martes, 23 de febrero de 2010

AHORA Y SIEMPRE (CAPÍTULO 9)


Cargó la compra como pudo y se despidió de Rob, al día siguiente se incorporaría a su trabajo y quería dejar la despensa llena, o hasta el sábado siguiente apenas tendría para comer, al salir se tropezó de lleno con Colt, estaba apoyado despreocupadamente contra una de las columnas del porche de la tienda hablando animadamente con Nicky, si le hubiesen pegado un puñetazo no se hubiese quedado más asombrada. Llevaba seis día sin verlo, desde que se había ido de la cabaña a la mañana siguiente tan pronto escampó, él el pidió que se quedara a pasar el día, pero se negó en rotundo, sabía que terminarían haciendo el amor una y otra vez como durante toda la madrugada y necesitaba estar sola y pensar. Desde ese día no volvió a al río y él tampoco se había acercado a ella. Tomó aire decidida a parecer tranquila e indiferente. Pasó a su lado y les saludó educadamente y siguió su camino, ni siquiera hizo caso cuando Colt la llamó y se ofreció a ayudarla.

Megan caminó enfurecida hasta su casa, no estaba enamorada de Colt Elliot, los nervios perennes no eran las mariposas revoloteando en su estomago, no pasaba el día pensando en él, aunque no era capaz de sacarlo de su cabeza y le daba igual que anduviera con esa coqueta de Nicky Preston, a pesar de la furia que estaba sintiendo en esos momentos. Se detuvo un momento y parpadeó al darse cuenta que estaba enamorada de ese hombre, y lo que sentía no era furia, eran unos celos que le roían el corazón, se había enamorado de un tipo que la deseó pero que en cuanto consiguió lo que quería se olvidó de todo y ya iba tras una nueva presa con todo el descaro del mundo. Gruñó enfadada consigo misma, no era la primera vez que le pasaba algo parecido. Que se fuera al diablo había vivido 27 años sin él y podría seguir haciéndolo el resto de su vida. Ojala se casara con esa idiota presumida, le diera una docena de hijos y fueran muy felices. Cuando llegó a casa estaba realmente enfadada. Entró a la cocina y dejó las bolsas sobre la encimera de mármol, le escocían los ojos pero no iba a llorar, ningún imbecil se merecía ni una sola de sus lágrimas y mucho menos Colt. Se disponía a colocar las cosas en su sitio, cuando unos golpes a la puerta la sobresaltó, bufó, era lo último que necesitaba una visita inoportuna, pues no le apetecía ver a nadie, quien quiera que fuera que volviera en otro momento, los golpes se hicieron más fuertes e impacientes, soltando un exabrupto fue a abrir, despediría a la visita rápidamente con cualquier excusa plausible. Refunfuñando abrió, Colt estaba frente a ella con una mirada de disgusto.

