miércoles, 6 de julio de 2011

EL PRECIO DEL AMOR. CAPÍTULO 17



Enredó los dedos en la dorada melena e inclinándole la cabeza hacia atrás tomó posesión de la boca sumergiéndose de lleno en la jugosa cavidad. Rodeó su cintura en el instante en que ella dejó escapar un bajo sonido y la apretó anhelante de percibir las sinuosas curvas. Golpeó su lengua contra la suya con desesperación, lamiéndola y chupándola cuando la avidez por calmar el fuego que le prendió el cuerpo, al notar los senos oprimiéndose contra su tórax, se apoderó de él.

Había querido ser suave, ir poco a poco mientras se embriagaba del dulce aroma y de su tacto, pero sus buenas intenciones se esfumaron en cuanto ella envolvió los brazos alrededor de su cuello y se pegó más a él.

Ciñó las palmas sobre su trasero y la atrajo hacia el endurecido miembro, restregándose contra su pelvis mostrándole lo enardecido de su pasión, a la vez que afianzaba los labios haciéndolos más exigentes y posesivos. Oyó como ella ahogaba una exclamación para luego lanzar un hondo gemido.
Sin dejar de sostenerla desprendió una de las manos y comenzó a subirla a lo largo de su costado, rompiendo el beso contempló el sonrosado rostro y cuando los fogosos ojos se fijaron en él comenzó a desabrochar los botones superiores del abrigo y los de la blusa cuando esta hizo su aparición. Lentamente deslizó los dedos por la sedosa piel que asomaba del escote hasta que las yemas delinearon el borde del sujetador. Se embriagó cuando la dermis se calentó bajo su toque y un escalofrío la recorrió. Ahuecó la palma sobre el pecho a la vez que ella entrelazaba las falanges alrededor de su nunca y se apoderaba de su boca con un ansia que le sorprendió.

Apretó la firme carne de las nalgas presionándola contra su palpitante pene que oprimía enfebrecido por liberarse de los prietos pantalones. Prendido de deseo mordisqueó su labio inferior, las papilas gustativas se colmaron de un sabor ferroso que en vez de calmarle el apetito lo exaltó provocando el mismo comportamiento en su pareja. Jadeó al percibir los dientes a lo largo de su mandíbula y la punta del húmedo músculo delineando la curva de su cuello.

Incapaz de esperar el anhelante momento, su mente la imaginó arrodillándose, liberando el goteante eje y apresándola dentro de la mojada cavidad. Sollozó al sentir los hinchados labios a lo largo de él, como era chupado con gula y mordisqueado juguetonamente. El respirar se hizo un trabajo casi imposible cuando la lengua giró delicadamente sobre la chorreante cabeza y los calientes dígitos le acariciaron los testículos. Cimbreando las caderas gruñó como un animal salvaje ante la exquisita invasión y boqueó intentando introducir algo de oxígeno en los comprimidos pulmones, mientras de su seca garganta se escapaba el único vocablo que rondaba por el encendido cerebro.

—Rae.

De repente sus brazos fueron bruscamente liberados y el frío se instaló a lo largo de su cuerpo. Elevó los párpados para encontrarse con una enfurecida cara frente a él.

—Mira tío, vale que lo nuestro sólo se trata de un polvo de vez en cuando, pero de ahí a que me confundas con otra no.
—Lo siento.., esto...
—¿Te has olvidado de mi nombre? ¡Esto es el colmo! —chilló llevándose los puños a las caderas mientras continuaba con su diatriba.

Charlie contempló los ojos de la chica prendidos en llamas, anheló con desesperación los límpidos de Rae con esa inocencia que iluminaba los garzos orbes tentándole a ofrecer su alma y deseó que esa estridente voz que le estaba perforando los tímpanos se transformase en el melodioso tono de su floristera, que siempre le acariciaba la piel como si de juguetones dedos se tratasen.

Su mirada ascendió hasta el rubio cabello, descendió lentamente por toda su figura para volver de nuevo a los plenos labios. Definitivamente lo único que tenían en común era el color del pelo y ni aun así era igual, carecía de ese bruñido tono que la caracterizaba y con el que tanto disfrutaba enredándolo entre las falanges para acercarla a él.

