creedlo mi dulce Brianna -entrecerró los ojos, lanzó una breve mirada de soslayo hacia el salón y sonrió, antes de mirarla con ternura-, algún día me iré de aquí, pero os juro que mi corazón permanecerá con vos para siempre.
-Sois un loco maravilloso mi querido amigo -contestó ella-. ¿Por qué no me acompañáis a dar un paseo?
-Me encantaría- dijo apoyando la pequeña mano en su brazo-, soy vuestro más leal servidor, mi bella señora.

Niall observaba la escena paralizado, una furia desgarradora le corroyó las entrañas al ver como Aldair asía la mano de su esposa, se la besaba y se la llevaba al corazón, les vio bromear, como el rubor tiñó sus mejillas y se alejaron juntos, demasiado juntos. Apretó los puños con rabia hasta que sus nudillos se quedaron blancos, ese sonrojo y esa sonrisa deberían ser sólo para él, a pesar de lo que ella pensara le pertenecía, por la ley de los cielos, de los hombres y porque él lo quería así. El corazón le palpitó tan rápido bajo sus costillas que temió le fuese a explotar.
Se levantó de golpe haciendo caer la silla, los sirvientes que estaban cerca alzaron sus rostros asustados por el fuerte estruendo, pero Niall ni siquiera se percató de su presencia. Iba a salir en su busca, cuando una voz conocida le detuvo.

-Niall, cariño -dijo Muriel acercándose a él-, ¿por qué no acudisteis anoche a mí?-, cuando llegó a su lado frunció el ceño al ver su gesto adusto-, ¿os encontráis mal?
-Sí -contestó con vos seca.
-Dejad que os ayude -quiso acariciar su mejilla sana, pero Niall retiró la cara gruñendo.
-Ahora no, Muriel, debo irme.
-Mi señor... -alzó las manos, pero él se las sujetó.
-He dicho que no -replicó bruscamente, alejándose con grandes zancadas.

Muriel se quedó clavada en el sitio, jamás fue tan descortés con ella y estaba segura que todo era por culpa de esa arpía, desde su llegada, los cambios en él eran cada más notables, estaba tenso, apenas la buscaba por las noches..., pero lo de ahora era la gota que colmaba el vaso.
"Acabaré con vos zorra y de una vez por todas", se giró encolerizada encontrándose con los fríos ojos de Liam fijos en ella, él se acercó despacio.

-¿Os sucede algo señora? -preguntó tomándola de la mano-, parecéis indispuesta.
-No, nada, me encuentro algo fatigada.
-Entonces descansad -dijo besando su palma.
-Eso haré -la retiró rápidamente interrumpiendo el húmedo beso-, si me disculpáis.
-Muriel –murmuró Liam, ella lo miró por encima del hombro-, cualquier cosa que necesitéis, sabed que estoy a vuestra disposición.

Asintió con un leve movimiento de cabeza alejándose de allí con la cabeza llena de horribles pensamientos sobre la dueña y señora del castillo, debía destruirla, no permitiría que le arrebatase el afecto de Niall, nadie se cruzaba en su camino y salía indemne, regresó a sus aposentos para pensar con calma la mejor forma de acabar con su rival.
CONTINUARÁ...

6 comentarios:

Lea dijo...

siiiiiiiii, esa es mi bri... así se hace
ains Niall, ya caiste ahora a darse cuenta.... y aldair... lo amo... o sea, es el mejor amigo del mundo...
y toma Muriel, ponle un dedo encima que te caerán las penas del infierno dantesco y Lia.. yo ya me estaba empezandoa preocupar al verlo tan callado, me estaba pregyuntando en qué momento iba a hacer algo, es obvio que quiere a bri para él.. pervertido asqueroso

mara dijo...

JA JA JA HAYSSSSS!! pobre Niall.Despues de la charla que le dió Bri le duele la cabeza snif sni snif
Es normal "Con neurona y media" Que se le halla recalentado ja ja ja ja y le duela ja ja ja .

Creo que está un poco confuso en lo que es amor y deseo .........a ver si se da cuenta que a quien quiere es a su mujer.Si no, de que le dá ese ataque de celos que tiro la silla y casi muerde a la bruja de Mueriel.¬¬

Que peligro tienen Liam y Muriel miedo me dan .Espero que Niall se de cuenta y proteja a Brianna .......
Hee se me olvidaba !!Arriva Aldair¡¡
es el mejor ja ja ja .

Besos chicas.

Maribel dijo...

Claro, claro... despues del sofocon, esta niña mia recapacita... heinnsssss.... Y hace muy bien. Se lo tiene que poner dificil, que se arrastre. Hombre.

Y ahora asoman los celos... jejeje y dolor de cabeza por pensar tanto y hacer uno de la cabeza... jajaja no esta acostumbrado.

Aldair es mi chico, esta aportando sus granitos de arenas para abrir los ojos al cenutrio de Niall..

Y lo dicho, Liam y Muriel son los que quieren engañar a todos, y se adueñaran de la ovejas, del castillo y hasta de la escobilla del aseo...

¿¿¿Por cierto, el dolor de cabeza de Naill no sera algo que Muriel le esta dando??? Aunque sea envenenandole con sus besos?????


Besos guapas...

J.P. Alexander dijo...

Cuando Nialls se dara cuenta que ama a Briana.
Bien que ella le ha hecho pensar y darse su puesto.

No soporto a la arrastrada de Muriel no le puede pasar algo sagriento.
Sigan chicas.

Ade dijo...

Hay que ver lo muchó que me río con vosotras, sois unas comentaristas buenísimas.

-Bitter: "ponle un dedo encima que te caerán las penas del infierno dantesco" Wow, me dejaste con la mandíbula colgando, como se nota que tú también escribes, y de maravillas, por cierto.

-Que maldad la tuya mara, ¿normal que se le haya recalentado con neurona y media? Hay que joderse como odias a Niall, el pobre sólo está un poco confuso mujer, no me le trates tan mal, aunque por una parte está bien, así luego le tenemos que consolar. Sigue mara, sigue.

-Maribel ¿verdad que hizo muy bien Brianna en sacarle partido a Niall?
Es que ese hombre tiene MUCHO de donde sacar partido, jeje.

Puede que con sus besos Muriel le esté envenando, pero sólo con eso, porque ya ves lo enemorada que está de él.

-Judith, tu danos ideas para hacerla sangrar, que a ti se te da bien matar, jajaja.

Gracias por comentar, se os quiere mucho.

Andy dijo...

Hay Chcas Exelente!!!
Por fin Muriel esta recibiendo algo de lo que se Merece!!!
quiero Mas!!!
quiero que sufra!!!
Jajjaja que mala que soy!!!
pero realmente me cae mal muuuy mal!!
Bien Niall esta despertndose por fin!!!
Bri es mi Idola!!!!
quicas sigan asì!!!

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