-Hola Colt -saludó.
-Megan, ¿Qué tal estás?
-Bien -se apoyó en el marco de la puerta, sin invitarlo a entrar.
-¿No me invitarías a un café?-preguntó sonriente.
-Lo siento, pero estoy ocupada. –contestó con voz seca.
-¿Te molesta que haya venido a visitarte?-demandó frunciendo el ceño.
-No, pero ahora no puedo atenderte -explicó-, mañana vuelvo al trabajo y tengo muchas cosas por hacer todavía.
-De acuerdo -alargó una mano y le acarició la mejilla-, entones me iré.
-Bien -dijo estremeciéndose por su contacto.
-¿Nos vemos luego?
-No puedo -se separó de él-, de verdad Colt tengo prisa. Ya nos veremos por ahí.
-Megan -la sujetó por los hombros alzando la voz-, maldita sea, no me trates como si fuera un insecto.
-Suéltame -lo miró enfurecida-, y no me grites.
-Pues deja de comportarte como si no me conocieras -murmuró disgustado-, ¿qué pasa, te avergüenzas de que me vean hablar contigo? ¿soy bueno para ti cuando nadie nos ve, pero no cuando estamos en público?
-¿De qué diablos estas hablando? -no podía creer lo que le estaba echando en cara.
-Hablo de tu actitud antes -la soltó-, pasaste por mi lado como si no me vieras.
-Te saludé educadamente -bufó-. ¿Qué querías que hiciera?, ¿qué me lanzara a tú cuello?
-¡No! -contestó él pasándose la mano por el pelo-, pero tampoco que me trates como un extraño, han pasado cosas entre nosotros, has sido mía Megan, y más de una vez.
-No hace falta que lo vayas gritando por ahí -dijo mirando a ambos lados de la calle.
-Escúchame -volvió a sujetarla por los hombros atrayéndola hacia él-, ya es tarde para arrepentirse.
-No me arrepiento de nada, ya te lo dije –contestó dando un paso atrás.
-Pues no me ignores, maldita sea.
-¿Qué no te ignore? -lo miró incrédula-, llevo seis días sin saber nada de ti, ¿y me dices que yo no te ignore?
-Podías haber ido al río si querías verme.
- Y tu podías haber venido aquí -le clavó un dedo en el pecho-. ¿Por qué siempre tengo que correr tras de ti? Me preguntas si me avergüenzo de ti, pero tal vez eso debería preguntarlo yo ¿no crees?
-No vine a verte porque sé que necesitabas tiempo para asimilar lo nuestro –se defendió al darse cuenta que Megan le estaba dando la vuelta a sus palabras de forma alarmante.
-¿Lo nuestro? –se carcajeó con burla-. ¿Qué nuestro?
-No te hagas la tonta, para ti fue importante lo que sucedió allí arriba -entrecerró los ojos y cerró los puños tratando de controlar la rabia que crecía en su interior-, he estado con muchas mujeres y no estas en el grupo de las más experimentadas.
-Un revolcón – contestó encogiéndose de hombros, a pesar del dolor que sentía por dentro al darse cuenta que para él no significó mucho.
-¿Un revolcón? –alzó una ceja interrogante –por lo que me dijiste no te lo crees ni tú, no te entregas con facilidad y sin embargo te diste por entero a mi.
-No te des tanta importancia –gruñó sonrojándose-, te aseguro que no me voy a volver loca si no se vuelve a repetir.
-No estés tan segura que no se va a volver a repetir -contestó entre dientes-, esto se acabará cuando yo diga Megan.
-No me amenaces -lo miró con ira-, no he sabido nada de ti en seis días, así que no veo que haces aquí, sigue tu camino Colt, yo seguiré el mío, y no vuelvas a amenazarme nunca.
-No lo estoy haciendo –llevó una mano a su mejilla, pero ella se apartó antes de que la tocara, lo que lo hizo enfurecerse más-, sólo te estoy advirtiendo, esto no se ha terminado Megan, aún no.
-Será mejor que te vayas Colt -trató de cerrar la puerta, pero él se lo impidió adelantando el pie-, de verdad, estoy ocupada y no tengo tiempo para tonterías.
-De acuerdo –asintió quitando el pie-, te espero esta noche en el Lloyd’s.
-Pues espera sentado -espetó antes de cerrar la puerta con todas sus fuerzas.

Colt se quedó mirando la puerta que se cerró frente a sus narices, maldita fuera, Megan no se iba a reír de él, era cierto que no había ido a visitarla, pero lo hizo por ella… y también por él, había pasado los días pensando en ella, las noches desvelado, deseándola hora tras hora, en un par de ocasiones estuvo a punto de vestirse e ir a su casa, porque apenas podía aguantar la necesidad de sentir su cuerpo junto al suyo. Suspiró y comenzó a alejarse de su casa, por mucho que le hubiese dicho estaba seguro que su encuentro significaba para ella más que sexo, por que para él lo fue, nunca se había sentido con una mujer como se sintió con ella, nunca deseó a ninguna como la deseaba a ella… Mierda, se estaba obsesionando con Megan Tilman o tal vez era la forma en que lo trataba lo que llamaba su atención…, fuera lo que fuera iba a ser suya una vez más, la poseería hasta saciarse en su calidez, la haría gritar su nombre mientras se derretía en sus brazos, y sólo entonces habría acabado con aquella bonita pueblerina.