Maldita sea, no podía seguir así por más tiempo, tenía que hacer algo para recuperarla y quitársela al imbécil de Theo, que seguro en estos momentos estaba tocando esas curvas que lo volvían loco. Llevado por ese pensamiento que le revolvió las tripas, pegó un puñetazo en la pared que había tras la mujer haciendo que ésta se sobresaltase y callase de golpe.

—¿Me vas a pegar? —preguntó quedamente tras unos segundos de silencio.
—¿Te has vuelto loca? —replicó ofendido—, sólo pego a los hombres y cuando me tocan los cojones como uno que yo me sé—, resaltó rechinando los dientes.
—Será mejor que te vayas.

Asintió dándose la vuelta, con pasos cansinos se dirigió al portón y con un pie en la calle se paró. Volteó la testa para mirar a su última conquista de la que acababa de recordar su nombre.

—Lo siento Margaret, no volverá a suceder.
—Lo sé, porque no volveremos a vernos más.
—Sí, justo por eso —afirmó cerrando tras de si y echando a andar hacia su moto.

Necesitaba perderse en la noche y despejar la mente con el gélido viento atravesándole.

óóóóó

Cerró los párpados ante el tacto de los nudillos sobre su mejilla e intentó en vano aprehender el temblor que la poseyó cuando el pulgar delineó los entreabiertos labios, para acto seguido dibujar su contorno con la lengua buscando un punto por donde infiltrarse. El suspiro que dejó escapar fue capturado por una hambrienta boca que la saqueó como un vikingo en pie de guerra. Su sabor le anegó el pensamiento bloqueándole cualquier raciocinio excepto el de querer más y más de esa sensación que hacía que la sangre crepitase por sus venas rogándole enfebrecidamente volver a sentir.

Subió las manos por los fuertes brazos y tras trazar los robustos hombros unió los dedos tras la nuca y lo acercó a ella chupando con ansias el mojado músculo. Gimió complacida cuando absorbió un largo gruñido y sus nalgas fueron aprisionadas con codicia apretándola contra el endurecido falo. La pelvis comenzó una lenta rotación contra la suya y sin vergüenza ninguna respondió con la misma fricción gozando con el entrecortado jadeo. Aspiró profundamente el caliente y aromático aliento que rozó su barbilla, vibró con el deslizamiento de las yemas por su cuello para posarse en el alocado pulso, la lengua acarició la palpitante vena y los dientes la apresaron haciendo que su entrepierna se empapase.

Con el cabello atrapado entre las vigorosas falanges, su boca fue tomada con fuerza mientras era alzada para quedar encajada en su erección. Enredó las piernas alrededor de la cintura de él y se empujó hacia abajo.

Su respiración se convirtió en un febril jadeo cuando la varonil mano soltó su cabello y se deslizó incitante entre sus cuerpos para acariciarle sobre la tela la punzante vagina. Se retorció intentando calmar la ardiente carne.

—Theo —sollozó cubriendo con ansia la sonrisa que notó brotando de él ante su desesperación.

Un estruendoso sonido la sobresaltó y abrió los ojos para descubrir que el policía que tenía frente a ella no se parecía en nada a Lewis. Moreno, bajito y con una barriga cervecera, se dedicaba a disparar a unos atracadores. Blasfemó en voz alta haciendo empequeñecer a la mayor de las verduleras mientras alcanzaba el mando a distancia y apagaba la horrorosa película que le había fastidiado el delicioso sueño con su agente. Soltó una amargada risilla ante el adjetivo posesivo, Theo no era nada suyo, era de su amiga Rachelle y por gilipollas ya no tenía nada que hacer. Había dejado escapar a un buen hombre que encima estaba de infarto ¿y todo por qué? Muy simple, porque estuvo ciega y seguramente seguiría estándolo si no se hubiese fijado en otra mujer. Siempre deseamos algo cuando lo hemos perdido y él lo estaba del todo.

óóóóó

Tomó la sonrosada cara entre sus grandes manos, la miró fijamente durante unos segundos haciéndole ver lo que su ser anhelaba de ella e inclinándole la cabeza hacia atrás le rozó los plenos labios con la lengua rogando entrar en la ardiente cavidad. Pletórico al ver el camino libre se tragó el débil sonido que emanó de la garganta femenina e irrumpió en el cálido interior como una fiera salvaje arrasando con los dientes y su pasión. Abrazó su cintura y se inclinó sobre ella haciéndole notar el ardor que le poseía.

No se dio cuenta de lo mucho que la deseaba hasta que el sabor de Rachelle le llenó las papilas gustativas y su fresco aroma le vibró en las fosas nasales haciendo que el corazón, que llevaba solo demasiado tiempo y apenado por no conseguir a la morena hembra, brincase pletórico.

El estómago de ella se convulsionó al leer el hambriento deseo en las profundas pupilas. Gimió sobre esa boca que la engullía como si fuese el manjar más exquisito del mundo y cuando la abrazó frotándola contra su protuberancia se arqueó para encontrarle. Intentando ahogar el grito de victoria que se agarró a la glotis ante la pérdida de su timidez, le rodeó con los brazos, se aprisionó más cerca y le devolvió con el mismo ímpetu el embriagador beso. Degustó la danzante lengua absorbiendo el masculino olor y sollozó en alto al percibir como sus hormonas, que desde hacia tiempo permanecían adormiladas, despertaban poderosas después de que él le mordisqueara el labio inferior y le lamiese la boca aplacando los pinchazos de sus dientes.

Después de tantos años aguantando burlas, viendo como los demás conseguían una familia, soportando como buenamente podía el mayor de los desengaños, merecía ser feliz, sentirse deseada y que su cuerpo se prendiese en llamas. Necesitaba ser una mujer con todas las letras, gozar de esa condición como lo hacía el resto de su género y quien mejor candidato que el encantador y sexy Theo, un hombre que sin duda sabía como tocar las teclas para hacerla jadear como una loca.

Bajando las palmas agarró las apretadas nalgas y se frotó contra ella mostrándole lo que le haría una vez la tuviese desnuda entre sus brazos. Con la paciencia desaparecida, una de sus manos ascendió por el entre sus cuerpos hasta cubrir el pecho por encima de la gruesa tela del abrigo. Quería tocar la satinada piel, pellizcar el pezón y descubrir como se endurecía bajo su toque y lo haría o moriría en el intento. Con renuncia abandonó el pleno seno y se dirigió hacia su vientre, los músculos se contrajeron al dejarla posada allí y una leve sonrisa se marcó en los labios que devoraban con furia los de la apasionada mujer. Sintiéndose poderoso resbaló por la cadera y le acarició el interior del muslo acercándola a la que esperaba fuese en ese momento una húmeda y ardiente entrada. Los dedos le escocieron por la tentación de bajarle la cremallera, echar a un lado las braguitas y comprobarlo introduciendo dos dígitos en su interior hasta alcanzar el punto exacto, pero se contuvo al notar el sobresalto que le provocó por la imprevista caricia, así que se limitó a juguetear a su alrededor esperando con una renovada paciencia a que se relajase con su toque mientras obligaba al abultado pene a que se calmase dentro de los opresivos pantalones.


Se contorsionó al notar esa poderosa palma sobre su pecho y casi chilló al percibirla acercarse a su pubis, pero el asombro hizo presa en ella al darse cuenta que ese bramido se debía a que quería que esta la envolviese, se llenase de la acuosidad que mojaba su ropa interior y la llevase de nuevo como nadie más sabía hacerlo al paraíso. Era tan bueno volver a estar envuelta por la luz y la calidez. Rodeó con sus brazos el férreo cuello, le besó con avidez y enredó las falanges en el sedoso pelo.

—Charlie —susurró entre los dientes con un prolongado siseo.