Megan lo oyó alejarse, tomó aire y trató de calmarse ¿Quién se creía ese hombre que era para tratarla así? La acusó de avergonzarse de él, como si fuera una victima, cuando había pasado completamente de ella, pues si creía que se iba a sentir culpable estaba muy equivocado. Le ordenó, como si fuera su dueño, que se verían en el bar de Fred, maldito indio arrogante, pues no iba a correr detrás de él, ni a bailar al son que le tocara por mucho que lo deseara, si pensaba que iba a aparecer por el Lloyd`s se iba a llevar una sorpresa. Ya tenía sus planes, acabar de colocar su compra, tomar una ducha, ver un rato la tele y acostarse temprano. Fue a la cocina miró las bolsas y decidió tomar primero el baño, debía relajarse o se liaría a romper cosas y no le apetecía mucho tener que limpiar los restos de su mal humor.

Tal como dijo, Colt llegó sobre las 9 al Lloyd´s, como era domingo apenas si había gente, se tomó un par de cervezas mientras charlaba con el dueño y algunos hombres y esperó. Megan no llegó ni a las 9, ni a las 10, ni a las 11, al principio le pareció gracioso, pero ahora estaba bastante molesto, miró su reloj era cerca de la media noche y si ya no había ido era señal que no iba a aparecer. Se levantó y pagó la cuenta, dejó un par de billetes encima de la barra para que Fred sirviera unas rondas a los que se quedaron y salió del bar. Fue directo a su moto, arrancó y condujo hasta las afueras del pueblo, cuando ya enfilaba la carretera que lo llevaría a su casa, apagó el motor y se detuvo, volvió la vista hacia las casas que dejó a sus espaldas y sonrió.

Megan se metió en la cama y miró al techo, el día siguiente iba a ser largo y duro, siempre le costaba adaptarse a la rutina del trabajo después de unas semanas de vacaciones, cambiar el aire libre, por las cuatro paredes que la esperaban la sumía en la más absoluta tristeza, se puso de costado buscando una postura más cómoda, no iba a poder dormir, siempre era igual, pasaría la noche en vela, se levantaría mil veces y cuando se diera cuenta el despertador sonaría y entonces desearía haber aprovechado las horas de sueño, tendría unas ojeras espantosas, un mal humor horrible…poco a poco se le fueron cerrando los ojos hasta que unos minutos después se abrazó a la almohada y se durmió.

Era muy fácil entrar en casa de Megan, se dijo Colt, colándose por una ventana abierta de la planta baja, esa chica estaba loca si no temía por su seguridad, miró en derredor todo estaba oscuro y en absoluto silencio, comenzó a deambular por la estancia hasta llegar a unas escaleras las subió lentamente ya en la planta de arriba fue abriendo una puerta tras otra, un baño, una habitación, una pequeña salita y el dormitorio de Megan, desde el umbral la observó, estaba tumbada sobre la inmensa cama de madera, con el camisón más decente que había visto en su vida cubriendo su cuerpo, sonrió al percatarse que se parecía a uno de esos que usaban las mujeres en las películas del viejo oeste. Entró y cerró la puerta tras de si con sigilo, se acercó a la cama y la estudió, dormía con el sueño tranquilo de los inocentes, con una leve sonrisa en el rostro y el cabello desparramado por la almohada, deslizó la vista por el recatado camisón, era blanco, largo y con botones en el pecho, no era precisamente una prenda para despertar la libido de nadie, pero la deseó al instante, se acercó y se sentó a su lado, el colchón se hundió con su peso pero ella ni se movió, bajó la cabeza y besó sus mejillas despacio, mientras deslizó la mano por debajo del camisón para acariciar sus piernas, ella se removió pero no se despertó, no pudo dejar de sonreír, podía estallar una bomba y ella seguiría durmiendo, siguió besando su mandíbula y después lamió el cuello, ella jadeó en sueños. Colt susurró palabras de amor junto a su oreja, mientras comenzaba a soltar los botones.