La presión de los poderosos brazos se aflojó y Rachelle se dio cuenta con un desgarrador pesar lo que había brotado de su garganta. Parpadeó y luego levantó los ojos, por un momento creyó ver la ira relampagueando en las verdes retinas, pero desapareció tan rápido que sin duda alguna se trató de una ilusión de su afligida conciencia.
Las lágrimas se asentaron en ella al descubrir no sólo el daño que acababa de hacerle a Theo al nombrar a otro hombre sino que eso le demostró que O’ Sullivan  estaba aún muy dentro de ella.

—Perdóname, por favor —musitó sin apenas voz.

Apretó con fuerzas los párpados al escuchar el nombre de su compañero y retrocedió respirando hondo antes de abrirlos. El aire abandonó sus pulmones lentamente ante el tormento que brillaba en los zarzos orbes y la cólera que le poseyó al ser dado de lado, se convirtió rápidamente en compresión al ver su dolor.

—No hay nada que perdonar —le cogió la barbilla, se inclinó hacia delante y le susurró al oído—. La paciencia es uno de mis apellidos.

Soltando un aliviado suspiro, le rodeó la cintura con los brazos, apoyó la cabeza en el torso y escuchó el rítmico golpeteo de su corazón.


—He tenido mucha suerte al encontrarte, Theo.
—Yo soy el afortunado —aseguró rozando suavemente su espalda.

Esos senos presionándole el tórax y el floral perfume envolviéndole le cortó el aliento durante unos segundos, pero se obligó a poner los pies sobre la tierra, ella ahora sólo requería de su amistad no de su pasión. La acarició intentando calmar a ambos.

—No lo creo —afirmó mirándole—, pero gracias por estar ahí.

La boca masculina se posó en su mejilla en un beso sorprendentemente suave, que la derritió y le hizo que se abatiese aún más. Separándose de él, le pasó las yemas por la rasurada mandíbula y se dio la vuelta rebuscando las llaves en su bolso. Una risita ahogada le hizo levantar la testa, con una enorme sonrisa su acompañante le señalaba el objeto de su deseo colgando de la cerradura, curvó los labios ante su torpeza y alargó la mano para alcanzarlas, pero antes de que realizara el gesto, Lewis como si de un galante paladín se tratase ya se había adelantado y abierto la puerta.

—Gracias otra vez.
—A sus pies mi bella dama —musitó con un guiño—. Felices sueños —, le deseó volteándose.
—Igualmente.

Al llegar a su apartamento, cerró suavemente dejándose caer sobre la madera, se llevó el índice al pómulo donde todavía se mantenía el calor del beso de Lewis. <<Tienes que cambiar el chip, boba, ese poli puede alegrarte la vida y alejar la soledad>> exhalando pausadamente abandonó el lugar y fue al baño. Se lavó el rostro, se puso el camisón que dejó colgado en el enganche que había en la pared y se dirigió al dormitorio rezando porque los alborotados pensamientos la dejasen dormir, aunque fuesen un par de horas. Levantó la colcha por el lado derecho y se quedó con la tela aprisionada en un puño y la angustia prendida en el centro de la garganta impidiendo que el oxígeno entrara en su interior. Un conocido reloj descansaba sobre las sábanas junto a una plisada nota. Tragando sonoramente soltó el edredón y la tomó. Con el pulso agitado la desplegó y ahogó un grito al leer las cuatro palabras que con tinta roja habían garabateado: Tic tac tic tac.

Dejó salir el miedo en forma de un sonoro chillido cuando el timbre la sobresaltó. Con las palmas sobre su pecho forzó a sus pies a moverse al volver a repetirse el sonido, poco a poco se acercó a la puerta y con un temor como nunca antes sintió se asomó a la mirilla.

Abrió con celeridad al ver de quien se trataba y sin darle tiempo a hablar se abalanzó sobre sus brazos.

—Rae ¿qué te pasa? —preguntó Charlie atemorizado ante su comportamiento.
—Nada... sólo abrázame, por favor.


Continuará…



20 comentarios:

Unknown dijo...

oh my god esto se pone interesantisimooooooooooooooo chicas quiero mas no nos dejen asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii o//o gracias ^^

AKASHA BOWMAN. dijo...

Wowwwwwwww qué subidón de adrenalina he sentido, queridas mías, pues hasta esa mitad del capítulo donde se desvanece el hechizo he creído que la pareja de amantes eran Theo y Rae, que se habían vuelo locos de pasión repentinamente jajajajajajajjaja ¡seréis picaruelas!

Bueno bueno bueno, y la dosis de perversidad sigue, por lo que he podido comprobar al proseguir mi lectura. Charlie viendo a Rae en el rostro de su ligue de una noche, Amy viendo- y sintiendo- a Theo en sueños mientras permanece sumida en la soledad de su casa y Rachelle, pudiendo disfrutar de un hombre bueno y atractivo como Theo recordando todavía al bribonzuelo, de Charlie... ¡madre mía, qué jaleo de sentimientos! ¡Y qué pena me dio el pobre Lewis, menos mal que parece que la paciencia "es uno de sus apellidos"!

El final es del todo enigmático, ¿o sea que el acosador telefónico tiene sus propios medios para entrar en casa de Rae? Diosssss, estoy en ascuas con ese individuo, espero que pronto nos aclaréis algo al respecto.

Besos y buena semana, mis niñas.

ana dijo...

todos soñando con lo que no tienen esto es de locura jajajaja esperemos que se siga poiendo mas interesante un beso chicas

Caco dijo...

Ha estado genial... cuando comencé a leer pensé "vaya que van rápido Theo y Rae".... luego resultó que era el tal Charlie tratando, inútilmente, de olvidarse de nuestra Rae.

Después pensé nuevamente... "wow, ahora sí que estos se desatan" y nada, era Amy y su soledad.

Al final, si Theo no es el hombre para Rae, mejor que no se acueste con él, porque echará a perder una linda amistad.

Lo único que espero es que ahora que Charlie ha llegado, ella le cuente de ese acosador, que ya no es sólo telefónico, sino que también se las arregla para entrar en su casa.

Creo que lo mejor es que Charlie se quede con ella... y en su cama... para protegerla, no piensen mal.

¿La conti para el próximo miércoles? Porqué no son buenas y nos dan un adelanto... please.

Me encanta la historia, eso lo saben.

Besos;
Caco.

Florcita de Pura Flor dijo...

oohh chicas que nos dejan con el alma en un hilo muy fino,, que capitulo... por Dios que pensé que Rae al fin se daría una buen agasajo con el theo...

sorpresa, sorpresa, sorpresa..
voy a desmayarme con tanta emoción...

Eleanor Atwood dijo...

Uffff qué susto me ha dado el principio, aunque luego la escenita entre Theo y Rae no se ha quedado corta...
La verdad es que da rabia cuando vemos que una persona se inteesa por otra sólo cuando ve que está a puntito de perderla... esa Amy es una tonta y le va a venir bien sufrir un poquito...
en cuanto al final... bueno, ahí está nuestro prota para consolar a la asustada Rae... veremos cómo lo logra.
Un beso chicas.

Irene Comendador dijo...

madre mia, entre ese sexo perturbado y abruptamente clausurado, de un Charlie que deja su mente volar mas lejos de lo que deberia, es pobre mujer que sueña con su amado agente mientras ve una peli, y esos dos amantes equivocados, que al parecer Rae tambien deja que su cabecita le juegue malas pasadas con eso de la pronunciacion, estaba ya al limite de mis fuerzas joder
Pero no contentas co eso, vais y me poneis la puta nota de los cojones, que menudo susto me he llevado
Y como colofón, abre la puerta y ve a l unico hombre del que es dueña y el unico tambien que puede salvarla de todo lo que le pase, a ver si de una puta vez cuanta lo del desconocido que la atormenta y amenaza, que ya quiero saberrrrrrrrrr
Un besazo mis chicas, espero que esteis genial y que el verano os traiga muchas cosas buenas
Os adoro, ya lo sabeis
MUAC!!!!!!

medieval dijo...

madre mia estoy ansiosa por seguir leyendo... mmm

Noel Arias dijo...