Megan estaba en el paraíso, sonrió cuando el sol acarició su piel, se estiró un poco para sentir el calor por todo el cuerpo, notaba los rayos por las piernas como dedos suaves, en su rostro y en su cuello como besos dulces, el tierno rumor que le llenaba los oídos era tan agradable que la embelesaba y la mano que acunaba su pecho y rozaba su pezón le proporcionaba una sensación tan maravillo, arqueó la espalda buscando más y protestó cuando perdió el contacto. De repente el sueño se esfumó, abrió los ojos somnolienta, se sentó de golpe y gritó al sentirse rodeada por unos fuertes brazos.

-Tranquila opih –dijo tumbándola de nuevo– soy yo.
-Estás loco -tenía la respiración acelerada, el camisón a medios muslos y abierto por el pecho-, me has dado un susto de muerte. ¿Cómo has entrado?
-Por una ventana –se tumbó a su lado –tendremos que hablar de eso en otro momento.
-¿Se puede saber que haces en mi casa a estas horas? –se estremeció cuando su boca se posó en sus mejillas. – metiéndote por las ventanas como si fueras un ladrón.
-No me gusta que me dejen plantado –musitó acariciándole el cuello con los labios.
-Te dije que no iría -trató de apartarlo.
-Me dijiste que esperara sentado -sonrió sobre su oreja antes de repasarla con la lengua-, y eso hice durante tres horas.
-Oh, deja de hacer eso, por favor.
-¿No te gusta? –preguntó repitiendo la caricia y deslizando una mano por su pierna lentamente.
-Yo…, no, sí -gimió.
-¿Indecisa? –aunque mantenía un tono de burla su voz era más grave –tendré que besarte hasta que te convenzas de lo que quieres.
-Colt…

Asaltó su boca sin darle tiempo a protestar, provocando escalofríos en el cuerpo de Megan, que se rindió sin oponer resistencia, abrió los labios dejándose invadir e invadiendo al mismo tiempo, buscando, encontrando y disfrutando del apasionado beso. No se dio cuenta cuando le quitó el camisón, pero supo que estaba desnuda cuando sintió las manos de él sobre el cuerpo, y Colt para asombro de ella, también se había deshecho de su ropa notaba su piel ardiente, sobre su propia piel, su palpitante miembro sobre su vientre, lo rodeó con los brazos sintiendo como los músculos de su espalda se tensaban bajo sus palmas, mientras Colt le rendía pleitesía a su cuerpo que ardía de deseo y placer, lamiéndola con devoción, devorando sus pezones, besando su vientre, adorando cada centímetro de piel que encontraba en su camino. Megan dejó de respirar cuando le abrió las piernas y con los pulgares separó los pliegues de su sexo alzó los ojos hacia ella, eran como la obsidiana, trató de hablar, de pedirle que parara cuando lo vio bajar la cabeza, pero apenas fue capaz de boquear cuando sintió el primer lametón sobre su clítoris, alzó las caderas de forma automática dejando que el placer la envolviera. Colt continuó saboreándola, primero sin prisas trazando pequeños círculos alrededor de su centro, pero tan pronto oyó sus jadeos, tan pronto sintió sus estremecimientos fue acelerando el ritmo de sus embestidas hasta que la sintió temblar y convulsionarse. Megan dejó escapar un gemido profundo cuando el placer la recorrió por completo, alzó las caderas hasta la boca que la torturaba y se agarró fuertemente a las sábanas, él continuaba con sus húmedas caricias hasta conseguir que tuviera un segundo orgasmo, cuando se hubo calmado, se tumbó sobre ella, le colocó las manos sobre la nuca, le levantó la cabeza y la besó.