Ame el capitulo!!!
Muy explosivo al prinipio, aunque ya sabia que no podian ser Rae y theo. Ella aunesta muy suceptible por lo que le sucedio. Me encato ver como se siententodos y los confundidos que se encuentran!!
Ese acosador misterioso me tiene comiendo las uñas!!

¿que pasara ahora??
Tendremos accion??
Mujeres son maravillosas!!!
Cuanto talento!!!
Besos

MariCari dijo...

De impresión, chicas....!!! je, je... ha estado fabuloso, a muchas bandas, vamos a 6 o más... ja, ja... y ahora es la morena la que me apena... vaya, se resolverá toda la historia??' Espero ansiosa y deseosa, ja, ja... Bss... amigas... y gracias por este capítulo tan bien escrito!!

vangelis28 dijo...

Guauuuu que capi lleno de tension sexual en el ultimo minuto sasss se corta y es todo ilusion y mas encima queda si!!por dios no sean crueles y dennos un adelanto para el sabado jajajajajaja.....
Apesar de lo canalla que fue charlie quiero a cada oveja con su pareja !!!!!

Emilia dijo...

Realmente perdida, he comenzado a leer y he vuelto a buscar el último capítulo pensando que quizás habriais publicado algo más.
Son vuestras ganas de tenernos comiñendonos las uñas, Charlie pasó de ahogar sus penas con una botella a fastidiar a su ligue por estar soñando, Amy de hacer confidencias a soñar con Theo y RAE... que decir, se merecía sentirse querida y deseada pero cuando cierra los ojos sólo ve a Charlie. En cuanto al acosador como me temo que seguiremos sin saber... Ese final de que pensar. El miércoles veremos que se os ha ocurrido....

Lectora Nocturna dijo...

me encanta me encanta y me encanta. que locura. que se quede con Theo ya aunque charlie le haya abrazado.

un capi con mucha intriga. estoy enganchadísima

saludis vampi

J.P. Alexander dijo...

Ay parece que la cosa mejora, les mando un beso cuidensen y buen fin de semana

Adela/Mariola (SokAly) dijo...

Que bien que hayáis disfrutado tanto aunque antes casi os habéis tirado de los pelos, pero eso es bueno ¿no? Y no lo digo por vuestras cabelleras, jeje.

Gracias por seguir leyéndonos y no abandonarnos.

Nos vemos el miércoles.

Besos.

~Ade~

Anna princesa dijo...

Madre mia!! esto se pone muy caliente.
que pena que valla de vacaciones.
os pido perdón por mi ausencia, pero hasta septiembre no volveré.

Besitos

pepis dijo...

Mis amores les deje comentario , pero no se adonde lo deje . LOL que lokkkkkera la mia.Me gustooooooooooooooooooooooooo mucho el capi. . no se cuando volvere ha entrar pues salgo de vacacines y bueno a descansarrrrrr.besos se me cuidan.

katherine dijo...

waoooooooo me quede deseo de mas...escribe pronto..

Adela/Mariola (SokAly) dijo...

Anna y Pepis, espero que lo paséis muy muy muy bien en vuestras vacaciones. Se os echará de menos.

Katherine, ya tienes mas para leer.

Besos.

~Ade~

KaRoL ScAnDiu dijo...

Madre mía, madre mía... la que se ha liado...
empezamos:
Tres escenas. Tres besos con descontrol incluido... tres pedazo de fiascos que han acabado en tortas, ¿es que queréis torturarnos?
jajaja...
Lo primero Charlie confundiendo el ligue del día con Rae, luego la "amiga", no sé porque empieza caerme mal, que sueño con Theo que (suspiros, suspiros) a día me gusta más, y por último, Rae, que anda que no mete más la pata, que le llama por Charlie... y a todo eso, pobre mi Theo que bueno y compreensivo es. Joer, si es que vale oroooo^^
Para mí, me lo pido, heim:D

Corriendo al siguiente... jooo, que me quedé con tres y ahora se me acaban volando.. NOOOOO:D

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