-Sabes a miel, a flores, a tormenta de verano, a lluvia fresca, a pasión y a mujer -murmuró él sobre sus labios- , volverías loco al mismo diablo con el calor que desprende tu cuerpo.
-Colt -cerró los ojos cuando de un solo empujón la penetró hasta el fondo.

El corazón le latía con fuerza, notándolo deslizarse dentro y fuera de su cuerpo, Colt no dejaba de besarla, de tocarla, de decirle cosas bonitas, mientras la iba llevando nuevamente a la cima del mundo, se agarró con las piernas a su cintura y elevó las caderas para sentirlo lo más dentro posible. Colt jadeó sobre sus labios cuando se introdujo en ella, cuando se movió suavemente y tembló bajo su cuerpo silenciando sus gritos de placer con besos, estaba al límite y cuando las uñas de Megan se clavaron en sus duras nalgas, se reunió con ella en aquella espiral que los arrastraba a ambos.

Con el corazón desbocado se dejó caer sobre ella, que permanecía agarrada a sus brazos, seguía enterrado en su interior y quería permanecer en ese cuerpo apasionado para siempre, perezosamente abandonó su calor y se tumbó a su lado, aliviándola de su peso. La miró y vio sus ojos velados, sus labios rojos, hinchados y húmedos por sus besos, su cuerpo tembloroso, volvió a excitarse al instante, esa mujer lo ponía a cien sin moverse siquiera, hacía que su corazón latiera a mil por hora estando a su lado, se giró y la atrapó debajo, Megan sonrió al notar su erección.

- Ne -susurró sobre sus labios antes de apoderarse de nuevo de su boca en un
profundo beso que hizo que ambos se estremecieran.


Continuará...

11 comentarios:

Enamorada de la letras dijo...

Me gustan como resuelven sus peleas Colt y Megan sigan chicas

Lea dijo...

por dios!!! este blog va a estallar en llamas a causa de estos dos!!!!

colt fue ingenioso al colarse en casa de megan! pero menudo susto se ha de haber llevado la pobre al notar sus manos sobre ella....podria haber sido cualquier pervertido de tres al cuarto...solo de pensarlo me estremezco...


solo espero que megan no aleja a colt con sus inseguridades, y que el cuide su relacion con ella...

esperando el proximo cap...

Maria dijo...

Ya estoy al dia,esta tarde me fue bastante productiva(babas)y resumiendo podria decir

1,Odio a Nicky,si se pudiera comparar la odiaria como odie a la conquistada por la pasion.

2.Esta de pan y moja.Y aunque entendi q se alejara de Megan en el rio y no consumara como ella le rogo,se lo puedo perdonar.A él le perdono todo.

3.Mariola,eres una grandisima AUTORA,no tienes pq desmerecer delante de alguna "grande".Es como si estuviera leyendo un libro,con todos los ingreientes esensiales pa' q atrape al lector.Es increible que nadie se haya dado cuenta del diamante en bruto q eres,y no son solo palabras amables,Mariola,sabes q pa' criticar soy malisima y algunas veces dura con los libros,y a ti tb te diria la verdad,pero es q no hace falta.Eres increible escribiendo.

Te dejo una preguntita,sabes q a mi me encanta lo paranormal,y mas concretamente lo vampirico¿has escrito algo asi?o tienes ya en la mente preparado algo de este tema?

Un besote


pd: fijate q yo nunca dejo la ventana abierta,pero si un hombre como Colt existiera,podria dejarla...uhmmmm...dejame pensarlo jajaja

Ade dijo...

¿De verdad Colt se cree que sólo es obsesión lo que siente por Megan? Esta claro que está enamorado, igual que ella de él, pero ya se dará cuenta, tiempo al tiempo.

Me imaginé su cara transformándose según iban pasando las horas y ella no aparecía, por cierto, hay que ver que obediente que es, Megan le dijo que esperase sentado y eso fue lo que hizo durante 3 horas, ahí me reí, jajaja.

Que buena manera tuvo de vengarse del plantón que le dio, hmmm, creo que un día de estos probaré ese truco, aunque hay un pequeño inconveniente, y es que veo francamente difícil que pueda colarse por la ventana viviendo en un 4º. ¡Qué leche! Que utilice las alas que para eso las tiene, jeje.

Le eché unas cuantas mitaditas al móvil, que lo sepasa. Esto no me lo vuelvas a hacer, malvada.

-María, que razón tienes, Mariola es una grandísima AUTORA y no te puedes perder Jugando con el destino y Jugando con el amor, ya verás lo mucho que te gustarán.
Y tu sigue pasando por aquí, que con el tiempo ya verás que algo de paranormal caerá, y no digo nada más, punto en boca.

Ade dijo...

Hola, vuelvo a ser yo, La auténtica e inconfundible Ade ¡ta tachánnn! (esto me recuerda a alguien, seguro que tú lo sabes Mariola, jajajajaja)

Es que se me olvidó poner una cosa, tenía los pensamientos en otro lado, a saber donde (monigote sonriendo con cara de pillo), y es que aunque tú lo sabes, ¡¡¡me encantó este capítulo!!! Pero carajo, este hubiese quedado muy bien el viernes y no hoy, pero te perdono, porque soy buena gente y porque, repito una vez más, me gustó muchísimo.

Mariola dijo...

Hola guapas, muchisimas gracias por los comentarios tan bonitos que hiceron, me alegro que les gustara el capi.

Viste Citu, así da gusto pelearse a que si?

Jajaja Lea, la verdad que se llevan bien no? Y sí muy listo Colt ya veremos que tal lleva Megan sus inseguridades. Besos.

Maria, antes que nada siento lo de la perdida, espero que lo lleves bien y aqui estamos por si necesitas cualquier cosa. Muchas gracias por leer a Colt, bueno a mi, me alegro que te guste y tambien agradezco tus palabras, me dan muchisimo animo para seguir adelante, gracias de verdad.

Ay socia me parto contigo, de veras lo vas a hacer subir 4 pisos por la fachada? pobrecito mio, jajaja, pero que suba. No te quejes tanto con lo del movil, te advertí, pero claro, entiendes ahora lo de literal literal? jajaja. Me alegro que te gustara el capi, aunque fuese en martes. Besos.

Sabry Sandal dijo...

Algo me dice que esa bibliotecaria no irá a trabajar al dia siguiente... que envidia!!

Y si lo hace, irá con una sonrisa enorrrrme en el rostro!

Gran capi, nena!

Besitos a todas!

Maribel dijo...

Una vez juan entro asi en nuestra habitacion, fue en verano y en la playa... era de madrugada y el volvia de un viaje y no tenia las llaves... pero tengo que reconocer que yo no reaccioné como megan y le di con la botella de agua que tenia junto a la cama... jejeje...

Volviendo a nuestro capitulo... genial, me encantan estos dos, cegatos perdidos porque no ven que estan hehcos el uno para el otro... ainsss, l'amour...

besos guapas...

Ade dijo...

Jajajajajajaja.
Por Dios, Maribel, espero que la botella fuese de plástico.

Maribel dijo...

Sí, sino ya sería viuda... jejeje

Ani dijo...

Bueno, bueno, bueno...aunque no quiero creo q x hoy mi cupo de pasión se ha revasado asi q seguiré mañana :)
a mi tb me gusta mucho como resulven sus enfados estos dos jijiji

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